Del dicho al hecho: las promesas por cumplir

En casi un año y medio como alcalde de Sevilla, Juan Espadas acumula un amplio listado de actuaciones por ejecutar en los barrios. Promesas de campaña que los vecinos tienen muy presentes

12 oct 2016 / 07:00 h - Actualizado: 11 oct 2016 / 08:33 h.
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Si algo se le elogiaba a Juan Espadas cuando aún era aspirante a la Alcaldía era que en su campaña electoral no hacía grandes anuncios que luego, si las urnas favorecían, habrían de cumplirse. Aun así, los vecinos tienen memoria y el programa que incluso llegó a desgranar barrio a barrio en las jornadas maratonianas de campaña sigue sin llevarse a cabo.

Pero aunque las palabras se las lleva el viento, los PDF permanecen para poner negro sobre blanco las promesas que llegó a hacer para «recuperar Sevilla», algunas como la famosa Policía de barrio. Esa que, de hecho, anunció en su primer acto como alcalde a los agentes en la comisaría de La Ranilla. Esa que ha vuelto a recordar alguna que otra vez su delegado de Seguridad, Juan Carlos Cabrera, cuando habla de una reorganización de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del cuerpo en Sevilla. Esa que, pasado un año largo de mandato, sigue sin llegar para «mejorar la seguridad» de los distritos.

Otra de las grandes promesas que ha quedado en el olvido es la ampliación del Metro. Si bien es verdad que estos compromisos son para todo el mandato y que Espadas ha dejado claro que es algo «irrenunciable», lo cierto es que en 2016 tampoco llegará su reactivación. Entre otras cosas porque ahora el debate se centra en su financiación. Un círculo vicioso en el que el Gobierno no aporta dinero y a la vez acusa de no poner su parte a la Junta, que responde diciendo que no lo hará hasta que lo haga el Estado.

El Metro es solo un ejemplo más de que la movilidad es la estrella de los incumplimientos. De forma especial en los barrios periféricos (Sevilla Este, Alcosa, Torreblanca), donde la mejora del transporte público era uno de los objetivos. Para ello se anunció la puesta en marcha de los buses rápidos que conectaran estas zonas con lugares clave que de momento no ha llegado. Como excepción, la conexión de Blas Infante con la Cartuja a través de la lanzadera de Tussam.

¿Y la derogación de la zona azul? Una de las principales apuestas de Espadas se encontró de bruces con la realidad o con los escasos márgenes legales que admitía el contrato blindado por el anterior gobierno municipal. La situación sigue siendo, año y medio después, la misma y lo único que se ha llevado a cabo son reuniones con vecinos y afectados –en una mesa, claro– de las calles donde reducir el porcentaje de plazas en Bami y Nervión. Todo después de bastantes tomas de contacto infructuosas que acabaron con el Ayuntamiento imponiendo un modelo ante la falta de acuerdo vecinal. Ir más allá habría puesto en peligro la continuidad del contrato cerrado con Aussa y blindado por 10 años.

En zonas como San Pablo, Casco Antiguo, Sur... también está la promesa de rehabilitar las viviendas o mejorar la accesibilidad. De esto no ha habido noticias a pesar de que el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, llegó a asegurar tras una reunión con la Asociación Empresarial Sevillana de Constructores y Promotores de Obras (Gaesco) que buscaría los fondos necesarios. Por su parte, los ascensores siguen sin llegar a San Pablo –solo los tienen un 8 por ciento de las viviendas–, llevando incluso a intercambiar las casas entre vecinos para ayudar a los que tienen movilidad reducida.

CASCO ANTIGUO: El tráfico y el consenso vecinal

La reordenación de Mateos Gago, San Marcos, Santa Marina o el paseo de Juan Carlos I era una de sus promesas. También un plan de tráfico consensuado, con nuevos servicios de transporte público y aparcamientos en el entorno. Además, se apostó por la apertura de un nuevo centro cívico en la zona sur o la activación de un servicio de mediación y arbitraje para acuerdos entre vecinos, hosteleros o promotores culturales. Otra de las iniciativas en el aire es el soterramiento de contenedores en la zona norte y el consenso del horario de recogida de basura.

NERVIÓN: El edificio de la Ranilla y sus usos

Aunque el parque de la Ranilla abrió por fin, el antiguo pabellón aún está pendiente de ser recuperado para uso cultural y social. Además, el bulevar del Tamarguillo debe ser reurbanizado con instalaciones deportivas y nuevas zonas verdes. También pendiente de recuperar está el centro de educación de adultos de San Bernardo para su uso educativo y el plan de ayudas para la sustitución de tejados de fibrocemento en Ciudad Jardín.

CERRO AMATE: Las viviendas de Los Pajaritos

Crear nuevos puestos de trabajo era uno de los principales objetivos, aunque, como en el resto de la ciudad, los resultados no son los esperados. Sí se han llevado a cabo mejoras urbanísticas en barrios como La Doctora o Padre Pío que contrastan con la falta de cumplimiento de los grandes proyectos. La reurbanización de Los Pajaritos avanza a paso lento –con unas obras recién iniciadas– y del plan integral de Su Eminencia y Tres Barrios nada se sabe por el momento.

