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«El enfermo mental no ha salido del armario por miedo al rechazo»

10 oct 2016 / 08:16 h - Actualizado: 11 oct 2016 / 07:27 h.
"Objetivo: salud mental"
  • El psiquiatra Juan Sánchez Vallejo, autor del libro ‘El estigma del enfermo mental’. / Pepo Herrera
    El psiquiatra Juan Sánchez Vallejo, autor del libro ‘El estigma del enfermo mental’. / Pepo Herrera

juan sánchez vallejo • psiquiatra

El doctor Sánchez Vallejo estudió Medicina en Sevilla y se formó como psiquiatra en el manicomio de Miraflores, donde se rebeló contra prácticas como fumigar a los internos que relata en Locura y memoria histórica. En El estigma del enfermo mental aborda el rechazo social que lleva al aislamiento. Su próximo libro, ¿Locos molestos o imbéciles contentos? plantea el debate entre la psiquiatría «del tratamiento» y la del «trato», o farmacia versus terapia.

¿Contrataría a alguien en tratamiento psiquiátrico?, ¿le alquilaría un piso?, ¿saluda igual en la escalera a su vecino si sabe que tiene una enfermedad mental? Son algunas de las provocadoras preguntas que el psiquiatra Juan Sánchez Vallejo lanza en su libro El estigma del enfermo mental (Ediciones Atlantis) para abordar el rechazo social que padece este colectivo y que se traduce en su aislamiento por miedo a ese rechazo. «El enfermo mental no ha salido del armario lamentablemente», expone gráficamente este psiquiatra afincado ahora en el País Vasco pero que comenzó su trayectoria profesional, mientras se formaba, en el Hospital Psiquiátrico de Miraflores de Sevilla, donde con unos compañeros llegó a enfrentarse a sus superiores por el trato dado a los enfermos allí recluidos (experiencia relatada en su primer libro Locura y memoria histórica).

A Sánchez Vallejo le movió a publicar un libro sobre el estigma de la enfermedad mental su preocupación como médico «no sólo por la enfermedad del paciente sino por cómo los demás le ayudan o si le entienden». Y es que reconoce que «en general», los síntomas de los trastornos y enfermedades mentales «son muy mal comprendidos». «Hoy mismo [por ayer] una televisión estatal ha emitido un reportaje con una entrevista a un enfermo mental y su cara aparecía difuminada. Un paciente cardiaco no pediría ocultar su identidad pero el enfermo mental capta que los demás no le entienden y se defiende aislándose más, sobre todo los psicóticos», relata.

La «sociedad aísla a los enfermos mentales y ellos quieren permanecer aislados», subraya el doctor Sánchez Vallejo. «No quieren salir del armario por miedo a la sociedad», insiste.

No obstante, el psiquiatra reconoce que existe una diferente aceptación social en función del tipo de enfermo mental. Así, aquellos pacientes con trastornos neuróticos, obsesivos, con problemas de fobias, ansiedad o depresión cuentan con mayor aceptación. Además «pueden llevar una vida social más estable» gracias en parte a que ha habido muchos avances farmacológicos para el control de este tipo de trastornos que, aunque puedan considerarse menores «implican síntomas muy dolorosos desde el punto de vista psiquiátrico e incluso pueden presentar somatizaciones físicas». Eso sí, la comprensión social de los trastornos depresivos hoy no es la de hace unos años. «Ha habido grandes personalidades que han escondido sus depresiones: Churchill, Roosevelt, Gandhi, Kennedy... por algo será», alerta este especialista.

Por contra, los enfermos mentales que sufren más rechazo son los esquizofrénicos y psicóticos «son pacientes que rompen con la sociedad y viven en su mundo propio». No en vano, el origen etimológico de la palabra esquizofrenia está en los términos griegos schizo (división o escisión) y phrenos (mente) y, al igual que la psicosis (etimológicamente estado morboso de la mente), alude a trastornos en los que el paciente sufre desórdenes de la personalidad, alteraciones del juicio y de las relaciones con la realidad. «Se alejan de la sociedad porque y la sociedad de ellos», subraya Sánchez Vallejo, para quien «queda mucho camino por recorrer» para acercar a ambos

Eso sí, la comprensión social de los trastornos depresivos hoy no es la de hace unos años. «Ha habido grandes personalidades que han escondido sus depresiones: Churchill, Roosevelt, Gandhi, Kennedy... por algo será», alerta este especialista.