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«El nuevo Plan Andaluz del Dolor mejorará la calidad y rapidez de atención de las personas con dolor»

Entrevista con el Dr. Ignacio Velázquez Rivera, coordinador del Plan Andaluz del Dolor. En Andalucía existe 1.400.000 personas con dolor crónico y en las consultas de la especialidad sólo se pueden ver a unos 80.000 pacientes cada año

Paco Flores ipacoflores /
17 ene 2020 / 17:44 h - Actualizado: 17 ene 2020 / 17:52 h.
"Salud"
  • «El nuevo Plan Andaluz del Dolor mejorará la calidad y rapidez de atención de las personas con dolor»

El cambio de Gobierno en Andalucía ha supuesto la entrada de sabia nueva a muchos estamentos. El primer Plan Andaluz de Atención a Personas con Dolor se estableció en 2010 con una vigencia de 3 años. Desde entonces se ha ido prorrogando y, mejor o peor, ha seguido funcionando con dichos tientes.

En julio de 2019, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, nombró al doctor Ignacio Velázquez coordinador del Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor. Curiosamente es el primer médico relacionado con el dolor que dirige el Plan desde que se puso en marcha. Inmediatamente se diseñó uno nuevo que culminará en 2022.

El doctor Ignacio Velázquez Rivera es médico especialista en Anestesiología y Reanimación desde 1982. Hace más de 30 años que dedica la mayor parte de su trabajo a la atención del Dolor y es una referencia a nivel mundial.

¿De qué ha servido el anterior Plan Andaluz del Dolor?

Nos ha servido de base para empezar a trabajar, porque es un documento descriptivo, pero poco operativo y ejecutivo.

¿Qué aporta el nuevo Plan?

El actual es mucho más efectivo y definido. No es un Plan programático, sino definido en el tiempo y con un objetivo claro: mejorar la calidad de la persona con dolor.

Actualmente en Andalucía hay aproximadamente 1.400.000 personas con dolor crónico. Contamos con 21 unidades de dolor. Las estimaciones actuales es que en estas unidades del dolor se puedan ver a unos 80.000 pacientes al año, muy lejos de cubrir las necesidades de los andaluces en esta área.

¿Entonces qué plantea usted?

Basándonos en estos datos, la solución no está en las unidades del dolor, ya que deben ser el último referente de los pacientes con dolor. Desde nuestro punto de vista la solución está en la Atención Primaria (AP).

¿Y cuál va a ser el papel de la AP?

Nuestro primer objetivo es formar a médicos de Primaria para que sean estos el gran referente de los tratamientos. Si el paciente no puede ser atendido en AP, bien porque precise de técnicas especiales, bien porque tenga un dolor refractario o por otros criterios que se han establecido, el paciente será derivado a la Unidad del Dolor. Pero con una novedad muy importante, por primera vez los médicos de AP de toda Andalucía podrán derivar directamente los pacientes a las unidades del dolor.

Hasta ahora, esta derivación solo se podía hacer en las provincias de Cádiz y Granada. Y cuando a un médico de AP le llegaba un paciente con dolor crónico lo derivaba a otros especialistas como Traumatología, Rehabilitación, Reumatología...Y hasta que el paciente aterrizaba en una unidad de tratamiento del dolor solían pasar entre dos y tres años.

¿El sistema establecido hasta ahora es malo?

Sí, no solo es dañino para el propio paciente, sino que supone un sobre coste para la sanidad pública.

¿Qué otras medidas contempla el nuevo Plan Andaluz del Dolor?

También se va a articular que las unidades del dolor sean multidisciplinares, con la participación de otras especialidades.

¿Cuándo podrán ver los andaluces los resultados de su trabajo?

En un año y pico podemos mejorar sustancialmente la calidad, pero sobre todo la rapidez de atención a las personas con dolor en Andalucía.

Para entonces queremos que un paciente andaluz con dolor crónico diagnosticado no tarde más de 90 días en ser atendido en las unidades del dolor, con dolor neuropático más de 30 días y con dolor oncológico no más de 15 días.

Es la primera vez que el Plan Andaluz del Dolor lo dirige una persona relacionada con el dolor. Como menos resulta curioso.

¿Qué aporta como especialista en este campo?

Bueno, en mi caso tengo una excelente relación con la Asociación Andaluza del Dolor y Asistencia Continuada. También con los responsables de las unidades del dolor. Y todas las decisiones que se han tomado para diseñar este Plan han sido consensuadas entre todos los jefes de servicio y la sociedad científica. Todo esto nos da un plus, ya que al conocer los problemas reales podemos plantear entre todos las soluciones posibles y con capacidad de implementarlas. Contamos con el apoyo de la Consejería de Salud y Familias, incluso el consejero considera el dolor como un tema fundamental en el futuro de la salud y la sanidad andaluza.

¿Conocen los andaluces qué es una Unidad de tratamiento del Dolor?

El conocimiento de las unidades del dolor es mínimo, no solo entre los pacientes sino entre los profesionales. Por eso, uno de los objetivos que tenemos en el plan es la formación de los médicos de Atención Primaria. Muchos de ellos las conocen perfectamente, pero necesitamos que todos sepan exactamente cuáles son las técnicas que se hacen en las unidades del dolor, para que tomen la decisión de que el paciente que llega a su consulta pueda ser tratado en la misma AP o en las unidades del dolor.

En los hospitales andaluces todos los días tomamos la temperatura de los pacientes ingresados, pero no medimos su dolor. Pero tampoco se estudia en las facultades de Medicina.

Excepto de la Facultad de Cádiz y Granada, que existe una asignatura tangencial unida a Anestesia, que es Dolor, normalmente, un médico recién licenciado no tiene ninguna formación en este campo. Pero los que realizan la especialidad de Traumatología, Reumatología o Rehabilitación tampoco salen con mucha formación. Incluso en Anestesiología tampoco se rota mucho tiempo por las unidades del dolor. Creo que la formación en dolor en estas especialidades debe ser más significativa, porque el dolor no es tributario solo del anestesiólogo, ya que es un síntoma y, a veces, una enfermedad transversal. Es cierto que existe un déficit de formación en dolor en la universidad y en el post graduado que entre todos debemos corregir.

¿En qué nivel están las unidades del dolor en Andalucía?

Por encima de la media de España, pero tenemos la posibilidad y capacidad técnica y tecnológica de ser los mejores en nuestro país. En una reunión celebrada recientemente en Bruselas con todas las unidades del dolor de España, Andalucía propuso las líneas maestras de su nuevo Plan. Y fueron varias comunidades las que se interesaron por su carácter innovador. Andalucía tiene, probablemente, las mejores unidades del dolor que hay en España por la implicación, sobre todo, de sus profesionales.