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Veterinarios con un gato. / E.P:
La Audiencia de Sevilla ha ratificado la condena impuesta a una mujer, por delitos leves de lesiones y malos tratos a una profesional de una clínica veterinaria a la que empujó y amenazó por teléfono, tras acudir a dicho centro con un gato "que había sido agredido".
En una sentencia emitida el pasado 30 de septiembre de 2021 y difundida por el Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla, la Sección Tercera de la Audiencia aborda un recurso de apelación de una mujer, contra una sentencia del Juzgado de Instrucción número diez de Sevilla que le condena por un delito leve de maltrato de obra y un delito leve de lesiones.
En concreto, el Juzgado de Instrucción número diez declaró probado que el 21 de enero de 2021, la denunciante del caso estaba en el centro veterinario donde trabaja cuando se personó una mujer con "un gato que había sido agredido, encontrándose en actitud nerviosa", ante lo cual la responsable de la clínica intentó "calmarla".
En ese momento, según el relato de hechos probados del Juzgado de Instrucción número diez, la mujer que había accedido a la clínica veterinaria con el gato "empujó" a la profesional, quien se vio obligada a "retroceder". "Ante tal situación, le indicó que si no se calmaba no podría ser atendida", continúa el relato de hechos probados, detallando que la mujer finalmente depuso su actitud y "el gato quedó ingresado hasta el día siguiente, en el que la denunciada decidió llevarselo".
Comentarios en las redes y llamada telefónica
"A raíz de estos hechos, la denunciada hizo comentarios en las redes sociales respecto a al trato recibido en la clínica", declaró probado el Juzgado de Instrucción número diez, concluyendo que el 25 de enero, la profesional recibió una llamada de teléfono de la clienta, con la amenaza de que le iba a "joder la vida".
Fruto de ello, el Juzgado de Instrucción número diez de Sevilla condenó a la citada mujer a dos multas que suman 180 euros, por delitos leves de lesiones y de malos tratos, una sentencia recurrida en apelación por la afectada ante la Audiencia de Sevilla, alegando "una infracción de normas procesales con vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva al no haberse tenido en cuenta por la juzgadora de instancia el escrito de alegaciones presentado y al no haberse pronunciado sobre las pruebas que se interesaban en el mismo".
Pero la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha desestimado su recurso y ha confirmado la condena, exponiendo entre otras cosas que "la documentación aportada por la denunciada con su escrito de alegaciones no sirve para desvirtuar la versión ofrecida por la denunciante y testigo", además de que "el hecho de que la denunciada tenga reconocida una discapacidad del 65 por ciento, según consta en la fotocopia de la tarjeta acreditativa del grado de discapacidad que aportó con el escrito de alegaciones, no acredita, en ningún modo, que tenga sus facultades volitivas o intelectivas anuladas".
Trastorno de ansiedad
"Tampoco lo acredita el informe médico de 15 de enero de 2021 aportado con el referido escrito, donde simplemente se hace constar que la misma presentaba en dicha fecha un trastorno de ansiedad reactivo como consecuencia de los hechos acaecidos en la clínica veterinaria".
El Colegio Oficial de Veterinario de Sevilla ha llamado ante esta condena, ya declarada firme, a "dignificar el ejercicio profesional y poner en conocimiento de los colegiados y de la sociedad en general la situación que actualmente soporta a diario el profesional veterinario", recordando que a través del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios se ofrece un servicio de defensa al colegiado por daños derivados de agresiones físicas o verbales, a disposición de los veterinarios colegiados en Andalucía que así lo precisen en el ámbito del ejercicio de la profesión veterinaria.