En la víspera del día de los difuntos el cementerio de San Fernando se llena de sevillanos que se afanan por arreglar las tumbas y nichos de sus allegados. Un camposanto que hace unos años parecía que se iba a quedar pequeño para las necesidades de la capital andaluza y que llevó al Ayuntamiento de Sevilla a plantear su ampliación. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la tendencia en los usos y costumbres en los enterramientos han cambiado. Actualmente Sevilla es una de las ciudades españolas donde más se incinera (en el 70 por ciento de los casos), al contrario de la tendencia estatal que solo recurre a la cremación en uno de cada tres casos, según datos de los servicios funerarios. En concreto, en el año 2013 se produjeron 1.713 inhumaciones, esto supone unos 142 al mes y 4,7 al día. En 2014 se redujo la cifra a 1.684, 140 al mes y 4,6 al día y hasta el 27 de octubre de este año se han registrado 1.329 enterramientos, lo que implica una media de 133 al mes y 4,4 al día.
Por el contrario, las cremaciones registran un importante ascenso. En 2013 fueron 3.204 las incineraciones que se realizaron en el cementerio de San Fernando. Esto supone unas 267 al mes y una media de 8,7 al día. En 2014 fueron 3.461; alrededor de 288,4 cada mes y unas 9,5 al día. Igualmente, hasta el pasado día 27 se habían producido 3.174, esto implica que se dieron 317 por mes y una media de 10,58 cada día.
Los datos no dejan lugar a dudas sobre la tendencia actual en los enterramientos en Sevilla. Las incineraciones casi triplican el número de inhumaciones. Aunque esto no quita que pueda ser distinta en el futuro. Así el gobierno local no ve necesario actualmente llevar a cabo la ampliación del camposanto que está recogida en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente y que además cuenta con el aval del Supremo. A esto se le suma que para su ejecución, además de una importante dotación económica para desarrollar las obras, habría que contar con otro montante para hacer frente a las expropiaciones. Pues hacer de San Fernando un camposanto más amplio pasa por la expropiación de 35 naves de la zona sur del polígono industrial de San Jerónimo.
Fue en 2006 cuando se iniciaron los trámites para que el PGOU recogiera esta ampliación. Los empresarios afectados –se calculaba, por aquel entonces, que supondría la pérdida de unos 200 empleos– denunciaron la modificación y años más tarde, en 2012, el Tribunal Supremo acabó dando la razón a la expropiación en una sentencia que confirmaba una anterior del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que fue recurrida por los propietarios de estas naves de la zona sur del polígono.
Los magistrados argumentaban quedaba «plenamente justificada la necesidad de ampliación del cementerio». Y es que la decisión judicial hacía suyos los argumentos expuestos por el Ayuntamiento para defender la necesidad de llevar a cabo las expropiaciones y destacaban que «muchas de las defunciones producidas en Sevilla se desvían a municipios del área metropolitana» y que «Sevilla es la única ciudad de 700.000 habitantes –actualmente son 696.676 sevillanos según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)– que cuenta con un único cementerio que data de 1880, y que es inapropiado e insuficiente para atender las necesidades funerarias de la ciudad». El fallo aludía a que el cementerio «habría quedado agotado hace 20 años» de no haberse producido un incremento de las incineraciones, que «ha permitido que haya podido seguir funcionando, pero con carencias y absoluta falta de espacio». «No existen vacantes, no es posible conceder tumbas de suelo, tampoco existe espacio físico para ejecutar nuevas tumbas de pared», eran algunas de las deficiencias que enumeraba la sentencia.
Ante el cambio de tendencia, la actual corporación municipal tiene más en mente la puesta en marcha de un cuarto horno crematorio a lo largo de este mandato antes que llevar a cabo el antiguo proyecto de ampliación. Si bien, actualmente el cementerio de San Fernando atiende con los recursos de los que dispone a la demanda existente y es capaz de afrontar unas 15 las cremaciones diarias. Si bien, fuentes municipales aclaran que varían en función de las muertes que se produzcan e, incluso, de las horas en que éstas ocurren.