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En Naima Café, Conde de Barajas, se puede disfrutar de sesiones de jazz mientras se toma una copa. / El Correo -
Música en directo en la Sala Flamenco. / El Correo -
Las terrazas de verano de los establecimientos hoteleros, como esta de Doña María, son una de las propuestas más demandadas llegados estos meses de estío. / El Correo -
Variedad de rubias en la Cervecería Internacional. / El Correo
Copas, flamenco y cachimbas
Mapa del ocio nocturno. La ciudad lleva décadas especializada en ofrecer un amplio abanico de propuestas para salir de fiesta dando respuesta a las diferentes demandas
Sevilla es una de las ciudades con mayor ambiente nocturno de España. El buen clima que predomina durante todo el año –con temperaturas suaves y escasas precipitaciones– invitan a salir y disfrutar de las propuestas nocturnas que ofrece la ciudad, tanto en la calle –dentro de unos límites para no entrar en conflicto con el derecho al descanso de los vecinos– como en el interior de los establecimientos de moda. La ruta es tan completa como cambiante dependiendo de los gustos de cada uno, y de la movilidad de la oferta festiva que tiene Sevilla (copas, bailes, conciertos...), tanto entre semana como cualquier día del fin de semana.
Terrazas del Centro
Si hay un lugar favorito para salir de fiesta entre los sevillanos, éste es el Casco Histórico de la ciudad. Llegados este tiempo, a las puertas de un nuevo verano, cada vez son más los establecimientos (hoteleros, preferentemente) que como opción premium ofrecen las terrazas al aire libre y con buenas vistas del paisaje urbano para desconectar por unas horas del ajetreo del trabajo y la rutina del día a día. Y es que va dirigido tanto al turistas que nos visita como al sevillano que busca su propio oasis de ocio en la agenda laboral de la semana. En este grupo destacan, entre otros, el caso del Hotel EME, donde sus mojitos y ambiente sofisticado se completan con las vistas privilegiadas de la Catedral y su singular Giralda, así como la del Hotel Inglaterra, donde el atardecer y el skyline sevillano se alían con los mejores cócteles para alumbrar un plan perfecto, ya sea en buena compañía o bien en una reunión con amigos. Aunque para disfrutar del ocio nocturno en las alturas también están las terrazas del Hotel Doña María y el Fontecruz Sevilla Seises. En algunos casos, llegados los meses de verano y el calor sofocante de los 40 grados, se vende la siesta (descanso de un tiempo tras el almuerzo) como reclamo turístico e inmejorable antesala de las horas posteriores a la puesta de sol.
El Arenal
También hay otras opciones para los que tengan miedo a las alturas. Aquí se localiza una de las zonas para salir por Sevilla más de moda últimamente: el entorno de la Plaza Nueva y el Arenal, con algunas de las más ambientadas discotecas o bares de copas en auge. Aquí se adelanta la celebración a primera hora de la tarde para los amantes de las sobremesas tranquilas y charlas distendidas entre amigos o compañeros de trabajo. Algunos de los referentes son el Groucho, O’Clock o Rockefeller, donde se impone la copa de balón y una de las bebidas del momento. Es lo que algunos han llegado a bautizar como la ruta de gin tonic en Sevilla.
El Paseo Colón
Históricamente se considera como la milla de oro del ocio sevillano. El acerado que va desde la calle Adriano a Reyes Católicos concentra desde hace décadas un variado ramillete de bares y restaurantes que suele estar entre los favoritos de quienes salen de noche. La terraza delantera –adaptada también al invierno– permite disfrutar de un ambiente selecto, en casos como Dadá o el Kiosco Zaratrustra, con las panorámicas del río Guadalquivir y la otra orilla de Triana. Muy próximo a esta zona está el mercado Lonja del Barranco, enclavado en una estructura de hierro diseñada por el afamado arquitecto Gustave Eiffel. En la margen izquierda del río están asimismo otras terrazas, todas ellas con una localización privilegiada.
La Alameda de Hércules
Posiblemente es la zona más alternativa de la ciudad. En parte, debido a su fuerte personalidad y al entorno artístico-cultural en el que se encuentra, con salas de exposiciones y escuelas de baile. El mercado de la calle Feria, abierto al tapeo, es una de las primeras paradas. También hay una larga lista de gastrobares donde sentarse a la mesa tiene mucho más que ver con la emoción. Por lo general, la Alameda es un lugar fantástico para tomar copas al aire libre, ya que casi todos los locales disponen de terrazas en el remozado bulevar. Para los que gusten escuchar música en directo, pueden visitar Naima Café, Jazz, la Caja Negra, Fun Club y Malandar. Eso sí, para los forofos de los años ochenta y su ritmo está el bar 1987.
El Salvador- La Alfalfa
La movida nocturna ha dado aquí más que un quebradero de cabeza a sus vecinos, aunque bien entendida son paradas indispensables en el mapa del ocio sevillano. En el primer caso, cualquier bar del entorno del Salvador permite degustar la gastronomía de la tierra. Hay quien asegura que empezar la noche en cualquiera de sus establecimientos es garantía de una gran noche. Además los amantes de la rubia podrán probar en la Cervecería Internacional algunas de las primeras marcas de todo el mundo. El ambiente nocturno se bifurca entre los locales de la calle Pérez Galdós, del entorno de la Alfalfa, y más especializados en el turismo erasmus; al barroquismo y el folckore en estado puro del Garlochí, donde concluyen las distintas tradiciones de Sevilla –Semana Santa, Feria de Abril, Rocío...– en un clima que no deja indiferente a nadie.
Triana-Los Remedios
En la otra orilla de la ciudad también se vive intensamente la noche. La calle Betis se erige como epicentro de la diversión con una variada oferta entre restaurantes tradicionales, gourmet y otros de comida internacional –sobre todo italianos– donde la cena se acompaña de las mejores vistas. Pero también hay para otros gustos. Se puede volver a las alturas desde el Hotel Ribera de Triana o ir a escuchar flamenco-pop en cualquiera de las salas de la calle Castilla, con cachimbas incluidas. No faltan los guiños al ocio internacional con alguna que otra taberna irlandesa.
La Cartuja
Pero aún hay más. Para aquellos que buscan conquistar la pista de baile a golpe de caderas o con las coreografías más elaboradas tienen una parada ineludible en cualquiera de las discotecas emplazadas en los antiguos pabellones de la Expo 92. Pop, indie, house o electrónica se pinchan en las noches de los fines de semana tanto aquí como en otros sectores de la Alfalfa, Parque de María Luisa (Bilindo, Alfonso o Líbano) o el futurista Abril en el barrio de Nervión. La tradición sevillana apunta a que la jornada termina en desayunando en cualquier puesto de calentinos. Pero en los últimos años ha empezado a proliferar los after-hours para los que quieren seguir de fiesta.