La asociación Long Covid Andalucía, formada por unas 300 personas que sufren covid persistente, lo que les lleva a mantener síntomas de la enfermedad hasta un año después de sufrirla, han reclamado una mayor formación de los médicos y que se potencie el intercambio de información sobre investigación para sus dolencias.
Los afectados ponen sobre la mesa distintas necesidades respecto a atención médica, reconocimiento y registro del número de pacientes, difusión de concienciación preventiva a la ciudadanía, y sobre todo, formación a los profesionales e investigación de sus casos.
Y es que, como parte de su tratamiento, sostienen que se ven en muchas ocasiones ven que los médicos no saben cómo actuar ante pacientes que siguen enfermos un año después, y parte de sus necesidades están recogidas en una guía de atención al paciente ya publicada, elaborada y consensuada por 50 sociedades médicas en colaboración con la plataforma LongCovid ACTS.
Recuerdan que hay hasta 200 síntomas distintos que pueden llegar a acarrear los covid persistente, aunque son 87 los que más se repiten, e insisten en la necesidad de dotar de la importancia que requiere al padecimiento de las personas que tienen secuelas de la covid-19.
Entre otras, citan la sensación de falta de aire; caída capilar, pérdida del gusto y del olfato, palpitaciones o arritmias o diarrea, falta de apetito y dolor de estómago.
Diversos problemas
La fatiga, el malestar después hacer esfuerzos o la disfunción cognitiva son los síntomas más frecuentes a partir del sexto mes, según el artículo firmado por Athena Akrami, neurocientífica en el londinense Sainsbury Wellcome Centre de University College London (UCL) y otros.
Antes, recogen también problemas respiratorios, gastrointestinales, menstruales, dermatológicos, de la visión e inmunológicos, que implican, incluso, la aparición de alucinaciones o nuevas alergias.
Esta reciente investigación de la enfermedad, con dificultades para el diagnóstico, se basa en las respuestas de 3.762 pacientes con confirmación o sospecha de infección por coronavirus y síntomas que perduraron durante más de 28 días.
El estudio confirma que los síntomas musculoesqueléticos, cardiovasculares, gastrointestinales, pulmonares y neuropsiquiátricos han sido prevalentes en más del 85 % de los casos, con diferentes momentos de aparición. De este modo, la probabilidad de que aparezcan puede mantenerse estable (como en el caso del estreñimiento), disminuir ligeramente (como el malestar y la fatiga) o aumentar en los últimos meses (como con los pitidos y ruidos en los oídos conocidos como tinnitus, la pérdida de audición, los espasmos musculares y los temblores).
Pero su investigación se ha centrado especialmente en los síntomas que han categorizado como “neuropsiquiátricos” que engloban la disfunción cognitiva, las pérdidas de memoria o los problemas sensoriales y motores.
Según la publicación, el 85 % de los encuestados declararon haber experimentado niebla cerebral y disfunción cognitiva, incluyendo problemas para prestar atención, ejecutar tareas, resolver problemas o tomar decisiones. Asimismo, el 72 % de los pacientes sufrieron pérdidas de memoria a corto o largo plazo, pese a que las resonancias magnéticas cerebrales no mostraron anomalías en la mayoría de los casos.
Aquellas personas que se reconozcan los síntomas anteriormente citados pueden acudir a las farmacias de referencia en la que existe un listado para registrarlas y llevar a cabo el seguimiento y la atención de pacientes post COVID, iniciativa que se ha llevado a cabo por el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (CACOF).