- Monseñor Juan José Asenjo; el director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala; y Auxiliadora González.
El comienzo de la recuperación económica que dibujan los balances de bancos y grandes empresas no se está traduciendo en la superación de la crisis para un gran número de familias. Es más, ni siquiera el acceso a un empleo supone en ocasiones un mecanismo de salida de la pobreza. Es la «desgradable paradoja» que pone de manifiesto Cáritas Diocesana de Sevilla en su última memoria anual, la de 2016, presentada este martes en una rueda de prensa presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.
Con todo, la radiografía de los datos más significativos de esa memoria marca una disminu ción de la presión asistencial. Cáritas atendió en 2016 a 17.477 familias (el impacto alcanza a 59.111 personas), un 3% menos que en el año anterior, una rebaja que desde la institución se atribuye a una ligera mejora de la situación económica y a una mayor respuesta asistencial ofrecida por otras instituciones y organizaciones. Este descenso no debe ocultar, sin embargo, otros hechos nucleares, principalmente el de «la cronificación de la pobreza de miles de familias sevillanas». El director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, recordó a este respecto que «Sevilla es la quinta capital de España con mayor tasa de población en riesgo de pobreza, el 32,2% de sus habitantes» y que tres barrios sevillanos, Polígono Sur, Los Pajaritos y Amate, siguen encabezando la lista de los barrios más pobres de España, un «triste récord».
A ello se añaden las altas tasas de desempleo que azotan a toda la provincia. El año pasado se cerró con 251.000 parados, una tasa del 26,37%.
La «alta temporalidad y gran precariedad» del mercado laboral sólo contribuyen a acentuar la fractura social, de tal manera que ya ni el acceso a un trabajo supone una garantía para salir progresivamente de la pobreza. «Se accede a un trabajo, pero es de tan baja calidad que muchas personas deben seguir recurriendo a las parroquias de Cáritas o a los servivios sociales» para cubrir sus necesidades más básicas porque el sueldo no les llega.
El desarrollo de la acción social de Cáritas supuso en 2016 una inversión de 5.211.918 euros, un 20,8% más que el año anterior. Y ello a pesar de que los ingresos de la institución descendieron un 11,2%, alcanzando los 4.940.264 euros. La secretaria general de la organización, Auxiliadora González, quiso destacar que más de un 70% de esos ingresos provienen de aportaciones privadas a través de comunidades cristianas, socios y donantes, mientras que sólo menos de un 30% procede de las subvenciones públicas, lo que otorga una gran «autonomía financiera» a esta institución eclesial que el arzobispo Asenjo considera, junto a Manos Unidas, como «las joyas de la corona de la Iglesia Diocesana».
Pérez de Ayala puso el acento en la clara apuesta de Cáritas por «la promoción y el empleo» de las personas. Tal es así, que las acciones más significativas de 2016 están relacionadas con este campo. Desde la creación del Centro Diocesano de Empleo –que atendió a 1.788 personas el año pasado, y gracias al cual han encontrado trabajo 111–, hasta la consolidación de proyectos de economía solidaria como son la empresa de inserción Bioalverde SL, dedicada a la agricultur ecológica, y el Proyecto Textil para el reciclaje de ropa, que entre los dos lograron crear 11 puestos de trabajo.
El director de Cáritas Diocesana realizó por último una llamada de atención a las administraciones públicas para que vuelquen sus esfuerzos en la mejora de las políticas de empleo y los programas de formación y en el acceso a la vivienda para la gente que tiene mayor dificultad.
2.908 voluntarios
El arzobispo de Sevilla ha agradecido el trabajo de los 2.908 voluntarios y de los 82 técnicos contratados por Cáritas que prestaron su ayuda en 2016 a los más desfavorecidos. Repartidos por toda la geografía de la diócesis, su trabajo se desarrolló a través de los servicios generales, centros propios y las 246 Cáritas parroquiales de la Archidiócesis de Sevilla.
5,2 millones invertidos
La inversión total de Cáritas Diocesana de Sevilla para el desarrollo de sus actividades en 2016 fue de 5.211.918 euros, un 20,8% más que el año anterior. Y ello a pesar de que los ingresos ascendieron a 4.940.264 euros, un 11,2% menos que en 2015.
3,2 millones en atención primaria
En el último año, la inversión realizada por las Cáritas parroquiales en atención primaria alcanzó los de 3.240.032 euros (un 4% menos que en 2015). De esa cantidad, un 74% está destinado a alimentación (45%) y vivienda (el 29%).
3% más en salud
Con respecto a 2015, la inversión económica de las Cáritas parroquiales aumentó un 3% más en salud (vacunación de niños, gafas...) y un 35% en otro tipo de ayudas, tales como material escolar, arreglos, viajes. Por contra, disminuyó un 5% la ayuda a vivienda y un 10% la dedicada a alimentación.
70,9% ingresos privados
El 70,9% de la financión de Cáritas proviene de las aportaciones de comunidades cristianadas, socios y donantes. Menos del 30% procede de subvenciones públicas.