Contra las «plazas comedores»

Los vecinos de Santa Cruz han mostrado su preocupación por «la invasión» de veladores en plazas emblemáticas del barrio, como Santa María la Blanca, Venerables, Doña Elvira y Alianza. «No pueden transitar los peatones. Han dejado de ser plazas públicas para el disfrute del ciudadano y han pasado a convertirse en grandes plazas comedores, que se han llenado de veladores».

La asociación de vecinos Amigos del Barrio de Santa Cruz lleva un tiempo recibiendo quejas sobre la ocupación de la vía pública. En este sentido, reclama al Ayuntamiento de Sevilla que esté ojo avizor y supervise lo que, según relato vecinal, se ha convertido en «un mal endémico» de esta zona turística de la ciudad.

María José del Rey, presidenta vecinal, asegura que en la mayoría de los casos los establecimientos «no se ajustan a la licencia que tienen de espacio de ocupación y número de veladores permitido». Está convencida de que se producen interpretaciones aleatorias de las autorizaciones municipales que reciben los bares y restaurantes de la zona: «Los técnicos de Urbanismo estudian las solicitudes de veladores y los espacios de los que disponen para ajustarse a la ordenanza municipal de veladores. Conceden la licencia con número de veladores y espacio que les corresponde. Luego algunos dueños de los bares colocan el número de veladores que estima oportuno y también ocupan el espacio que le viene en gana».

Como resultado de esta mala praxis se produce «una desmesurada» ocupación de la vía pública en espacios turísticos y en los que, como indican, «viven también vecinos, que tienen que entrar y salir de sus casas». Los vecinos critican que las plazas pierden su condición de espacio abierto para el esparcimiento y disfrute del ciudadano. «Hay días en los que es imposible transitar por estas plazas y tampoco pueden estar jugando los niños, como siempre se ha hecho», lamentan los residentes.

El máximo exponente, aseguran, es la plaza de Santa María la Blanca, en las inmediaciones de la Puerta de la Carne. Critican que las últimas obras de remodelación han supuesto, entre otras cosas, «la eliminación de los pocos aparcamientos de coches que quedaban todavía y de las zonas de carga y descarga. Por el contrario, se han llenado de veladores y más veladores».

Una situación que, dicen, se repite en la coqueta plaza de Doña Elvira. Como muestra una de las fotografías inferiores que acompaña este reportaje, los veladores se disponen «en doble fila rodeando todo el perímetro de la plaza». Además de alterar el paisaje, impiden que el vecino o el visitante pueda disfrutar de la zona interior con total normalidad. «Provoca una sensación de agobio a quien accede dentro y trata de sentarse en uno de los bancos. Lo que se ven son mesas y gente comiendo», expone una de las vecina de Doña Elvira, quien además apunta otra queja compartida por los residentes de Santa Cruz. «La disposición de veladores no se expone en un sitio visible como recoge la normativa, sino que suele estar en la cocina o en lugares escondidos».