“Vendo cámara en perfecto estado. Me la regalaron pero por falta de tiempo no la he podido usar y me da pena tenerla en un cajón guardada”. Un mensaje como este en una red social de venta de artículos de segunda mano puede llevar detrás un delito, como el que ha sufrido en estos días la empresa sevillana ‘Camaralia’.
Se trata de una tienda física y online especializada en artículos de fotografía, vídeo y audio profesional que tiene su sede en el polígono Calonge, a donde a diario acuden personas de todo tipo para contar con una cámara de mano o bien profesionales en busca de la última tecnología para realizar su trabajo.
Sin embargo, su trabajo ha sido truncado, al menos momentáneamente, por unos ladrones que aprovecharon estos días festivos para llevarse todo lo que pudieron en cuestión de minutos.
“Este es el estado en el que nos hemos encontrado esta tarde nuestra tienda. Se han llevado gran parte de nuestro material fotográfico y de vídeo. Todo ocurrió ayer, aprovechando el puente. Ya hemos interpuesto una denuncia y está todo en manos de la policía. Se tomarán las medidas pertinentes para intentar encontrar el equipamiento que ha sido sustraído y a los responsables de todo esto”. Así explican los responsables de la tienda lo que les ha pasado en sus redes sociales oficiales, en un mensaje acompañado de unas fotografías que hablan a las claras del problema que han sufrido.
Desde la tienda se pide que si se tiene “alguna información que pueda ser útil para la investigación, por favor poneros en contacto con nosotros o con la Policía”.
Detectar los objetos robados
No es una labor fácil, pero cualquier persona puede ayudar a los responsables de esta tienda a recuperar lo sustraído. Para ello, hay que estar muy atentos, por ejemplo, a esas ofertas llamativas que a veces se encuentran en las redes sociales, con aparatos con precios muy rebajados, y que no garantiza el vendedor que se entregue con el mismo la factura original de la venta.
Cada aparato que vende una tienda legalmente lleva consigo una factura que muestra el ADN del producto, con su número de serie, entre otras cosas, un número que a veces no es visible y hay que conectar lo que se compra para verlo. Si alguien se encuentra con ese artículo o se lo ofrecen, puede que haya salido del robo de Camaralia.
La Policía ya trabaja con los datos que les ha proporcionado la propia tienda para intentar localizar los objetos robados. Cualquier dato puede ayudar a que la empresa guarde como una anécdota este revés tras 22 años de experiencia en el sector y 12 en comercio electrónico.