SUR: La comisaría del Polígono Sur

Ni las obras de la comisaría del Polígono Sur han comenzado ni la zona azul de Bami se ha derogado. Dos de los grandes proyectos de Espadas siguen apuntados en su libreta pero sin ejecutarse. En materia de seguridad, el gobierno local achaca al Estado la falta de inversión para construir la nueva comisaría, pero lo cierto es que el plan integral parece estancado. En Bami, al margen de reuniones puntuales, se sigue pagando por aparcar y los gorrillas no han terminado de desaparecer. En su haber, la obra de la cubierta de la piscina del Tiro de Línea.

TRIANA: En busca de un modelo turístico

Este gobierno local anunció desde el inicio de su mandato que apostaría por potenciar la marca turística Triana. Pero en el barrio, los visitantes dicen seguir «perdidos» por la falta de itinerarios e información. También lo están los vecinos en cuanto a la movilidad. Nada se sabe aún de la reordenación del tráfico en las calles de su casco histórico y, frente al aumento de la circulación en el entorno de la Torre Sevilla, la principal apuesta ha sido la lanzadera de Tussam desde la estación de Blas Infante. La ribera del río desde el paseo de la O también espera la concreción de un proyecto.

NORTE: ¿Ha llegado el final de El Vacie?

La reciente concesión de los fondos europeos beneficiarán principalmente a estos barrios sevillanos. Tras años de proyectos sin concretar, las antiguas Naves de Renfe, para las que se propuso una alternativa de ocio saludable para jóvenes, serán una realidad. También la erradicación de El Vacie, el asentamiento chabolista más antiguo de Europa, cuyo fin está cercano. Otro de los objetivos alcanzados ha sido el inicio de la integración en el mapa de la ciudad de las barriadas diseminadas de Aeropuerto Viejo o Valdezorras. La mejora en instalaciones deportivas y en vivienda pública siguen a la espera.

SAN PABLO / SANTA JUSTA: Los ascensores que no llegan

Es el distrito en el que más se ha apostado por la movilidad. Se han creado más de 500 plazas de aparcamiento, reordenado el tráfico en Santa Justa y anunciado la ampliación del tranvía –sin una fecha clara– hasta la estación de tren. Pero sus barrios siguen acumulando históricas carencias. Una de las principales pasa por los problemas de esa otra movilidad, la que genera la ausencia de ascensores, en San Pablo, donde esperan también el anunciado programa de rehabilitación de viviendas. Tampoco se ha concretado la reurbanización de barrios como San Carlos, Zodiaco o Tartessos.

ESTE / ALCOSA / TORREBLANCA: Sin cambios en los transportes

Su distancia con el centro hace que los vecinos continúen pidiendo mejoras en los transportes que, aunque comprometidas, no terminan de llegar. Principalmente la línea del Metro que parece alejarse cada vez más. Sí se han planteado medidas para reflotar la economía, especialmente en barrios con altas tasas de pobreza como Torreblanca, pero aún falta por ejecutar los anunciados planes integrales y buscar una salida para las viviendas públicas que siguen sin ocuparse. La falta de seguridad, que esperaba aplacarse con la Policía de barrio, es otro de los frentes que el gobierno local aún no ha solucionado.

BELLAVISTA / LA PALMERA: Rehabilitación de las barriadas

La reurbanización de barriadas como Heliópolis o El Cano aún esperan que llegue su turno. También la de Guadaira, que urge una rehabilitación reclamada desde hace años por sus vecinos. En Bellavista, el anunciado nuevo centro de salud sigue sin ejecutarse, al igual que la tercera fase del bulevar y el nuevo plan de transporte que anunció el alcalde. Sí se ha reactivado la obra de la comisaría de Bellavista que estará lista el próximo año. Resta por definirse el traslado definitivo de la Politécnica y el plan de movilidad para el centro comercial de Palmas Altas.

LOS REMEDIOS: Altadis, el cuento de nunca acabar

El futuro del antiguo edificio de Altadis sigue siendo una incógnita. Tras anunciar la revisión del convenio firmado por el anterior gobierno municipal, Espadas sigue sin avanzar el fin definitivo que se le dará al antiguo edificio de la multinacional tabaquera, sin uso desde el año 2007. Al margen de este proyecto, Tablada aguarda convertirse en el gran parque periurbano que anunció en campaña. Otros proyectos sin concretar son la apertura de un colegio de Infantil y Primaria en el edificio de la Politécnica, la ampliación del centro cívico o el traslado del depósito de vehículos desde el parque de Los Príncipes a una nueva ubicación.

MACARENA: El plan integral del Polígono Norte

El Polígono Norte exige, todavía sin éxito en más de un año de mandato, la puesta en marcha de un plan integral similar al del Polígono Sur. Otras barriadas como la Barzola, El Carmen –donde se comprometió la instalación de ascensores– Begoña o Villegas también aguardan la reurbanización que garantizó Espadas antes de acceder a la Alcaldía. Pero al margen de estos casos, y a pesar de las promesas, sigue sin concretarse la apertura de la piscina Virgen de los Reyes o la puesta en marcha del itinerario turístico que debe unir la muralla de la Macarena y la torre de los Perdigones.