El negocio que salta fronteras y elude impuestos

Tras el contrabando y la piratería se ocultan organizaciones dedicadas a otras actividades delictivas. Una lacra contra la que luchan la Agencia Tributaria y los cuerpos policiales

28 ene 2017 / 18:51 h - Actualizado: 29 ene 2017 / 08:34 h.
"Contrabando y piratería"
  • Agentes de la Guardia Civil y de Aduanas sacan las cajetillas ocultas en la puerta de un vehículo. / El Correo
    Agentes de la Guardia Civil y de Aduanas sacan las cajetillas ocultas en la puerta de un vehículo. / El Correo
  • Una máquina para procesar tabaco incautada. / El Correo
    Una máquina para procesar tabaco incautada. / El Correo
  • A la izquierda, la mercancía encontrada en uno de los registros de la Operación Rosa. A la derecha, agentes de la Agencia Tributaria en un registro en Écija. / El Correo
    A la izquierda, la mercancía encontrada en uno de los registros de la Operación Rosa. A la derecha, agentes de la Agencia Tributaria en un registro en Écija. / El Correo
  • Hojas de tabaco aprehendidas en la Operación Picado. / El Correo
    Hojas de tabaco aprehendidas en la Operación Picado. / El Correo
  • La mercancía intervenida por Aduanas en la Operación Renacer II. / El Correo
    La mercancía intervenida por Aduanas en la Operación Renacer II. / El Correo
  • Ropa y zapatillas incautadas por la Policía Local. / El Correo
    Ropa y zapatillas incautadas por la Policía Local. / El Correo
  •  El negocio que salta fronteras y elude impuestos

Cada año miles de millones de euros se mueven en un mercado negro que engancha al consumidor por vender un producto a precio más económico. El contrabando y la piratería es una realidad de la que tampoco escapa nuestra ciudad y tras la que se esconden grandes organizaciones que no se dedican exclusivamente a copiar productos y a importarlos eludiendo la legalidad, sino que llevan a cabo otras actividades delictivas como el tráfico de armas o la trata de seres humanos. La Agencia Tributaria y los diferentes cuerpos policiales luchan contra estas prácticas con el objetivo puesto en «desmantelar las organizaciones», más allá de incautación de los productos y evitar así su venta ilegal.

La imagen de los manteros por las calles evidencian que Sevilla no es ajena al contrabando y a la piratería. No es que nuestra ciudad sea un punto de entrada, pero sí es una de las ciudades importantes de destino. En Andalucía, el puerto de Algeciras es la vía de entrada del «90 por ciento del hachís que llega a España», mientras que el tabaco de contrabando proviene en su gran mayoría de Gibraltar, señalan fuentes de la Agencia Tributaria (AET). Este organismo es el encargado de la vigilancia aduanera, lo que implica el control fronterizo de los puertos y aeropuertos, además del trabajo que desarrollan fuera de estos recintos. Vigilancia Aduanera es la encargada de este control y solo en la costa andaluza trabajan 400 personas en esta entidad, que controla por agua, mar y tierra toda la costa. El trabajo se completa con las actuaciones de Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local. Solo este último cuerpo ha intervenido en 2016 más de 120.000 productos falsificados, la mitad de ellos zapatillas deportivas gracias a dos grandes operaciones, Suela I y II. Hasta diciembre, el Grupo Fiscal de la Policía Local realizó 530 actuaciones y puso a disposición judicial a 44 personas.

La piratería y el contrabando tienen dos denominadores comunes. El primero es que «siempre hay una organización criminal que cuenta con una ingente cantidad de recursos y mueven mucho dinero», señalan fuentes de la Agencia Tributaria. «Los consumidores tienen que pensar que no se sabe dónde puede acabar su dinero, ni qué se va a financiar con él», indicaron. Además, tras estas tramas hay siempre unas víctimas: «los que venden estos productos», que son «el último eslabón de la red». «En la sociedad hay una falsa percepción, que es la economía de supervivencia, pero en realidad estas personas son víctimas, porque las mafias se aprovechan de ellas. Buscan a personas desesperadas», destacan.

