¿Cómo aprobar en septiembre?

Cinco consejos para hacer frente a los exámenes de recuperación durante las vacaciones

01 sep 2017 / 08:11 h - Actualizado: 31 ago 2017 / 22:13 h.
"Educación"
  • Dos jóvenes estudiantes repasando sus apuntes antes de entrar a hacer el examen. / El Correo
    Dos jóvenes estudiantes repasando sus apuntes antes de entrar a hacer el examen. / El Correo
  • Joven estudiando en la biblioteca. / El Correo
    Joven estudiando en la biblioteca. / El Correo

Tras un verano que para muchos habrá sido breve, hoy comienza la época de recuperación de exámenes de septiembre. Los estudiantes de ESO y primero de Bachillerato que no aprobaron todas las asignaturas en junio y los que tienen pendiente las pruebas de acceso a la universidad deberán volver a examinarse.

De promedio, un 35 por ciento de los alumnos de ESO y bachillerato se presentarán a alguna recuperación en septiembre. La profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Mireia Cabero señala cinco técnicas que ayudarán a estos jóvenes a hacer un último esfuerzo para superar los temidos exámenes de septiembre.

Lo primero que destaca es trabajar la automotivación. Según Cabero, es fácil desarrollarla si los estudiantes son capaces de encontrar sentido a lo que están estudiando. «Estos sentidos pueden ser varios: profesionalizadores (tengo que aprobar matemáticas porque quiero ser ingeniero o ingeniera), útiles para su día a día (aprender inglés me servirá para realizar estancias en el extranjero y hacerme entender en Londres o Nueva York) o, sencillamente, para aprobar (si le dedico horas, superaré este tema y pasaré de curso sin arrastrar asignaturas)», ejemplifica la experta psicóloga.

También hace hincapié en el papel de la planificación. Es importante que durante las tres semanas previas a los exámenes los jóvenes se elaboren un plan de trabajo en el que se deje claro cuántas horas dedicarán al estudio, y es necesario que se comprometan y las cumplan. «Si la planificación del día respeta actividades que les gusta hacer, como ir a la piscina o salir con los amigos, es más fácil que se pongan a estudiar», detalla Mireia Cabero.

Tras la planificación, hay que tener en cuenta la presencia a la hora de estudiar. Si los niños planificaron que cada día estudiarán tres horas, durante ese tiempo los estudiantes deben poner toda su atención en lo que están haciendo. «Solo así aprovecharán al máximo toda su capacidad de aprendizaje».

Encontrar la estrategia de estudio que más se adecue a sus capacidades. Para lograrlo, primero hay que tener claro cuáles son los objetivos de aprendizaje que evaluarán los profesores. Una vez hecha esta división, entra en juego el autoconocimiento para saber cuál es la mejor forma de aprenderlo. «Si el alumno tiene memoria visual, es más fácil que opte por los esquemas; si es más discursivo, puede decantarse por los resúmenes», explica Cabero, que destaca la importancia de este punto.

Visualizar el momento de hacer el examen es el último consejo que da la experta. Esta técnica consiste en que los estudiantes visualicen con los ojos cerrados la manera en que quieren hacer la prueba. Mientras lo visualizan el cerebro activa una serie de redes neuronales que se aproximan mucho a las que también se activarán el día del examen. «Cuanta más visualización, más posibilidades hay de que el día de la prueba los estudiantes actúen tal como lo han visualizado».