El invierno en Sevilla sabe a naranja

Nos adentramos en época de resfriados y la Consejería de Agricultura recuerda que Andalucía cuenta de primera mano con una sana solución

22 nov 2019 / 12:22 h - Actualizado: 22 nov 2019 / 14:01 h.
"Alimentación","Junta de Andalucía","Invierno"
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Se acerca el invierno y hará falta algo más que el fuego de un dragón para protegerse del frío y, cómo no, de los catarros. Incluso en Andalucía, los días soleados no duran para siempre y hay que buscar alternativas a los efectos que el frío puede tener en nuestra salud. Y si además salimos ganando no sólo en salud, sino en daños ambientales y promoción del comercio local, mejor que mejor.

Así lo advierte, al menos, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en su campaña “Compra Naranjas en Andalucía”. A lo largo del mes de noviembre, la naranja andaluza será la protagonista de un intento por fomentar no sólo la importancia medioambiental que tiene el adquirir alimentos de proximidad: también será primordial respaldar a un sector, como es el de la naranja local, que tiene a veces que hacer frente a una competencia desigual ante otros territorios que comparten precio con Andalucía, pero no calidad.

Aunque la mitad de las naranjas que España exporta al resto del mundo se producen en el sur, muchas de ellas se quedan en casa esperando pacientemente a que tu madre te diga que una dieta sin vitamina C, no es una buena dieta.

Desde Oriente hasta tu casa

Con dos naranjas al día, en el caso de los hombres, y una y media para las mujeres, podemos decir que hemos consumido la cantidad recomendada de Vitamina C, fundamental para nuestro organismo. Originarias del Extremo Oriente, este nutritivo regalo del invierno se ha extendido por el mundo no sólo por su ácido sabor: también por sus propiedades. Refuerza la inmunidad de nuestro cuerpo a sufrir catarros, gripes, anemias o infecciones. El colesterol, presente en más de la mitad de españoles, también puede regularse gracias a los efectos de la pectina que contienen las naranjas por sus considerables efectos antioxidantes.

Un consumo moderado de naranjas puede ser, por tanto, el aliciente perfecto para el invierno. ‘Moderado’ porque como todo en la vida, es malo en exceso y los cítricos en grandes cantidades pueden hacernos más propensos a padecer problemas de acidez estomacal.

El objetivo de la campaña será recordar a los amantes de esta fruta (y también a los constipados) que el comercio local andaluz no carece de calidad, ni de variedad, en su producción, que llegará a alcanzar, según las estimaciones de la Junta, los 2,18 millones de toneladas en la cosecha de este año.

No importa cómo, pero hazlo

La “naranja sevillana”, por ejemplo, es la variedad más importante entre las naranjas amargas, idónea para mermeladas o salsas agridulces. Para zumos antioxidantes, la elección perfecta serán las naranjas “sanguinas”, características por su color rojo granate pero sobre todo por sus altos efectos antioxidantes. Poco importa el tipo, o la forma en la que la consumas. A las naranjas, especialmente en invierno, también se les aplica el famoso dicho de: no importa cómo lo hagas, pero hazlo.