El otro punto en común es que estas mafias operan siempre modificando sus estrategias para eludir los controles. Es decir, cuando sus rutas y sus modus operandi son detectados por los cuerpos policiales «buscan otras vías y otras formas de ocultar la mercancía. Por eso tenemos que estar siempre alerta e intentar anticiparnos a sus movimientos».

Un ejemplo claro es la que se conoció como ruta del Mediterráneo y que fue muy utilizada por los traficantes entre 2013 y 2015 para trasladar el hachís desde el oeste y norte de África a España y a otros países como Italia o Malta en grandes buques mercantes que transportaban hasta 25 toneladas de hachís. Esta práctica «ya fue erradicada», y las vías que utilizan ahora las redes son las conocidas planeadoras que en pocos minutos cruzan el Estrecho y arriban a las playas con los fajos. «En estos casos es clave la coordinación con el helicóptero y el resto de operativos si queremos adelantarnos». También emplean los puertos deportivos, utilizando veleros y barcos pesqueros.

El otro producto estrella del contrabando es el tabaco (alcohol o armas son menos frecuentes), que proviene en su gran mayoría de Gibraltar. Fuentes de la Agencia Tributaria atribuyen al alto stock de tabaco en el Peñón el contrabando en la zona, pues ha llegado a importar 120 millones de cajetillas, lo que suponía que cada uno de sus casi 30.000 habitantes consumiría a diario 11 cajetillas, según los datos de la AET. Sin embargo, desde 2014 se ha registrado una bajada a la mitad de ese stock, que coincide con la emisión de un informe de la Oficina Europea Antifraude (OLAF), realizado tras una denuncia de la Agencia Tributaria, en el que alertaba de esta situación. Desde entonces, no solo se ha registrado esta bajada del número de cajetillas, sino que coincide con una recuperación de las ventas en los estancos de las provincias cercanas: un 5,6 por ciento en Cádiz, un 7,16 por ciento en Málaga y un 2,6 por ciento en el caso de Sevilla, según los estudios que maneja la AET. De hecho, el impacto del contrabando en la economía andaluza era de un 45 por ciento y ha bajado en el primer semestre del año pasado al 25 por ciento.

En cuanto a la piratería y la falsificación, el trabajo de Vigilancia Aduanera permitió en 2015 aprehender 1.140.163 artículos cuyo valor de mercado hubiera superado los 25,5 millones de euros, según los datos ofrecidos por la Agencia Tributaria. Por productos, las etiquetas y pegatinas encabezan el listado de objetos falsificados, seguidos de los productos para el aseo corporal, sin contar los perfumes. Lógicamente, los móviles y sus accesorios y todo lo relacionado con equipos informáticos también están entre los primeros objetos que estas mafias copian, junto con la ropa y, en especial, la deportiva.

La Agencia Tributaria, como con el contrabando, controla que estos productos falsificados no entren por nuestras fronteras e investiga para llegar hasta las redes que los distribuyen. Fruto de este trabajo el año pasado llevó a cabo las operaciones Renacer y Renacer II con las que aprehendieron un total de 20 contenedores con 408.227 artículos valorados en más de 26,5 millones de euros.

Estos objetos, en su mayoría perfumes y ropa, fueron localizados gracias al cruce de datos que maneja la Agencia, cuyo sistema detecta perfiles de riesgo y alerta de la posibilidad de que la carga que transporta un buque sea ilegal. Una vez en el puerto los contenedores son examinados, bien por rayos X o bien se registran. En total, en 2015 la dependencia regional de la AET tramitó 741 expedientes por vulneración de derechos de propiedad intelectual e industrial y detuvo a 89 personas vinculadas con esta actividad delictiva.