El Defensor estudiará las quejas de Ciudadanos por la plaga de cotorras

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, se mete de lleno en la polémica de la «plaga» de cotorras Kramer en Sevilla y analizará si el Ayuntamiento está ejecutando o no un plan para evitar los efectos de estas especies invasoras. La oficina del Defensor ha aceptado a trámite, por tanto, la queja presentada por el grupo Ciudadanos, que presentó a mediados de junio y que forma parte de la estrategia ante la «inacción» del grupo municipal sobre este asunto y en la que no descartan presentar incluso acciones judiciales.

El Consistorio llegó a licitar un contrato para sacrificar estas cotorras con carabinas hace ya un año, pero finalmente y ante la presión de colectivos ecologistas y grupos como Participa Sevilla e IU, se decidió resolver el contrato con el pago de una indemnización a la adjudicataria. La marcha atrás emprendida por el gobierno local encrespó a la formación naranja, que ve el sacrificio de las especies invasoras como la única vía para acabar con «la mayor concentración de cotorras de España», según revela un informe elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y «corroborado» por otras publicaciones y entidades «sufridoras» de estas cotorras argentina y Kramer como Asaja. Frente a ello, se ha abordado el debate en el seno del Consejo Animal, aunque no se ha tomado ninguna decisión en firme.

Millán se mostró satisfecho por la intervención de Maeztu ante «la barbaridad que está haciendo el Ayuntamiento al ponerse de brazos cruzados frente a la plaga de cotorras». El portavoz de Cs insistió en que su formación ha mantenido «la máxima lealtad institucional, reclamando al alcalde de todas las formas posibles que actuara y cumpliera con lo que había indicado la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente hace un año, cuando instó al Ayuntamiento a que atajara la plaga de cotorras». Así, acusó de «inacción» al alcalde, en una actitud que, a su juicio, provoca «daños gravísimos a Sevilla». Por ello, confió en que el Defensor del Pueblo Andaluz «tomará todas las medidas necesarias para poner fin a este problema fundamental para la capital y para la provincia, que sigue creciendo mientras el gobierno mira hacia otro lado».

Ahí es cuanto tiró de cifras. El censo estimado es de 3.000 ejemplares, con una vida media de 30 años y cuya población crece un 20 por ciento al año, lo que indicó que «tiene un enorme impacto sobre la fauna local, ya que se trata de una de las especies invasoras más peligrosas, que está amenazando a la diversidad sevillana y desplazando a especies autóctonas en peligro de extinción, como la colonia de murciélago gigante del Parque de María Luisa. También tiene su afección sobre el campo, con los daños superiores al 20 por ciento de los girasoles o el 10 por ciento de la cosecha, según estudios de la Universidad Pablo de Olavide.

Por último, Millán recriminó que la «cobardía del alcalde y su cercanía a Podemos está dañando la imagen» de la capital hispalense.