42 comercios y 180 empleos

Impacto económico. La inversión pública en políticas y carriles bici tendrá un beneficio de 777 millones en Sevilla hasta 2032 y una rentabilidad del 170%, según un estudio

11 nov 2016 / 08:26 h - Actualizado: 11 nov 2016 / 08:00 h.
"Pymes","Medio ambiente","Empresas","Bicicleta","Las bicicletas sí son para Sevilla"
  • Una bicicleta de competición con el cuadro de basalto de la empresa sevillana Racormance. / El Correo
    Una bicicleta de competición con el cuadro de basalto de la empresa sevillana Racormance. / El Correo
  • Sevilla goza de buena infraestructura. / El Correo
    Sevilla goza de buena infraestructura. / El Correo
  • Carlos Amarilla, en la tienda de Bici Activa. / El Correo
    Carlos Amarilla, en la tienda de Bici Activa. / El Correo

El dinero público destinado a políticas e infraestructuras para el fomento de la bicicleta en Sevilla se ha traducido en un beneficio de 777 millones de euros para la ciudad hasta 2032, cuando acabará la vida útil del carril bici. Esto es lo que concluye un extenso informe (516 páginas) en el que también se explica que la rentabilidad del dinero público invertido ha sido del 170 por ciento. Algo «excepcional» cuando se trata de infraestructuras públicas. Y más, en Sevilla hay 42 comercios y 180 empleos vinculados a los pedales.

Esto es lo que señala el informe realizado para la Agencia de Obra Pública de la Junta –sufragado con fondos europeos– por un grupo de profesores de la Universidad de Sevilla y de la Pablo de Olavide dirigido por José Ignacio Castilla, catedrático de Análisis Económica de la Universidad de Sevilla. En dicho estudio se asegura que en la capital hay 42 empresas relacionadas con el sector –de fabricación, aunque son las menos, comercio, reparación y servicios de alquiler– y 180 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos vinculados a estos vehículos de dos ruedas.

Unos números recogidos en 2012 pero que «se mantienen», según Castilla. En su opinión, es posible que incluso hayan mejorado «ligeramente», aunque también hay que tener en cuenta que la situación de algunas de estas empresas era «delicada» en 2012. Con todo, la promoción del uso de la bicicleta en la ciudad está «estancada», mientras que los negocios que operaban hace cuatro años aprovecharon un periodo con una fuerte apuesta municipal por este transporte ecológico.

Lo cierto es que el sector podría crecer si «Sevilla pasa a la siguiente fase, a la de cambiar el servicio público por la bici privada», algo que no se ha conseguido por el miedo «a los robos, al vandalismo y a la falta de aparcamientos, porque hay que recordar que muchas personas no pueden subir su bicicleta al piso», advierte el catedrático.

Carlos Amarillo es el responsable de Bici Activa, en la calle Asunción, de Rent A Bike Sevilla, en la plaza de Santa Cruz, y miembro de la plataforma por la pasarela de la SE-30 para conectar la capital con el Aljarafe. En 2006 decidió dejar su trabajo en una importante empresa de Sevilla del sector de la tecnología para montar su propio negocio. Ligó su gran afición por los pedales y su diplomatura de Turismo, empleó sus ahorros y se lanzó como empresario. «No me arrepiento. Soy feliz con mi actividad y con mis compañeros», asegura tras explicar que sólo en la tienda de Los Remedios ya hay tres trabajadores fijos y dos eventuales. En Bici Activa las reparaciones y las ventas marchan bien, al igual que el alquiler y la organización de tours y rutas turísticas de Rent A Bike Sevilla. Eso sí, para crecer aún más, la ciudad necesita «más inversión en el mantenimiento de los carriles bici, más sensibilidad de la ciudadanía y que se piense en los ciclistas cuando se realizan obras». Afortunadamente, la bicicleta ya no está «estigmatizada» como antes, «cuando se relacionaba sólo con un determinado colectivo», recalca este emprendedor, empeñado en que el Ayuntamiento y los sevillanos se sensibilicen «con que hay otra forma de moverse por la ciudad».

Y no todo es turismo, venta y reparación de bicicletas, también hay innovación en Sevilla. Un ejemplo es Racormance. Un ingeniero aeronáutico, dos ingenieros industriales y un licenciado en Administración y Dirección de Empresas, tras su participación en el Arus Racing Team de Formula Student, decidieron llevar la flexibilidad y la amortiguación de la fibra de basalto a las bicis.

En El Cubo diseñaron los primeros cuadros y hoy ya han vendido cinco, más otros dos que están en fabricación. Enrique Romero explica que la venta es on line y que sólo necesitan las medidas del cliente para hacerle el cuadro de basalto o la bici entera a medida con los componentes de las marcas que quieran. Precios: el cuadro 3.630 euros, la bicicleta entera desde más de 4.000 a 10.700 euros de una edición limitada. Y no es caro. Son los precios de la alta gama, de la competición, donde una bici oscila entre los 3.500 y los 4.200 euros. Y en Estados Unidos nos superan. Sólo un buen cuadro puede llegar a los 6.000 euros. Eso sí, la sevillana Racormance es la primera marca del mundo en usar fibra de basalto (no de carbono).