Coronavirus

«Después de la pandemia se va a duplicar el número de prostitutas en Sevilla»

Muchas de estas mujeres están en una situación aún más vulnerable que antes por la crisis sanitaria actual

Verónica Ojeda verojeper /
03 may 2020 / 04:35 h - Actualizado: 03 may 2020 / 04:35 h.
"Coronavirus"
  • «Después de la pandemia se va a duplicar el número de prostitutas en Sevilla»

La prostitución es, a menudo, invisibilizada y escondida en nuestra realidad, sin embargo, existe y ahora en plena crisis sanitaria, también. Estas mujeres están ahora en una situación mucho más vulnerable y difícil de afrontar que antes del confinamiento. No tienen recursos y, a esto se suma, la desinformación y desconexión en la que se encuentran. Antes las veías en las calles o en las carreteras, o estaban en pisos, clubes o grandes prostíbulos, la gran incógnita ahora es dónde y cómo están en medio de un estado de alarma. Una gran parte de estas mujeres se ha quedado sin la posibilidad de obtener ningún ingreso económico y con la dificultad de acceder a algunas de las ayudas. Si las mujeres prostitutas siempre han estado ocultadas, ahora lo están aún más. Esta situación va más allá del debate entre abolicionismo y regularización, va de supervivencia.

La situación de la prostitución está doblemente vulnerada. Por un lado, se encuentra el colectivo inmigrante en situación irregular y, por otro, las mujeres sin ningún ingreso por la situación de confinamiento, con cargas familiares y situaciones muy precarias.

Para conocer más de cerca la situación que están viviendo las prostitutas de Sevilla, hemos hablado con María José Barrero, una de las fundadoras del Colectivo de prostitutas de Sevilla. «Lo estamos pasando muy mal porque no tenemos recursos. Las mujeres nos llaman, incluso, porque no tienen bombona de butano y llevan 3 días sin ducharse. Hoy nos ha llamado una compañera para decirnos que si le podíamos pagar el internet porque se ha quedado aislada en un pueblo». Muchas de estas mujeres se sienten «abandonadas» y cuentan a este periódico que, en muchos casos, no saben a qué tienen «derecho». «Nadie nos informa».

Sara Vicente, responsable de los programas de trata y prostitución de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, sostiene que «no tienen un lugar donde vivir ni recursos habitacionales, viven donde las explotan y están aisladas. Esto es lo que está pasando. Mientras que exista la prostitución, todo esto va a seguir pasando».

Pese al riesgo que supone seguir ejerciendo la prostitución, a muchas de ellas «no les queda más remedio» y lo hacen «para poder comer», expresa Barrero. Ahora mismo, aunque teóricamente los clubes no funcionan, en la práctica no se sabe a ciencia cierta. APRAMP contactó en las primeras semanas con 13 zonas abiertas (zonas industriales y polígonos), 36 espacios cerrados (clubs situados en autovías y carreteras) y 122 zonas invisibles (pisos donde las mujeres son prostituidas) para conocer la actividad de la prostitución en esta circunstancia y concluyó que «el 80 por ciento de los pisos siguen activos». Estos datos reflejan que hay todavía actividad. «Sigue habiendo una demanda clara y eso es lo que hemos articulado con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», afirma Rocío Mora, directora de APRAMP. «Las mujeres que están en clubes que sí funcionan son víctimas de trata», aclara Barrero.

Deudas en los clubes

En el caso de los clubes, las mujeres están siendo obligadas a pagar por servicios que no están haciendo ahora mismo. «Están generando una deuda enorme por el confinamiento», nos cuenta Barrero. «Cuando acabe esta crisis, las mujeres van a tener que conseguir el doble de clientes que antes para poder pagar la deuda y subsistir. Encima de todo, esto no se considerará proxenetismo porque nosotras somos ‘huéspedes’ y estamos pagando un ‘hospedaje’», añade. De hecho, muchas mujeres al no tener alternativa habitacional o no poder seguir en los clubes «están ahora en las casas de sus clientes para tener un techo y comida».

La prostitución se agravará después del estado de alarma

Otra cuestión es el escenario futuro. Esta situación tan vulnerable para la prostitución puede desembocar en un agravamiento después del estado de alarma. De hecho, Barrero explica que «después de la pandemia se va a duplicar el número de prostitutas en Sevilla». «Nadie nos obliga a ejercer la prostitución, quien nos obliga es el frigorífico vacío, las facturas por pagar y los niños pidiendo. Lo hacemos porque no tenemos otro medio para sobrevivir. Nos explotan económicamente».

Durante estos días de crisis sanitaria, muchos colectivos están en un contexto muy vulnerable. No obstante, «estas mujeres, por la estigmatización que tienen y por la situación de precariedad en la que viven, son aún más vulnerables», destaca Pepa Cabanillas, de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDHA). «Existe una gran estigmatización y clandestinidad por no poder dar la cara. Las prostitutas somos triplemente clandestinas: por ser inmigrantes, estar indocumentadas y/o por carencia de padrón», según Barrero.

Ingreso mínimo vital

Hace unos días, el Ministerio de Igualdad amplió el Plan de Contingencia contra la violencia de género durante el confinamiento para reforzar la protección de las mujeres víctimas de explotación sexual, de trata con fines de explotación sexual y de las «mujeres en contexto de prostitución». En esa ampliación del Plan se indica que estas mujeres, cuando cumplan los requisitos acordados, podrán ser beneficiarias del ingreso mínimo vital, aunque se encuentren en situación administrativa irregular. No obstante, Barrero considera que «muchas mujeres no van a pedir esa renta porque no tienen información de que esto está pasando. Qué importa que tengamos derecho a 14 cosas, si no sabemos qué cosas son».