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Los primeros 20 refugiados procedentes de Grecia, de origen sirio e iraquí, llegan hoy a España. / EFE -
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y José, un refugiado palestino. / Julio Muñoz (Efe)
Es conocido por todos el cuento de la amenaza del lobo. No hay generación que no lo haya escuchado o utilizado. Aquella advertencia, repetida una y mil veces, simbolizaba la actitud de incredulidad de quienes se niegan a aceptar la posibilidad de que una situación sea real. «¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo!», era la alerta que no se tomaba en cuenta.
El cuento es asimilable a lo que ocurre en España con los refugiados. Desde que se dio luz verde a la llegada de 16.000 personas, tan solo se han acogido a 18 y hoy llegan otras 20. En total 38... Desde el Gobierno se avisó de que llegarían pronto y ya han pasado unos ocho meses. Pero como el cuento del lobo, todo llega y algunos no se lo terminan de creer. A Sevilla, al centro de la ONG Accem llegará hoy una mujer embarazada, la cual no se ha concretado si es siria o iraquí. No será la única, pues se espera que llegue, a mediados de junio, una familia de siete miembros de nacionalidad siria procedentes de Turquía. Lo hacen con la peculiaridad de que una hija sufre una parálisis cerebral.
Ayer, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, que estuvo acompañada por una amplia representación de la ejecutiva del PP andaluz y la secretaria General de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, visitó el centro de refugiados de Sevilla con motivo del 22 aniversario, por el que en estos años han pasado algo menos de 4.000 personas y que actualmente hay 96 personas. Allí, paseó con su grupo y conoció a algunos de los refugiados que un día llegaron escapando de las guerras que asuelan sus países. A su llegada, un palestino y un senegalés de nombres casi impronunciables se mostraron asombrados con la presencia de tantas cámaras. «¿Quién viene?», decía uno de ellos. A lo que los periodistas le explicaban que era la vicepresidenta del Gobierno. «¿Y esa quién es?» Silencio extraño y rápidamente los medios se agolparon ante la inminente llegada de Sáenz de Santamaría. Poco después, foto de familia y entrada al centro de refugiados. Una vez dentro visitaron las salas de descanso, de estudio, las habitaciones y, por último, la cocina, donde las risas se sucedieron gracias a las vivencias del jefe de cocina, Manolo Suria. Lleva 22 años en el centro y, como él mismo explica, «lo mejor es cuando vienen a visitarnos después de varios años y han conseguido cumplir su sueño. El último fue un armenio que terminó en Barcelona y montó su propio negocio».
Son muchos los que sueñan por pisar tierra española y escapar de las garras de las mafias, pero queda un trecho hasta que España cumpla con el número que se pactó en un principio con la Unión Europea. Por eso mismo el cuento del lobo. Muchas promesas de que llegan refugiados, pero han pasado meses y tan solo 38 –si contamos con los que vienen hoy–. Ahora parece que se reactiva de nuevo la llegada de refugiados. Veremos hasta cuándo.