El Macarena estrena biobanco para relanzar la actividad investigadora

El hospital adapta un edificio anexo como espacio que «abra camino» a la materia gris del centro

Iñaki Alonso @alonsopons /
31 jul 2018 / 22:47 h - Actualizado: 31 jul 2018 / 23:00 h.
"Salud pública","Medicina"
  • La delegada provincial de Salud, María Ángeles Fernández, visitó las instalaciones del biobanco. / Fotos: Jesús Barrera
    La delegada provincial de Salud, María Ángeles Fernández, visitó las instalaciones del biobanco. / Fotos: Jesús Barrera

El hospital Virgen Macarena lleva años acumulando materia gris en el interior de sus consultas, más conocidas por su labor asistencial. De puertas para afuera es sabido sus avances en oncología, enfermedades infecciosas, endocrinología o neurología. Solo faltaba el espacio para «dar el salto de calidad» en la labor investigadora, como demandaban los profesionales al gerente, Antonio Castro. Esa realidad, la de «poner las herramientas» en la mano de los investigadores, se acometerá en tres fases. La primera de ellas se materializó ayer con la reutilización de un edificio de 333 metros cuadrados anexo al hospital que albergará el nuevo biobanco y un laboratorio de ensayos clínicos con una inversión de 478.333 euros. El triángulo se completará en los próximos meses con la adaptación de una sala del hospital de San Lázaro para albergar un centro de investigación en vivo para reducir las secuelas de patologías como el ictus, la esclerosis múltiple y la ELA; y la adaptación de un espacio en el sótano del Macarena para aglutinar en un espacio a sus 400 investigadores y formadores, que además podrán trabajar con la base de datos e historial del centro con la tecnología Big Data.

Pero, para estos dos hitos habrá que esperar, al menos, a otoño. Mientras, los investigadores tienen a mano este nuevo biobanco, con capacidad de preservar la friolera de 164.000 muestras de todo tipo: desde tejidos y sangre hasta lágrimas, saliva o líquido cefalorraquídeo. Pese a su capacidad, el propósito no es tenerlo hasta los topes precisamente. De hecho, ha abierto con 57.000 muestras. «Un buen síntoma es que un biobanco esté vacío, porque significa que se están utilizando las muestras», explicó la coordinadora del Nodo Biobanco Hospitalario Virgen Macarena, María Isabel García.

El biobanco macareno se integra en la actual estructura de biobancos en red andaluz, pero sí tiene como singularidad su funcionamiento a través de circuitos específicos de alto interés en investigación y de los que existen pocas muestras, como aquellas asociadas a patologías neurológicas –2.000 casos de los que 900 corresponden a esclerosis múltiple–; retinoblastoma –cuya unidad es referencia nacional–; melanoma recientemente implantado; patologías de cáncer de páncreas; y retinosis pigmentaria, que es el primer circuito establecido en Andalucía.

Así, se incluye en una red andaluza de biobancos que, solo en 2017, incorporó unas 36.200 nuevas muestras procedentes de 8.500 nuevos donantes. Así, tiene almacenadas y dispuestas para su cesión alrededor de 900.000 muestras, y cuenta con aproximadamente 1.000 potenciales donantes de muestras para investigación inscritos en el Registro de Donantes de Muestras para Investigación Biomédica de Andalucía.

También se ha habilitado en el mismo edificio un laboratorio que permite que se realicen más de 250 ensayos clínicos de Farmacia en el hospital, la mayoría multicéntricos e internacionales, con especial incidencia en las áreas de oncología, neurología, cardiología, enfermedades infecciosas y endocrinología. Estas dependencias permitirán a los pacientes atendidos el acceso a medicamentos innovadores cuando aún no están disponibles en España y con todas las garantías de calidad. Para este último aspecto, se dispone de equipamientos específicos, como diez grandes frigoríficos para la medicación. En ese sentido, no solo se limita a ensayos clínicos avalados por empresas farmacéuticas, sino que facilita a los investigadores locales poder trabajar en estas dependencias. Hasta 10 trabajos se están desarrollando, según explicó Miguel Ángel Calleja, el jefe de la Unidad de Gestión Clínica del área de Farmacia. Estos casos, además, presentan un gran beneficio para los pacientes, ya que se realiza todo el proceso en fase de investigación en el centro.

