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El campus único de la Universidad Pablo de Olavide, entre Sevilla, Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas. / El Correo
La universidad pública más joven de España, la Pablo de Olavide, (UPO) nació en 1997 y es, a estas alturas, un proyecto más que consolidado. En su campus único, surgido a partir de las instalaciones de la antigua Universidad Laboral, estudian cerca de 11.000 jóvenes. Su presupuesto para 2017 asciende a 74,6 millones de euros, un 4,1 por ciento más que el curso anterior.
Más datos: la UPO oferta para el curso 2016-17 2.485 plazas en 38 grados universitarios, que se imparten en sus ocho centros, uno adscrito. Los estudios de máster universitario y doctorado se imparten en el Centro de Estudios de Postgrado y en la Escuela de Doctorado. La UPO oferta para este curso 38 másteres universitarios y nueve programas de doctorado, que imparten cerca de mil profesores.
La UPO no es sólo joven. También es pequeña. Ninguno de los dos adjetivos tiene carácter negativo. De hecho, apunta el actual equipo de Gobierno que su propósito es adaptarse a una realidad que avanza a toda velocidad, pero no crecer.
Al final, entre la UPO y la US, Sevilla cuenta con dos instituciones absolutamente distintas casi en todo, con lo que eso supone de beneficio a la ciudad y su provincia por la multiplicación de la oferta de formación de alto nivel. Y en eso se esmeran mucho en la Olavide: en hacer universidad de un modo diferente, por usar palabras de su actual rector, Vicente Guzmán. Lo demostraron siendo la primera universidad andaluza en ofertar grados conjuntos, en Ciencias Ambientales o en Biotecnología.
Ahora, además de permitir realizar grados completos, de 240 créditos, en tres años, barajan la incorporación de nuevas titulaciones, diferentes a las ofertadas por las universidades más próximas, empezando por la Universidad de Sevilla.
El carácter innovador es uno de los emblemas que la Olavide reclama para sí. Los datos en productividad investigadora, innovación docente y rendimiento académico le dan la razón.
Alejada de la ciudad, los estudiantes de la Olavide pasan en el campus muchas horas, de forma que la manera de vivir la universidad es bien distinta de la más tradicional, en Sevilla, de la US, con la que, eso sí, comparte problemas: modelo de financiación, apoyo a la investigación, infraestructuras mejorables y un plan de fortalecimiento de personal.