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Un usuario revisa su factura de la luz. / Paco Cazalla
En Sevilla hay 77.700 familias que se benefician del bono social, un descuento en la factura de la luz para los hogares más vulnerables, según los datos de Endesa. En octubre del año pasado el Gobierno modificó la normativa que rige la aplicación del bono social, por lo que todos los usuarios que actualmente cuentan con esta ayuda tienen obligatoriamente que renovar su solicitud para ver si cumplen los requisitos y continúan siendo susceptibles de beneficiarse del mismo. Se trata de una medida que, en términos generales, implica una rebaja del 12 o del 17 por ciento sobre la factura total, en función del nivel de protección del beneficiario.
El Ejecutivo otorgó un margen de seis meses para que los usuarios solicitaran la renovación, un plazo que expira el próximo 10 de abril. Sin embargo, y aunque aún faltan dos meses para esa fecha, apenas un uno por ciento de los beneficiarios ha comenzado este trámite que, además, no es sencillo de realizar.
El bono social es un descuento fijado por el Gobierno sobre el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) –que sustituye a la antigua TUR o tarifa regulada para el cliente doméstico– que pretende proteger a los hogares con mayores dificultades económicas. Para beneficiarse del mismo es necesario tener contratada una potencia igual o inferior a 10 kW en la vivienda habitual y encontrarse en situación de vulnerabilidad.
La actual normativa recoge una diferencia fundamental respecto a la anterior, que determinará a la baja el número de beneficiarios del bono social. Hasta octubre, podían acogerse a esta medida todos los hogares que tuvieran contratada una potencia inferior a los 3 kW, sin discriminar por razones de renta, lo que hacía posible solicitarlo para una segunda residencia y suscitó las quejas del sector eléctrico.
Según los datos de Endesa, la inmensa mayoría de bonos sociales activos tanto en Sevilla como en Andalucía (donde se contabilizan unos 500.000 beneficiarios) se corresponden con esa circunstancia de tener una baja potencia contratada, en torno al 80 por ciento de los casos. Falta por ver ahora quiénes mantienen ese estatus y pueden seguir disfrutando de una rebaja en la factura.
Repasemos cuáles son las condiciones que deben cumplir los beneficiarios. El nuevo bono social podrá ser solicitado por quienes perciben menores rentas, por las familias numerosas y pensionistas que ingresen la pensión mínima, que tendrán un descuento del 25 o del 40 por ciento en la energía que consuman (con un límite) según la categoría en la que se incluyan: clientes vulnerables, vulnerables severos y en riesgo de exclusión social.
Se consideran vulnerables y, por tanto, con derecho a un descuento del 25 por ciento en el consumo, aquellas familias sin hijos que perciban una renta igual o inferior a 1,5 veces el Iprem (que equivale a 537,84 euros) con un límite de consumo anual de 1.200 kWh; de hasta dos veces el Iprem si hay un menor en la unidad familiar y un máximo de gasto de 1.680 kWh; o igual o inferior a 2,5 veces si hay dos menores y un tope de consumo de 2.040 kWh al año. También entran en este grupo las familias numerosas (cuyo máximo de consumo anual es de 3.600 kWh) y los pensionistas (tope de 1.680 kWh/año).
Los beneficiarios vulnerables severos, con menores ingresos que los casos anteriores, y los que estén en riesgo de exclusión social tendrán un descuento del 40 por ciento de su consumo. En el último caso, el perfil de familia lo determinan los servicios sociales del Ayuntamiento, que pagará la mitad del recibo mientras que el otro 50 por ciento restante lo asume la eléctrica. Desde 2014 han sido atendidas más de 2.000 familias en Sevilla capital.