Aena licitará la ampliación de San Pablo en el segundo semestre

La gran obra del aeropuerto mejorará un 40% su capacidad de pasajeros, que pasará de siete a diez millones. Más de tres millones han pasado por él entre enero y junio

12 jul 2018 / 17:31 h - Actualizado: 13 jul 2018 / 08:13 h.
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  • Junio volver a ser un mes histórico para San Pablo. / Jesús Barrera
    Junio volver a ser un mes histórico para San Pablo. / Jesús Barrera

El aeropuerto sevillano mantiene su velocidad de crucero y parece no encontrar techo a sus cifras de récord. En junio, por cuarto mes consecutivo, volvió a superar el medio millón de viajeros mensuales y en el primer semestre cosechó otro hito para su historia: sobrepasar los tres millones de pasajeros.

Para atender estos crecimientos de dos dígitos, que han colocado a San Pablo como «el segundo aeródromo del segmento de entre cinco y diez millones de viajeros que más crece de Europa solo por detrás del de Islandia» y adelantarse al futuro, Aena tiene previsto licitar la ampliación de la terminal hispalense «en el segundo semestre de este año», según explicó ayer a este periódico el director del aeropuerto, Jesús Caballero.

Se tratará «de la obra más ambiciosa de los últimos treinta años», con la que se persigue adaptar la infraestructura al tráfico de pasajeros «que está por venir» y modernizar las instalaciones actuales para hacerlas más competitivas y más cómodas para el usuario, explica. Unos trabajos de actualización que está desarrollando el aeropuerto en los últimos tiempos aunque a pequeña escala.

Esta inversión, que podría rondar los 15 millones de euros, supondrá de facto ampliar la capacidad actual del aeropuerto –que se sitúa algo por encima de los siete millones de pasajeros– hasta superar ligeramente los diez millones de viajeros, precisó Caballero, lo que supone incrementar la capacidad de la infraestructura en más del 40 por ciento.

Los datos avalan la necesidad de acometer semejante obra. San Pablo sigue recogiendo los frutos de la decidida apuesta por reforzar la oferta de vuelos durante la temporada de verano (que arrancó a finales de marzo) y que ha llevado a Sevilla a tener conexión directa con 62 destinos, tanto nacionales como internacionales, una oferta un 40 por ciento superior a la del año pasado.

Que el tráfico aeroportuario crezca mes a mes en tasas superiores al 20 por ciento es consecuencia directa del aumento en más del 30 por ciento de los asientos ofertados, detalla el director de San Pablo, que abunda en otro dato positivo a tener en cuenta. «Crecemos al 25 por ciento, algo por debajo de las plazas, lo que da idea del alto grado de ocupación que registran los aviones», un resultado que puede conllevar, por tanto, el aumento de frecuencias en algunos vuelos o la decisión, por parte de las aerolíneas que operan desde la terminal, de incrementar sus rutas directas.

Con este telón de fondo, el pasado mes de junio un total de 541.107 pasajeros pasaron por las instalaciones de San Pablo, es decir, una media diaria de 18.000 personas, lo que significa un incremento del 24,7 por ciento en comparación con ese mismo mes de 2017.

En junio, además, se ha reforzado otro de los objetivos marcados por el aeropuerto, que no es otro que lograr un equilibrio y sumar «más pasajeros internacionales que nacionales», circunstancia que suma dos meses consecutivos. Allá por 2013, cuando San Pablo vivió sus momentos más bajos, se constató la vulnerabilidad que tenía por depender «en un 70 por ciento» del viajero doméstico.

El volumen de operaciones registradas creció, asimismo, un 17,5 por ciento, hasta rozar las 5.000 (4.987) y el tráfico de mercancías se anotó un espectacular aumento del 47,6 por ciento en el sexto mes del año. Así lo refleja el balance aportado ayer por Aena, que sitúa al aeródromo hispalense en el undécimo lugar del conjunto del país por volumen de viajeros.

Si ampliamos la mirada para comprobar qué ha ocurrido en los primeros seis meses del año, los datos apuntalan el dulce momento que acompaña a San Pablo. En este periodo, el aeropuerto ha sobrepasado el listón de los tres millones de viajeros en tránsito por sus instalaciones –algo que no había ocurrido nunca, hasta alcanzar los 3.064.804–, con una mejora del 27 por ciento frente a la primera mitad de 2017, quedándose apenas a una distancia de 66.000 pasajeros del aeropuerto de Ibiza.

Además, cerró el semestre con 27.969 operaciones, un 21,3 por ciento más, mientras que se intensificó el tráfico de mercancías, que mejoró casi un 60 por ciento en términos interanuales, hasta superar levemente los siete millones de toneladas y ocupar el séptimo lugar en el ranking nacional.

Las razones que aclaran este buen comportamiento que han colocado a Sevilla en el mapa del tráfico de mercancías hay que buscarlas en la incorporación del operador UPS en junio del año pasado al aeropuerto, que se suma así a las compañías DHL y Fedex. Pero también al aumento de capacidad de carga de los aviones que emplean, así como de las conexiones con otros aeropuertos como Tánger o Colonia. Es el caso de DHL, que «a principios de año inauguró una nueva terminal de carga y duplicó su capacidad, y en 2017 empezó a operar con aviones con una bodega más grande», algo que también va a hacer UPS, explica Caballero.

El responsable del aeropuerto puede tachar del plan estratégico los objetivos logrados: equilibrar el segmento nacional e internacional, conseguir rutas con 35 ciudades a las que no se volaba aunque había demanda y conectar Sevilla con los hubs europeos y las compañías de bandera (como Fráncfurt, Bruselas, Londres...), lo que no quita para que quede trabajo pendiente. «Tenemos que consolidar las nuevas rutas que empiezan con dos o tres frecuencias semanales, las aumenten; conectar con ciudades europeas que tienen potencial y demanda; y volar a Estados Unidos o a Asia con una conexión de largo recorrido». Esta última posibilidad no estaba al alcance de Sevilla hasta ahora, cuando las aerolíneas de bajo coste han irrumpido en este mercado y están a la búsqueda de aeropuertos. La oportunidad de concretarlo llegará en octubre de la mano del congreso que reunirá a este tipo de compañías aéreas y que por primera vez se celebra en Europa.

El turismo vive una etapa dorada en Sevilla, pero algunos de los mercados, cuya inestabilidad ha beneficiado a la capital de forma indirecta, están comenzando a recuperarse, léase Egipto o Turquía. ¿Qué impacto puede tener? El director del aeropuerto considera que, al no ser un destino de sol y playa, la repercusión será mínima porque «no somos un destino competidor» y además, la mitad de los viajeros que llega a San Pablo son nacionales.