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Juan Luis Caballero, del grupo de vecinos de Alcosa que se ha movilizado por el parque. / El Correo TV
¿Qué novedades hay después de que hace unos años Bruselas frenara el proyecto de la SE-35 que amenazaba al parque del Tamarguillo?
—De momento, ninguna. Y eso ya es buena noticia. Estamos tranquilos y expectantes con lo que pueda pasar. Lo que está claro es que no vamos a permitir que una carretera parta en dos el parque del Tamarguillo. Hay otros sitios para hacer la especulativa carretera con la que dar servicio a la zona de San Ildefonso, que no hay que olvidar que es la despensa de Sevilla.
—Pero, aún así, no han terminado los problemas para el parque...
—Lamentablemente no. Continúa el vandalismo haciendo de las suyas porque no hay una seguridad cercana y constante en todo el parque. Hay falta de voluntad política. Ahora en invierno, que anochece a media tarde, da miedo pasar por algunas zonas. Falta iluminación. Además si se instalaran juegos de gimnasia de mayores en la zona del parque más problemática se aseguraría la presencia de gente y, por tanto, se garantizaría también una mayor seguridad.
—¿Qué mejoras plantean los vecinos de la zona para el parque?
—Creo que somos el único parque que tiene caminos de graba, o una especie de graba, que es bastante incómodo para usuarios y deportistas. Si intentas caminar por estos senderos terminas con los pies destrozados. Y ya cuando llueve... ni os cuento. Se mueve toda la graba y se encharca. Es un peligro. Queremos que se ponga albero compactado.
—Otra demanda vecinal tiene que ver con el cortijo de San Ildefonso que hay dentro del parque...
—Hace seis años las entidades que trataban de dar vida a aquello y dinamizar el parque fueron desalojadas por el Ayuntamiento de Zoido. Según hemos podido saber se hizo con un informe donde se decía que el cortijo estaba ocupado por un grupo de rumanos, y que había que desalojar para evitar daños. La realidad es que allí solo estábamos asociaciones y el problema es que nos estábamos manifestando para evitar que se construyera la SE-35.
—¿En qué estado se encuentra el cauce del Tamarguillo?
—Está lleno de cañas y eneas. Es un foco de insalubridad. Además nadie cuida de los gansos. Comen lo que les echan los viandantes. Estamos empezando a tener un problema de superpoblación: estamos hablando de más de 200 aves. De igual manera, hemos alertado a Parques y Jardines que cuando los domingos vienen familias a pasar el día encienden barbacoas y fogatas entre los árboles.
—¿Cómo va el pulso con la Junta para la rehabilitación de las viviendas de Alcosa?
—Todo parado. La Junta ha aprobado nuevas ayudas a la rehabilitación pero no sabemos si hay alguna partida para este barrio. Creerán que con los años los bloques se arreglan solos. Tampoco tenemos ayudas para ascensores.