Cómo defender a las personas más vulnerables

La Fundación Hispalense de Tutelas, que ayuda a personas discapacitadas en situaciones extremas, se presenta en Cajasol

22 jun 2017 / 10:44 h - Actualizado: 22 jun 2017 / 10:46 h.
"Solidaridad","Fundación Cajasol"
  • De izquierda a derecha, Margarita Lavinia, presidenta; Felipe Zamorano, abogado y secretario y María del Carmen Jiménez, gerente. / El Correo
    De izquierda a derecha, Margarita Lavinia, presidenta; Felipe Zamorano, abogado y secretario y María del Carmen Jiménez, gerente. / El Correo

Aunque lleva consolidada ya un año, la Fundación Hispalense de Tutelas (THT) procederá mañana viernes a su presentación oficial, para la cual reunirá en la sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol a profesionales clínicos, jurídicos, responsables y personas tuteladas con el fin de mostrar el papel de la entidad en la sociedad sevillana.

La fundación es una organización sin ánimo de lucro, que da apoyo, presta colaboración y ayuda a personas con enfermedad mental, con discapacidad intelectual y a personas mayores con deterioro cognitivo grave que a causa de estas circunstancias han visto modificada o limitada su capacidad de obrar por los órganos judiciales y la organización ejerce su tutela. La creación de la FHT ha sido posible principalmente gracias a la Fundación Tutelar NADIR y a la Fundación Tutelar de Personas Mayores, además de a otras entidades que forman el patronato y con la colaboración de la Unidad de Discapacidad General de la Consejería.

Sin embargo, Margarita Lavinia, psicóloga clínica y presidenta de la fundación, María del Carmen Jiménez, psicóloga y gerente y Felipe Zamorano, abogado y secretario, están de acuerdo en que no todas las personas que tienen una discapacidad por cualquiera de los tres motivos deben estar incapacitadas, «al contrario, nosotros defendemos que la tutela se aplique en situaciones extremas en la que la persona no tenga ninguna capacidad de autodefensa y sea muy vulnerable». El objetivo principal de la fundación es proteger los derechos de las personas tuteladas tal cómo desde el año 2006 se viene haciendo a partir de lo que se declaró en la Convención Internacional de la ONU a favor de las personas con incapacidad. El procedimiento para que una persona pueda ser incapacitada se basa en el criterio de los médicos forenses, las autoridades judiciales y la propia organización. En este sentido, como el proceso tiende a durar entre seis meses y un año, desde la fundación han llevado a cabo la creación de una comisión de valoración que reúne cada quince días a profesionales de todos los ámbitos para agilizar el procedimiento.

Por otro lado, para el pleno desarrollo de esta actividad, desde la fundación están abiertos a que el Ayuntamiento de Sevilla y la Diputación formen parte de este proyecto –como ya lo hacen en Málaga, Granada o Almería- porque «cerraría el elenco de administraciones necesarias» para resolver correctamente estos casos. La Diputación es importante a nivel provincial ya que, como afirma la gerente, «trabajamos en diferentes comarcas y su ayuda sería fundamental» y el Ayuntamiento podría proporcionar recursos económicos y humanos.

Dependiendo de cada caso, la incapacidad puede ser parcial o total y habrá personas que puedan vivir autónomamente y otras que no. Aquí radica la verdadera razón de ser de la fundación, que es aquella que defiende «un equipo de gestión basado en el factor humano, no en lo administrativo». En última instancia, creándose lazos afectivos para siempre, este es un trabajo en el que se acompaña a la persona en cada paso de su vida.