Sevilla, y Andalucía en general, lleva marcadas a fuego en su ADN la generosidad y la solidaridad en lo que atañe a las donaciones de órganos y tejidos, ese «gesto altruista considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos», como lo define la Organización Nacional de Trasplantes. Lo atestiguan los datos más recientes –43 donaciones en el primer semestre de 2016, por ejemplo– pero sobre todo una trayectoria ascendente y sin altibajos a lo largo de las últimos cuatro décadas.
Desde el año 1978, cuando se realizó el primer trasplante de órgano (riñón) en Andalucía, hasta finales de 2015 fueron casi 15.000 los trasplantes y más de 5.100 las personas donantes en la comunidad andaluza. Y Sevilla siempre ha estado a la cabeza de esta iniciativa de altruismo, como reflejan los datos: en el último cuatro de siglo, uno de cada cinco donantes de órganos ha sido sevillano. Y el número de donantes ha ido in crescendo de forma constante, desde los 17 del año 1991 a los 67 de 2015.
Con el Hospital Universitario Virgen del Rocío como motor, Sevilla se ha especializado en tres órganos: riñón, hígado y corazón. En los trasplantes renales se ha pasado de los 37 del año 1991 a los 123 (15 de ellos infantiles) de 2015, situándose el Virgen del Rocío a la par que el Hospital Regional de Málaga, el otrora centro de referencia.
En cuanto a los hepáticos, el crecimiento de Sevilla ha sido espectacular: de dos en 1991 se pasó ya a 30 en 1995 y en 2015 fueron 69, superando ya a Córdoba (59). El Virgen del Rocío protagonizó el pasado año, incluso, dos trasplantes dominó, esto es, el receptor, afecto de amiloidosis familiar, recibe el hígado de un donante cadáver y su hígado es utilizado a su vez para otro receptor.
En trasplantes cardíacos Sevilla ha crecido igualmente de forma exponencial: desde los tres de 1991 a los 17 de 2015, si bien en 2005 fueron incluso más (20).
Volviendo al presente, las cifras de 2015 situaban a Sevilla en una posición privilegiada. Las donaciones de órganos ascendieron a 69 –un nuevo récord superando las 66 de 2012–, cantidad a la que hay que añadir 37 casos de donantes en asistolia o a corazón parado. Si hablamos de trasplantes, el Virgen del Rocío vuelve a salir a colación como líder dentro de la comunidad, con nada menos que 209 trasplantes el pasado año, ocho más que en el año 2014, por delante del Reina Sofía de Córdoba (199) y del Regional de Málaga (194). De esas 209 intervenciones, 26 fueron de donantes vivos y 15 pediátricos; por especialidades, 123 fueron renales (26 de vivos, 15 pediátricos y 5 cruzados), 69 hepáticos y 17 cardíacos.
UNA LABOR DE EQUIPO
Con cerca de 400 implantes de tejidos, el Virgen del Rocío consolidó su posición: «Estos resultados se consiguen gracias a la generosidad de las familias que permitieron preservar el deseo de sus familiares de ser donantes y gracias al trabajo incansable e incondicional de todos los profesionales implicados en el proceso de la donación y el trasplante», aseveró el coordinador médico de trasplantes del Virgen del Rocío, Luis Martín Villén, a finales de marzo con motivo del Día Nacional del Trasplante.
Los datos halagüeños se han seguido produciendo en lo que va de año. El balance del primer semestre de 2016 arrojaba unos datos increíbles: 43 donaciones en Sevilla, diez más que en el mismo periodo de 2015 (un crecimiento del 30 por ciento), que sitúan a la provincia en una tasa de 45 donantes por millón de habitantes –la tasa andaluza es de 43,6 y la española de 41–. El Virgen del Rocío vuelve a estar al frente, con 28 donaciones hasta finales de junio, seguido del Virgen Macarena (7), La Merced de Osuna (4), San Juan de Dios en Bormujos y Valme (2) y Sagrado Corazón (1).
Otro dato esperanzador es que la tasa de negativa a la donación había bajado al 12 por ciento –en 2015 era del 19 en toda Andalucía–, mientras la edad media del donante superaba los 61 años por vez primera debido al descenso de la siniestralidad en las carreteras.
Pese a los avances y a las cifras, también hay que anotar que los pacientes en listas de espera siguen siendo muchos: unos 770 andaluces según los datos de mediados de año. El tiempos oscila desde los diez meses a la espera de un páncreas a los dos años y medio por un riñón. Hay margen para crecer.