El fenómeno creciente de las aventuras en solitario

Viajes. Atreverse a organizar y emprender una travesía en solitario ha dejado de ser coto privado de los más osados y se ha convertido en una tendencia creciente. Las mujeres son las más decididas a la hora de afrontar este tipo de periplos. Surgen negocios vinculados a esta moda

06 mar 2017 / 21:06 h - Actualizado: 06 mar 2017 / 21:22 h.
"Turismo","Viajes","Turismo a la sevillana"
  • Viajar en solitario ha dejado de ser una opción de gente rara y se ha generalizado en los últimos tiempos. / El Correo
    Viajar en solitario ha dejado de ser una opción de gente rara y se ha generalizado en los últimos tiempos. / El Correo
  • Lanzarote es uno de los destinos preferidos para este tipo de viajes. / El Correo
    Lanzarote es uno de los destinos preferidos para este tipo de viajes. / El Correo

La pregunta no es por qué viajar solo, la cuestión está en por qué no hacerlo. Según los resultados de un sondeo elaborado por TripAdvisor a final del año pasado, viajar en solitario se ha convertido en una tendencia de moda para 2017. El 43,5 por ciento de los encuestados admitieron que ya habían viajado alguna vez solos. Los motivos que argumentaban eran la libertad, la independencia y el reto que supone emprender una aventura sin compañía. ¿Más hombres o más mujeres? Pues las mujeres se deciden más que a los hombres a viajar en solitario, aunque en los últimos meses se observa un crecimiento en el número de hombres que se animan a participar en este tipo de viajes. «Puede que del total de personas que viajan solas el 65 por ciento sean mujeres, aunque poco a poco parece que los hombres se van sumando a esta tendencia», explica Santiago Rey, el fundador de la web de viajes Yporquenosolo. Es visitada por más de 500.000 usuarios al año y cuenta con más de 50.000 personas registradas que reciben su newsletter de noticias.

La mayor parte de mujeres que viajan solas tienen edades comprendidas entre los 40 y los 45 años, una edad más alta de la media de edad de hombres que optan por esta forma de turismo, más cercana a los 35 o 40 años. Además, se observa un crecimiento importante en el número de hombres y mujeres que se apunta a viajar de esta manera desde los 20 años. El hecho de que continúen siendo las mujeres las que más viajan solas se debe, fundamentalmente, a su mayor capacidad para socializar. Además, se trata de personas que utilizan estos viajes para desconectar y para encontrarse a sí mismas. «Es una sensación de libertad indescriptible. Cuesta mucho más trabajo decidirte a salir una noche sola por Sevilla a cenar o tomarte una copa que emprender un viaje. Aquí te ven como un bicho raro, te da cierto reparo que te vea alguien que conoces y que piense mira ésta, qué hará sola. Cuando viajas y te conviertes en turista eso desaparece», cuenta Pilar, sevillana que ya ha completado más de un viaje en solitario. Hace unos años mucha gente no se atrevía a viajar porque no encontraba a nadie con quien hacerlo y tampoco había canales para facilitar ese encuentro. Ahora internet, con solo un clic, facilita el acceso a una amplia y variada gama de ofertas de ocio especialmente diseñada para estos usuarios y facilita que personas en la misma situación puedan compartir experiencias

«Viajando en soledad, uno está más abierto a conocer nuevas personas. A probar cosas nuevas. La naturaleza misma del ser humano lleva a socializar. Y casi sin quererlo, uno puede encontrarse con una larga lista de contactos nuevos, invitaciones de todas partes. Vuelves con amigos en cada rincón del planeta», relata Pilar. «Nadie te distrae de lo que estás viviendo y dispones de tu tiempo como te venga en gana. Definitivamente sirve para conocerte mejor. Por supuesto que se extraña la compañía, es como cuando vas al cine y al terminar la película no tienes con quién comentarla pero todo se compensa», asegura Mario, otro aventurero solitario.

¿Qué pasos debería seguir alguien que desea viajar en solitario? Lo primero, evidentemente, es decidir un destino y empezar a reunir toda la información posible a través de la multitud de recursos con lo que cuenta el viajero: guías, webs, foros. Resulta importante pedir a otros viajeros consejos y recomendaciones a partir de la experiencia de gente que ya haya estado en ese destino. El segundo paso es decidir la duración del viaje y el tiempo de estancia en cada parada del recorrido escogido.

¿Y cuáles son los mejores destinos para viajar solo? El presupuesto y el tiempo disponible determinan en buena medida la elección final. Internet está repleto de rankings de lugares recomendados para viajar sin compañía. Por ejemplo, la web goeuro.com plantea algunas ciudades europeas ideales para la experiencia y resulta que es Sevilla la primera ciudad recomendada. Lisboa, Berlín, Dublín, Amsterdam y Budapest también son algunas de las capitales perfectas como destino. En España, Lanzarote es el lugar más demandado junto con otros destinos que combinen naturaleza y actividades. En el extranjero, despuntan Egipto, Turquía, Jordania, China, India, el Transiberiano, Australia y Nueva Zelanda. «Para este verano he decidido hacer una ruta por Suecia y Dinamarca. En un viaje por el norte de Francia conocí a una chica de Estocolmo que me recomendó su país. Además ha coincidido que en los últimos meses he visto algunas series nórdicas que me han despertado la curiosidad. Será un viaje de unas dos semanas que empezará en Copenhague», explica Pilar.

En el caso de estar ante la opción de elegir un lugar para viajar por vez primera en solitario se recomienda un país turístico en el que no sentirse un bicho raro y donde sea fácil conocer a otros viajeros. Es mucho más fácil viajar a un país donde se comprenda por qué la gente hace ciertas cosas, evitando así un choque cultural que pueda llegar a bloquear.

Elegido el destino toca programar un itinerario. Se trataría de elaborar un borrador con el tiempo que el viajero permanecerá en cada lugar, las cosas que se pueden hacer o visitar en cada etapa y cómo serán los desplazamientos de un lugar a otro. Es importante programar días extras para contingencias, ya que hay muchos factores que pueden hacer cambiar los planes, como que un sitio guste mucho o nada, que alguien recomiende algo que desconocías o la propia meteorología. Y si el viaje dura más de una semana, asegurarse de programar un día de descanso por cada semana de viaje, pues podría ser necesario.

Cada vez hay más webs que organizan viajes para personas que viajan solas. Son los denominados singles -en nuestro país hay cuatro millones- y hay varias agencias especializadas en este nicho. Quien opta por este tipo de viajes no necesariamente tiene que estar soltero y si lo está su intención no tiene porqué ser la de ir en busca y captura de una media naranja sino de encontrar a otras personas a las que les apasione viajar. Una de las grandes ventajas de contratar un viaje de este tipo redunda en lo económico. Viajar sin un acompañante tiene un gran inconveniente: el suplemento individual que encuentras a la hora de reservar un alojamiento. Algo que encarece bastante el viaje. No obstante, la opción de un viaje para singles permite compartir los gastos de una habitación doble con una persona de tu mismo sexo y edad similar, pero tampoco se trata de un requisito indispensable para contratar el viaje.

Los cruceros son una de las mejores opciones para viajar solo y conocer gente. De hecho, numerosas navieras organizan viajes especiales para singles. Durante una semana tendrás la oportunidad de compartir excursiones, cenas o divertidas actividades con los mismos compañeros de viaje por lo que es muy sencillo hacer fácilmente amigos