Si pasea por la Puerta de Jerez podrá ver su simbólica fuente allá donde, aproximadamente, se erigía la puerta que da nombre al lugar, una de las entradas a Sevilla así como la vieja calzada romana e, incluso, en su subsuelo, los restos de las invasiones normandas, vikingas, a la impresionante Híspalis.
Este lugar se llama así por ser la salida natural a Jerez de la Frontera, de donde toma su nombre, y que estuvo en pie hasta 1836, entre sus dos características torres con reja, cual defensa de un cinematográfico -pero real- puente levadizo.
Allí mismo se encuentra una extraña lápida que mal se lle, denota su antigüedad y, a duras penas, podemos distinguir lo que dice pero que, es especialmente, relevante:
HERCULES ME EDIFICO
JULIO CESAR ME CERCO
DE MUROS Y TORRES ALTAS
EL REY SANTO ME GANO
CON GARCI PEREZ DE VARGAS
Es antigua, muy antigua, aunque su colocación en ese punto data del siglo XX, de los años setenta, está en la esquina que forma Puerta de Jerez y Maese Rodrigo, en el entorno de donde debió estar esa puerta, en la confluencia de la calle San Gregorio, siendo del siglo XVI y que sustituía a la original del 1622.
Un punto muy destacado de la ciudad, que recibía al visitante o al que se marchaba de ella, que lo citara en muchas ocasiones la parte más sevillana de Miguel de Cervantes.
Es una referencia clara a la Historia de Sevilla en alusión a los tres grandes protagonistas de su Historia, con Hércules como referencia a su fundador mitológico de la mano de la figura del comerciante fenicio Merlkart; Julio César que pasó por Sevilla y demostró su cariño elevando su rango a mismo estatus que Roma (SPQHIS) y, finalmente, San Fernando con el conquistador cristiano de la ciudad, uno de los hombres de confianza del rey-santo, crucial en la conquista de Andalucía en el siglo XIII.
Es otro de los lugares con Historia de una ciudad eterna llamada Sevilla