Las altas temperaturas son las protagonistas en Sevilla este último fin de semana de julio, con alerta roja por calor, activada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), al superarse la barrera de los 40 grados en todo el valle del Guadalquivir. Para evitar golpes de calor o sobresaltos en casa con nuestros abuelos, cuya día se celebra este domingo 26 de julio (Santa Ana y San Joaquín), la empresa sevillana DediCares, centrada en el cuidado y atención a domicilio de personas mayores, ha hecho público un decálogo de recomendaciones sanitarias con el que mantener bien cuidados e hidratados a los miembros más veteranos de nuestras familias.

Consejos para prevenir los efectos del calor en los ancianos:

1.- HIDRATACIÓN CONSTANTE. Es esencial beber mucha agua para mantener el cuerpo hidratado frente a la rápida pérdida de líquido como consecuencia directa del calor. En el caso de las personas mayores, la mayoría no suele tener demasiada sed, por lo que no piden agua a menudo. En este caso, el cuidador debe controlar la cantidad de agua que bebe el anciano y cerciorarse de que es la suficiente, invitándole a beber, aunque no tenga sed.

2. USAR ROPA LIGERA. Para conseguir una mayor comodidad de nuestros abuelos y disminuir la sensación de asfixia a altas temperaturas, es crucial que su ropa sea ligera y transpirable. Se recomienda el uso de tejidos de lino o algodón en prendas que queden holgadas. En el caso de emplear una camisa, evitar abrochar los botones más cercanos al cuello.

3. EVITAR LAS HORAS DE MÁXIMO CALOR. Una buena opción para las personas mayores de cara al buen tiempo es salir a pasear. Ahora, en verano, sin embargo, es fundamental evitar hacerlo en las horas de más calor, que normalmente comprenden entre las 12.00 y las 17.00 horas. Además, al margen de la hora del paseo, hay que procurar estar el máximo tiempo a la sombra y cubrir la cabeza, con un sombrero o una gorra, para evitar una exposición directa al sol.

4. ELUDIR BEBIDAS CON CAFEÍNA O ALCOHOL. La cafeína y el alcohol, además de estimular y provocar alteraciones nerviosas en las personas mayores, favorecen la deshidratación. Por eso es tan importante evitar este tipo de bebidas en los ancianos, sobre todo, ahora en estos meses de verano.

5. AUMENTAR EL CONSUMO DE FRUTAS Y VERDURAS. Para la correcta hidratación de nuestros mayores en verano es importante fomentar el consumo de líquidos en la dieta. Se aconseja aumentar el consumo de frutas y verduras durante estos meses. Por el contrario, hay que evitar platos que requieran procesos de digestión largos, como guisos o caldos a altas temperaturas. Asimismo, es conveniente para la nutrición del anciano que consuma más pescado que carne.

6. MANTENER LA CASA FRESCA. Durante las horas más calurosas del día es más apropiado mantenerse en casa. Sin embargo, cuidar la temperatura en el interior también es una tarea necesaria, ya que el calor del exterior afecta también a la temperatura del hogar, provocando una sensación de bochorno muy incómoda para el anciano. Por ello, se aconseja cerrar las ventanas durante estas horas y abrirlas a última hora de la tarde y por la noche, cuando refresca un poco más. En el caso de tener aire acondicionado, mantener la casa refrigerada es una buena opción, pero no se recomienda reducir la temperatura más allá de 22-24 grados centígrados.

7. USAR PROTECCIÓN SOLAR. La piel de las personas mayores está algo más debilitada, por lo que la prevención frente a los efectos del sol adquiere todavía más importancia en ellos. La utilización de protección solar es imprescindible cuando el anciano sale de casa. Usar como mínimo factor 20.

8. SALIR AL AIRE LIBRE. Dar paseos ayuda a que las personas mayores estiren los músculos y se encuentren más sanos. Mantener el cuerpo activo asegura una mayor autonomía del anciano y evita caídas inesperadas, reduciendo su miedo a caminar solo.

9. CONTROLAR LAS HORAS DE SUEÑO. En verano, las horas de sueño están alteradas. El calor nos hace dormir menos y, por tanto, estar más cansados durante el día. Evitar este hecho es mucho más importante cuando se trata de personas mayores, ya que las horas de sueño para ellos son esenciales para un correcto estado de salud. Para conseguir controlar las horas de sueño, mantener unos horarios fijos es de gran ayuda. Del mismo modo, realizar algo de ejercicio durante el día aumenta el cansancio y la sensación de sueño, ayudándoles a dormir mejor.

10. VIGILAR LA TENSIÓN ARTERIAL. Los tratamientos médicos a los que se someten las personas mayores suelen afectar a su tensión arterial de manera que su control se convierte en algo indispensable para que su salud esté en perfectas condiciones. El calor también altera la tensión, por ello, vigilar periódicamente ayuda a prevenir efectos negativos en los abuelos.