«Don Marcelo Spínola se parecía mucho al papa Francisco»

Antes de aterrizar en Sevilla, Marcelo Spínola estuvo en Málaga. Fueron diez años de «pontificado de oro» que, personalmente definió, como su «monte Tabor», y en los que desarrolló una labor social «impresionante» al frente del obispado de Málaga. «Se parecía mucho al papa Francisco, en su manera de actuar y de estar cerca de los pobres y del necesitado», afirma el sacerdote Jesús Donaire Domínguez, autor del libro sobre la vida y obra de quien años más tarde, en 1899, fundara El Correo de Andalucía en la capital hispalense.

Muchas claves de este personaje histórico se darán este martes 11 de diciembre en la conferencia titulada El beato Marcelo Spínola, obispo de Málaga (1886-1896), que ofrecerá Jesús Donaire, párroco del Corpus Christi de Sevilla y profesor del Centro de Estudios Teológicos y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Sevilla, en el Centro de Estudios Teológicos San Pablo de la ciudad malagueña.

En su disertación, el padre Donaire realizará un recorrido por los diez años de «don Marcelo» en Málaga: desde su llegada en las postrimerías del siglo XIX hasta su nombramiento como obispo sevillano en 1896.

A modo de introducción, hay que recordar que, a priori, se encuentra con «una situación social muy dura» después de producirse «hasta un terremoto muy grande y una epidemia» que acarrea «mucha hambruna» y «una situación conflictiva muy grande». A este caldo de cultivo, señala el conferenciante, hay que añadir «las cuestiones obreras» de este momento de industrias y fábricas con «trabajadores bastante explotados y sin apenas derechos».

En este sentido, Jesús Donaire explica que «don Marcelo Spínola» afronta esta situación desde tres planos diferenciados. «De un lado, desde el plano teórico con la presentación de la doctrina social de la Iglesia; para pasar a un lado práctico, con conciertos con instituciones benéficas para dar comidas diarias a pobres y necesitados; fundando las Esclavas del Divino Corazón, para formar y educar a las niñas; consiguiendo que los Salesianos se instalen y asuman el cuidado de los niños que trabajan sin recursos en las fábricas; abriendo varios asilos y creando asociaciones obreras frente a la visión nefasta que, hasta entonces, tenían los obreros de la Iglesia».

Una labor social «impresionante» que se complementó en tercer lugar, con «el plano más personal» del propio Marcelo Spínola. «Vivía pobre y austeramente. Se parecía mucho al papa Francisco, en las maneras de actuar, vivir y estar cerca de los pobres y del necesitado. En ese entregarse al que más sufre. También en armar lío, como dice constantemente el papa Francisco».

Igualmente de esta etapa malagueña en la que tenía su casa «abierta a todas las personas», Donaire reseña anécdotas como que «iba con camisas cosidas y zurcidas» o que «comía con cuatro cosas que tenía, como arroz o patatas».

Como conclusión, asegura que «don Marcelo Spínola» tiene un discurso «muy actual» por el modo en el que obró en cada momento. «Siempre se puso de frente a todas estas cuestiones problemáticas. Fue muy sensible con las cuestiones sociales y, supo dar respuestas a las situaciones históricas de cada momento».