El Ayuntamiento de Sevilla y la Autoridad Portuaria han llegado a un acuerdo para el desarrollo urbanístico de la zona de transición entre el Puerto y la ciudad, conocida como el Batán oeste, que permitirá su integración definitiva en la urbe. El proyecto, que respeta el plan previsto en el PGOU para esta zona, permitirá desarrollar un modelo urbanístico de más de 270.000 metros cuadrados en el que se recuperará la margen del río como «un espacio público, verde y de calidad» y se adecuará un espacio destinado a su uso como suelo terciario en el que se integrarán proyectos dependientes de la iniciativa privada. Además se mantendrán unos 200.000 metros cuadrados de uso industrial.
Así lo ha anunciado el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, tras mantener un encuentro con el presidente del Puerto, Manuel Gracia, en el marco de la comisión mixta de la que forman parte ambas instituciones. Un proyecto que obligará también a trasladar a otra ubicación las instalaciones que la empresa CLH posee en esta zona del Puerto. «CLH conoce el asunto porque está en el PGOU. Las conversaciones que hemos mantenido con ellos han sido muy productivas y han entendido que se trata de una zona de expansión para la ciudad», explicó el alcalde. Para dar su visto bueno a este aspecto, CLH ha exigido al Ayuntamiento que se busque otra ubicación para la empresa dentro de la ciudad y que, además, el coste de este traslado vaya imputado al proyecto. Será, por tanto, la iniciativa privada que adquiera el uso de estos suelos terciarios quien abone este cambio de emplazamiento.
La adecuación de estos suelos motivará también la configuración de un nuevo viario que vertebrará las futuras construcciones que la iniciativa privada desarrolle en la zona. Una de ellas podría ser Sevilla Park, cuyo proyecto inicial ubicaba parte de la instalación en lo que ahora se configurará como una zona verde junto a la margen del río. El alcalde no quiso descartar la ejecución de este proyecto e invitó a los promotores a optar, como el resto de operadores privados interesados, a esos suelos que el PGOU califica como de uso terciario.
Será un proyecto a largo plazo, sin tiempos concretos de ejecución, que será comunicado al resto de grupos políticos el próximo 3 de mayo en la comisión de seguimiento del PGOU. A partir de ahí, el Puerto iniciará la modificación del plan previsto para esta zona en 2014 para adaptarlo a esta nueva realidad, en un proceso que podría dilatarse en torno al año y medio. Según el alcalde, se trata de «un trabajo de meses que va a permitir la reactivación económica y la generación de empleo» en la ciudad, con un proyecto similar al que se ha desarrollado en los puertos de otras ciudades como Bilbao, Málaga, Barcelona o Hamburgo.