La zona nueva dispone de los más avanzados sistemas para garantizar la trazabilidad, correcta conservación y preparación de los medicamentos y está dotado de los mecanismos de control más avanzados en el sector sanitario. En el laboratorio de ensayos clínicos trabajan 18 profesionales de Farmacia cuya misión es buscar e investigar nuevos medicamentos que mejoren el arsenal terapéutico del que disponemos en la actualidad.

El hospital Virgen Macarena lleva años acumulando materia gris en el interior de sus consultas, más conocidas por su labor asistencial. De puertas para afuera es sabido sus avances en oncología, enfermedades infecciosas, endocrinología o neurología. Solo faltaba el espacio para «dar el salto de calidad» en la labor investigadora, como demandaban los profesionales al gerente, Antonio Castro. Esa realidad, la de «poner las herramientas» en la mano de los investigadores, se acometerá en tres fases. La primera de ellas se materializó ayer con la reutilización de un edificio de 333 metros cuadrados anexo al hospital que albergará el nuevo biobanco y un laboratorio de ensayos clínicos con una inversión de 478.333 euros. El triángulo se completará en los próximos meses con la adaptación de una sala del hospital de San Lázaro para albergar un centro de investigación en vivo para reducir las secuelas de patologías como el ictus, la esclerosis múltiple y la ELA; y la adaptación de un espacio en el sótano del Macarena para aglutinar en un espacio a sus 400 investigadores y formadores, que además podrán trabajar con la base de datos e historial del centro con la tecnología Big Data.

Pero, para estos dos hitos habrá que esperar, al menos, a otoño. Mientras, los investigadores tienen a mano este nuevo biobanco, con capacidad de preservar la friolera de 164.000 muestras de todo tipo: desde tejidos y sangre hasta lágrimas, saliva o líquido cefalorraquídeo. Pese a su capacidad, el propósito no es tenerlo hasta los topes precisamente. De hecho, ha abierto con 57.000 muestras. «Un buen síntoma es que un biobanco esté vacío, porque significa que se están utilizando las muestras», explicó la coordinadora del Nodo Biobanco Hospitalario Virgen Macarena, María Isabel García.

El biobanco macareno se integra en la actual estructura de biobancos en red andaluz, pero sí tiene como singularidad su funcionamiento a través de circuitos específicos de alto interés en investigación y de los que existen pocas muestras, como aquellas asociadas a patologías neurológicas –2.000 casos de los que 900 corresponden a esclerosis múltiple–; retinoblastoma –cuya unidad es referencia nacional–; melanoma recientemente implantado; patologías de cáncer de páncreas; y retinosis pigmentaria, que es el primer circuito establecido en Andalucía.

Así, se incluye en una red andaluza de biobancos que, solo en 2017, incorporó unas 36.200 nuevas muestras procedentes de 8.500 nuevos donantes. Así, tiene almacenadas y dispuestas para su cesión alrededor de 900.000 muestras, y cuenta con aproximadamente 1.000 potenciales donantes de muestras para investigación inscritos en el Registro de Donantes de Muestras para Investigación Biomédica de Andalucía.

También se ha habilitado en el mismo edificio un laboratorio que permite que se realicen más de 250 ensayos clínicos de Farmacia en el hospital, la mayoría multicéntricos e internacionales, con especial incidencia en las áreas de oncología, neurología, cardiología, enfermedades infecciosas y endocrinología. Estas dependencias permitirán a los pacientes atendidos el acceso a medicamentos innovadores cuando aún no están disponibles en España y con todas las garantías de calidad. Para este último aspecto, se dispone de equipamientos específicos, como diez grandes frigoríficos para la medicación. En ese sentido, no solo se limita a ensayos clínicos avalados por empresas farmacéuticas, sino que facilita a los investigadores locales poder trabajar en estas dependencias. Hasta 10 trabajos se están desarrollando, según explicó Miguel Ángel Calleja, el jefe de la Unidad de Gestión Clínica del área de Farmacia. Estos casos, además, presentan un gran beneficio para los pacientes, ya que se realiza todo el proceso en fase de investigación en el centro.

La zona nueva dispone de los más avanzados sistemas para garantizar la trazabilidad, correcta conservación y preparación de los medicamentos y está dotado de los mecanismos de control más avanzados en el sector sanitario. En el laboratorio de ensayos clínicos trabajan 18 profesionales de Farmacia cuya misión es buscar e investigar nuevos medicamentos que mejoren el arsenal terapéutico del que disponemos en la actualidad.