A comienzos del siglo XX se realizó un concurso con el objetivo de edificar un hotel para la Exposición Iberoamericana de 1929. Las bases de dicho concurso fueron redactadas por el mismísimo Aníbal González. El concurso lo ganó el arquitecto José Espiau y Muñoz. El hotel fue construido entre 1916 y 1928. Alfonso XIII mostró gran interés en la consecución de las obras y estableció indicaciones sobre cómo debían de concluirse algunas zonas. Fue inaugurado oficialmente el 28 de abril de 1928 con la celebración de un suntuoso banquete presidido por el propio rey y la reina Victoria Eugenia, con motivo de la concertación del enlace entre la infanta Isabel Alfonsa y el conde Juan Zamoyski. Una curiosidad es que en la decoración del acto abundaron farolillos y guirnaldas ya que coincidió con el final de la Feria de Sevilla de ese año.
Una estancia del Bar Americano.
Con raíces de estilo regionalista andaluz y neomudéjar, en 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural. Un museo más de la ciudad que bien merece una visita acompañada de, como mínimo, un café en sus salones o en la terraza al aire libre. Una de las características de este hotel es que siempre ha vivido de cara a la ciudad siendo un ejemplo dentro del sector. Acoger a los huéspedes y ser lugar de encuentro entre sevillanos es una máxima que ha venido practicando su dirección durante casi cien años de vida.
Un detalle de este nuevo espacio.
Este modelo de gestión, que en la actualidad dirige magistralmente Carlo Suffredini, inicia ahora una nueva andadura con la apertura del Bar Americano que será el escenario de las nuevas veladas musicales que se celebrarán en el establecimiento. Estas se desarrollarán a partir del 13 de octubre durante las noches de los jueves y los viernes en horario de 22:30 a 00:30 horas. En ellas, cócteles y aperitivos serán los protagonistas junto a los ritmos latinos de Chamorro Cuarteto Latino y Ruciero Latin Jazz. Ni que decir tiene que la visita a este templo de ocio es más que obligada y que probar su signature cocktail “Alfonso XIII” es de obligado cumplimiento para cualquier sevillano que se precie de serlo.