Donde se ponga un buen turrón...

Postres. La sobremesa navideña dispensa de un selecto menú de dulces a base de harina, canela y almendras

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
06 dic 2016 / 08:04 h - Actualizado: 07 dic 2016 / 13:18 h.
"Gastronomía","Las tradiciones del puente"
  • Turrones, mantecados, mazapanes y hasta roscos de reyes endulzan las comidas de estos días. / Fotos: El Correo
    Turrones, mantecados, mazapanes y hasta roscos de reyes endulzan las comidas de estos días. / Fotos: El Correo

Hay productos que siempre vuelven a casa por Navidad. Son delicias azucaradas de mil y un sabor que en las próximas semanas –o ya en estos días de puente o acueducto, para quien lo tenga– ocuparán un lugar destacado en las mesas sevillanas endulzando las tradicionales comidas.

Turrones, mantecados, polvorones, mazapanes, dátiles, peladillas, frutas escarchadas... La oferta de estos golosos tesoros es tan inmensa como reconocida su calidad en todo el mundo. Muchos cuentan con siglos de historia y su presencia en la sobremesa navideña no siempre se ha mantenido en la misma proporción dependiendo de los gustos de la época y, por qué no, del bolsillo del comensal. Pese a todo, el turrón ha mantenido su reinado en el selecto mundo de los postres navideños.

La confitería La Campana, en pleno centro de Sevilla, mantiene la tradición de elaborar artesanalmente este producto que suponía un aporte energético para los atletas griegos que participaban en las Olimpiadas y que llegó a la Península de la mano de los árabes. «Hay una vuelta al turrón tradicional, en especial al de Alicante (que es el duro) y de Jijona (de textura blanda). Son más energéticos y sabrosos», reconoce Borja Hernández Medina, la cuarta generación de este emblemático negocio fundado en 1885. Pese a que es un género que tienen todo el año, pues «se lo llevan mucho los turistas», estos días es «una prioridad absoluta», disparándose su producción para atender la demanda que llega al mostrador de la tienda.

Tampoco faltan estos días bandejas de mantecados y polvorones. El municipio sevillano de Estepa lidera la producción de este sector con una campaña navideña que alcanza cifras de récords: 20 millones de kilos y una facturación de 70 millones de euros. Una tradición amasada con harina, manteca de cerdo, canela, ajonjolí y almendra tostada que recientemente ha obtenido un nuevo respaldo al recibir uno de sus productos –el polvorón– el reconocimiento de calidad de la Comunidad Europea, algo que ya tenía desde hace cinco años el mantecado estepeño. La diversificación ha sido clave para mantener en primera línea este sabroso producto. En este sentido, una de las novedades de este año es la comercialización de mantecados en el mercado árabe, donde «no tiene tanto una connotación puramente navideña y se consume todo el año como complemento del té». Para tal destino, «se sustituye la manteca de cerdo por aceite de oliva extra», según detalla José María Fernández, del Consejo Regulador de Mantecados y Polvorones de Estepa.

Completa este podio de postres navideños los famosos mazapanes, elaborados con almendra y azúcar y que «suelen presentarse en forma de figuritas, sirviendo además de base de otros dulces como los afamados pasteles de gloria o el pan de Cádiz», dicen desde la confitería Ochoa, otra pastelería destacada.

Frente a lo de toda la vida, también hay nuevas propuestas. La Campana viene trabajando en dos: el primor de hojaldre (parecido a la hojaldrina) y las nueces al fondán (yemas de huevo con trozos de nueces cubierto de azúcar glaseada). La primera surgió hace al menos un lustro y desde un primer momento ha tenido una buena aceptación.

Pero las navidades también tienen un postre para cada fiesta. Así, para las celebraciones de Nochebuena suelen llevarse mucho los llamados troncos de Navidad, que son «un pastel tipo pionono a base de bizcocho y mantequilla». Para fin de año, se impone la tendencia de tomarse unas uvas más dulces que las que suelen acompañar las doce campanadas. Son las uvas de nata o de la suerte, «una especie de racimos elaborados con la masa del brioche y rellenos de nata, que no puede faltar en el menú de los más supersticiosos».

El nuevo año acerca a la mesa otra delicia. Confiterías y obradores amasan el dulce rey de la tarde del 5 de enero y de la mañana siguiente. Casi 4.000 roscos se venden en La Campana para saborear en nata, crema o trufa la llegada de Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar