Comida reciclable

Abundacia. Tras las copiosas comidas de estas fiestas, lo habitual es que sobre comida para varios días. Para evitar el despilfarro y que los alimentos acaben en la basura, proponemos algunas claves para reciclar

Ricardo Gamaza RicardoGamaza /
24 dic 2016 / 10:01 h - Actualizado: 25 dic 2016 / 17:51 h.
"Una Navidad con gusto"
  • Una mesa repleta de alimentos para Navidad. / El Correo
    Una mesa repleta de alimentos para Navidad. / El Correo
  • Un estudio de Save Food revela que los andaluces tiran una media de 69 kilos de comida al año. / El Correo
    Un estudio de Save Food revela que los andaluces tiran una media de 69 kilos de comida al año. / El Correo

Las cifras del despilfarro alimentario empeoran en España, donde, según datos de la FAO, se desperdician 2,9 millones de toneladas al año. Bajar un escalón más en localizar estos datos del desperdicio de alimentos quiere ya acudir a estudios privados, como el estudio Save Food, realizado por la compañía Albal y publicado en 2012 (que aunque tenga cuatro años es el más reciente que ha analizado con criterios objetivos las cifras de alimentos que van a la basura). Este estudio revela que los andaluces estamos a la cabeza de los desperdiciadores, superados sólo por los madrileños.

Según este estudio, los andaluces tiramos de media unos 69 kilos de comida al año, lo que supone en términos económicos unos 300 euros. Sólo supera a Andalucía la Comunidad de Madrid, con 71 kilos de alimentos convertidos en basura, que monetizados serían 324 euros.

¿Cuáles son las razones de que tiremos tanta comida? La respuesta se basa en dos acciones cotidianas: la compra y la conservación de los alimentos comprados. Compramos mucho más de lo que necesitamos y, aunque tenemos más medios técnicos que nunca antes en nuestra historia, no conservamos correctamente muchos de los productos, que acaban descomponiéndose. Es lo que se denomina por los expertos desperdicios evitables de comida, es decir, comida que nunca debería acabar en la bolsa de la basura, y, que según el estudio de Save Food, sitúa a Andalucía a la cabeza, con un 10,37 por ciento de comida que nunca consumiremos aunque la hayamos adquirido.

Sin embargo, en Andalucía, la imaginación culinaria nos ha llevado históricamente a reutilizar los restos de otras comidas (pucheros, croquetas, sopas, gazpacho, y un recetario que recogía la comida del día anterior para convertirse en un nuevo plato el día siguiente). Pero la cultura de las sobras se ha ido perdiendo paulatinamente.

Es además en estas fechas en las que se produce el momento más álgido del desperdicio de comidas. Se ha comprado en demasía para agasajar a los invitados de dos fiestas que tienen en la comida su puntal más pletórico: la cena de Nochebuena y la comida de Navidad.

Algunos productos que siempre sobran en estas comidas, como el pan, pueden reciclarse fácilmente aunque se haya quedado duro: unas tostadas o, si lleva más tiempo, rallarlo para guardarlo como ingrediente futuro para croquetas o empanadas es una solución práctica, aunque también lo es congelar el pan sobrante para otra ocasión.

Las sopas y cremas son la otra gran salida para mariscos, verduras y hortalizas que hayan sobrado. Mientras que para las carnes y pescados ya cocinados su reciclaje puede venir de la mano de la preparación de rellenos o croquetas que pueden congelarse para futuros menús.