El Ayuntamiento de Sevilla acometió ayer los trabajos de arreglo y acondicionamiento del mástil que ocupa el espacio central de la Glorieta Olímpica, la que se sitúa justo enfrente de la entrada al Puente del Alamillo; y que llevaba varios años en mal estado.
Quienes se acercaron pudieron ver durante la mañana cómo algunos operarios trabajaban a gran altura, subidos a una enorme grúa. Durante el tiempo que emplearon en realizar su labor, tres carriles permanecieron cerrados al tráfico, lo que originó notables atascos, que sorprendieron a los conductores. El motivo: que, si bien no es extraño que en la zona se produzcan grandes aglomeraciones, rara vez tienen lugar un sábado.
El espacio, construida como rotonda o glorieta para ordenación del trafico, se rotuló con su denominación actual y ajardinada en 1995, cuando la ciudad formuló su candidatura a sede olímpica.