La Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca de Sevilla, de acuerdo al Reglamento 2020/687 de la Comisión Europea, ha dado por extinguido el foco de Influenza Aviar de Alta patogenicidad (IAAP) o Gripe Aviar detectado en varias explotaciones de las comarcas ganaderas de la Sierra Sur y Campiña Sevillana y que afectaron a más de 30 explotaciones avícolas. Así se pone fin a las restricciones a la movilidad de aves ponedoras próximas a los focos después de que hace dos meses se detectaran varios brotes.
De los 28 focos que se han detectado hasta ahora en Andalucía, seis estaban localizados en la provincia de Huelva y los otros 22 en la de Sevilla, de los que 10 se corresponden con la Sierra Sur sevillana.
Cada uno de estos 10 focos tenía un radio de 10 kilómetros que corresponden a la zona de vigilancia y en la que se habían visto afectadas cerca de 90 explotaciones avícolas.
Esto, supone más de 100 familias que de forma directa se han visto obligadas al cese de actividad. Otros negocios les afecta de forma indirecta ya que trabajan para este sector.
Valoración del esfuerzo realizado
El Alcalde de Pedrera, Antonio Nogales, ha valorado el esfuerzo y trabajo realizado por los ganaderos y ganaderas afectadas tanto directa como indirectamente, ya que toda esta situación ha provocado el cese de la actividad durante más de dos meses.
Ante esto, el alcalde se ha reunido en varias ocasiones con los ganaderos y ganaderas para mostrar su apoyo. Así, desde el Ayuntamiento se ha propuesto una subvención, el aumento en la reducción del IBI del 25 al 50 %, y también, se pidió a las entidades bancarias una moratoria en los pagos de las hipotecas.
Los afectados han recordado que son ya casi dos meses desde el primer foco (detectado el 14 de febrero en el municipio de Gilena) y, aunque la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, no ha dado plazos aún, se estima que no podrán regresar a su actividad antes de julio.
A esto, hay que sumarle el tiempo de cría de las aves y posterior pago de la camada, por lo que se estima que no vuelvan a percibir ingresos hasta finales de octubre o principios de noviembre siendo optimistas.
Una crisis que viene de lejos
No hay que olvidar que este sector ya estaba siendo afectado por el incremento en los costes de producción, sobre todo en la factura de la luz y el gas que se han visto incrementados en un 300 %. Sin embargo, sigue percibiendo el mismo precio por el producto mientras que el consumidor sufre su incremento.
Con este panorama, este sector prevé unas pérdidas que rondan los 50.000 euros por explotación a las que hay que sumarle la necesidad de seguir pagando el mantenimiento de la explotación avícola cerrada. Hay que abonar en su totalidad la cuota de autónomo, el seguro, la hipoteca, la factura de luz, etc. Además, a esto se le añadiría los impuestos municipales y estatales.