Diez horas con la Hiniesta

{Las diez horas que pasarán juntos el próximo 24 de octubre los cofrades sevillanos con la Virgen de la Hiniesta en procesión por las calles de su barrio hacen bueno una vez más el dicho de esta casa en el que se afirma que aquí, en Sevilla, la Pasión no acaba. Prueba de ello era también el entusiasmo con que se prodigaba ayer el hermano mayor de la corporación de San Julián, José Antonio Romero, explicando a este periódico los detalles de esa salida extraordinaria del palio con ocasión de cumplirse los 450 años de la fundación, expresada en sus primeras reglas penitenciales. Y de entre todos los datos y pormenores, precisamente eran esas diez horas de duración del paseo de la dolorosa de Castillo Lastrucci, desde las cuatro de la tarde hasta las dos de la madrugada, las que encendían esa pasión inagotable en la voz del máximo responsable de la entidad. «A los vecinos les hará mucha ilusión», aseguró.

No lo decía solo por la duración del acontecimiento, sino también por el carácter popular y de barrio que se quiere imprimir a la procesión, como explicó Romero. Será una apoteosis de todo San Julián, con la Virgen de la Hiniesta pasando por calles nunca antes transitadas por la cofradía. Tan insólito es lo que pretenden hacer que ni siquiera saben todavía en la hermandad por qué lugares sería posible enfilar y en cuáles otros va a estar complicado hacerlo. «En algunos casos dependerá del Ayuntamiento y de los arreglos que se puedan hacer», comentó José Antonio Romero. «Nosotros estuvimos el lunes haciendo mediciones por el barrio, mirando a ver por dónde sí se podía y por dónde no, y nos encontrábamos con casos como que para que la Virgen pueda pasar habría que mover un aparato de aire acondicionado, o asfaltar el suelo para que el pavimento y el acerado coincidan en altura y así salvar el escalón y que tenga el ancho suficiente».

«Parece fácil organizar algo así, pero es muy complicado», afirmó el responsable principal de una hermandad que anoche se reunía en cabildo general ordinario de cuentas sin poder llevar en el orden del día, como habrían querido, el itinerario de la salida conmemorativa de octubre próximo. «Las de aquí son calles muy estrechas. De hecho, ni siquiera sabemos todavía si la salida la haremos a la izquierda o a la derecha», y de eso dependerán muchos aspectos de la jornada. Lo que no cambiará, según el citado, será la idea de visitar todos y cada uno de los templos que han sido claves en la historia de la corporación, a saber: San Hermenegildo, Santa Marina, San Marcos, Montesión, San Martín, San Juan de la Palma y los Terceros. A este lote hay que sumar también el comedor social del Pumarejo, que llevan las Hijas de la Caridad.

«Lo importante es que estamos buscando sitios para que el recorrido sea muy novedoso». La hermandad aspira a hacer historia no solo en lo procesional; no se trata únicamente de una salida extraordinaria por muy fervorosa que esta pueda ser (tratándose de la Hiniesta, no cabe dudar de este aspecto), sino sobre todo de una comunión de barrio, por lo que se pudo deducir ayer de las palabras del hermano mayor. Mucho barrio... y mucha muralla, otro fondo al que se quiere sacar mayor provecho que el Domingo de Ramos. No obstante, esa imposibilidad de tener ya definidas las partes del itinerario impidieron anoche comunicar la noticia al cabildo; así pues, lo único que se sabe de momento es que «será un recorrido muy novedoso con respecto al del Domingo de Ramos».

El cortejo de la salida extraordinaria, según dijo Romero, se pretende que no sea excesivo. Habrá representaciones de hermandades –en particular, las del Domingo de Ramos–, hermanos con cirios y poco más; la comitiva «no será demasiado larga», y «será una procesión de alabanza». Poner música a esta ocasión histórica también corresponderá a la banda del Carmen de Salteras, y del 13 al 17 se expedirán las papeletas de sitio, en horario de 19.30 a 22 horas y el sábado, por la mañana. Pasión inacabable, ya quedó dicho. Incluso para medir calles. ¿Cuándo se sabrá? «Lo antes posible».