Pasajes de la historia de Sevilla

El oratorio perdido de San Hermenegildo

Tiene Sevilla un misterioso oratorio del que poco se sabe y que, sin embargo, llama la atención de todos aquellos que lo conoces. ¿Sabe donde está este lugar dedicado a San Hermenegildo?

28 abr 2023 / 04:11 h - Actualizado: 27 abr 2023 / 10:12 h.
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  • El oratorio perdido de San Hermenegildo

Posiblemente le sea desconocido pero tiene su importancia pues rinde honores a uno de los reyes visigodos con más relación con la ciudad y que más huella dejó en la misma. Se trata del oratorio que se puede encontrar en la Puerta de Córdoba y que se ubica en la iglesia edificada en el siglo XVII. Hay que sortear una puerta sólida y cruzar el patio de la torre-puerta para subir, por una escalera, hasta donde se encuentra este lugar.

Lo que nos encontramos allí sorprende, se trata de un altar de piedra, una humilde capilla en el que destaca un rico artesonado de madera, de estilo mudéjar, del siglo XVI.

Cuenta la leyenda que el rey, San Hermenegildo, fue preso y traído a este lugar donde sería martirizado. La orden la dio su propio padre, Leovigildo, al haber un choque de creencias entre ambos, uno pro ser católico y otro por ser arrianista, dentro del cristianismo pero con ideas diferentes. Era el siglo VI y eran diferencias difícilmente reconciliables.

En la lápida que encontramos en este lugar se puede leer: «Oh tú cualquiera que pasas, venera rendido este lugar consagrado con la Sangre Santa del Rey Hermenegildo».

Pese a la creencia que este fue el lugar donde sufrió martirio lo cierto es que es de origen medieval, del siglo XII y no cuadran en fechas, pero las leyendas son así...

La muerte de San Hermenegildo

En época visigoda ocurrió un suceso que ha quedado enmarcado en la Historia de la ciudad de Sevilla, sus protagonistas fueron el rey Leovigildo y su hijo Hermenegildo. El hijo del rey fue criado por su primera esposa, Teodosia, que era católica y, por tanto, profesaba tal religión en contra del arrianismo imperante. Hermenegildo contrajo matrimonio con Ingunda, princesa católica francesa y ambos siguieron rindiendo culto a su religión.

Teodosia fallece y el rey Leovigildo se vuelva a casar, con la princesa arriana Goswinda quién comenzó una serie de disputas con la esposa de Hermenegildo... A tal extremo llegó la revalidad entre ambas que el rey envío de gobernador a Sevilla a su hijo quitando el problema de la corte de Toledo.

Llegados a Sevilla Hermenegildo y su esposa encuentra allí al obispo Leandro (uno de los santos de Sevilla), católico, familiar del príncipe por parte de su madre pues estaba emparentado con el gobernador de Bizancio Severino... En aquel clima fervoroso Hermenegildo se proclama católico y asiste a misa en la iglesia de San Julián.

Pero las noticias de la acción de Hermenegildo llegaron a la corte de Toledo, donde se practicaba el arrianismo, y Leovigildo montó en cólera... Envío un mensaje a su hijo amenazándolo con la destitución, pero Hermenegildo siguió fiel a sus creencias... Además nombró a la región Bética católica y se nombraba rey de España vistiendo las vestiduras reales...

Enterado Leovigildo, y calentado por Goswinda, partió hacia Sevilla con su ejército desde Toledo... Hermenegildo pidió apoyo a su familia bizantina y a la flota de Cartagena, pero Leovigildo inmovilizaría la acción de ésta desviando el curso del Guadalquivir, hizo un muro en la Barqueta y tomó rumbo Barqueta, Cartuja, Puente de Triana, Tablada, en lugar del original que era Alameda de Hércules, Trajano, Tetuán, Constitución, García de Vinuesa y Arenal... Y así quedaría el curso del río alterado no siendo su curso original...

Paralizada la flota bizantina comenzó el asedio de Sevilla, Hermenegildo huyó con algunos de sus caballeros al castillo de San Juan de Aznalfarache pero el cerco apretaba más y más a los sevillanos y al rey católico y debieron rendirse, Hermenegildo salió del castillo y a Leovigildo se apiadó de él pero al ver las insignias reales ardió de ira... No obstante le pidió que abandonara aquella idea del catolicismo y él le restituiría sus honores... Pero Hermenegildo era de fuertes convicciones y siguió en sus treces... Se jugaba el trono visigodo y aun así no quiso renunciar a su fe.

El rey visigodo envió a su hijo prisionero a Tarragona, allí sería juzgado como traidor al rey, a su patria y a su religión, fue condenado a muerte y decapitado.

Actualmente, en la Ronda de Capuchinos, junto a la muralla, hay una iglesia, la de San Hermenegildo en cuya fachada existe una lápida de mármol en recuerdo del rey católico de Sevilla.


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