«El PP no tendrá otra batalla en Sevilla por el aspirante a la Alcaldía»

Le plantó cara a los oficialistas en una batalla con luz y taquígrafos. Salió ganadora y ahora encauza el rumbo de un partido que quiere ser alternativa real al PSOE en 2019. Para ello, se marca hacerse con la Alcaldía de Sevilla y tener concejales en cada rincón de la provincia

Iñaki Alonso @alonsopons /
09 jul 2017 / 21:49 h - Actualizado: 10 jul 2017 / 09:17 h.
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  • La presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, en su despacho del grupo popular en la Diputación. / Fotos: Jesús Barrera
    La presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, en su despacho del grupo popular en la Diputación. / Fotos: Jesús Barrera

Jugó la arriesgada mano de plantarle cara al aparato en Sevilla de un partido, el PP, que lava siempre la ropa lejos de la vista de todos. Salió victoriosa de una batalla casi retransmitida a modo de carrusel deportivo y ahora trata de reconstruir su partido con los cimientos de una integración pactada sobre la bocina. La nueva presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, lleva apenas dos meses en el cargo, pero han sido suficientes para iniciar la reconstrucción, cerrar filas para evitar más guerras intestinas, a la par de «cambiar el ritmo» en su intento, nunca antes logrado, de ganar al PSOE en la provincia de Sevilla en 2019.


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¿Ha conseguido en este escaso tiempo engrasar la maquinaria tras tanta batalla por el poder en el PP?

—Pretendíamos incrementar la actividad del PP de Sevilla y su presencia en la calle. El compromiso en el Congreso era multiplicar por diez la actividad en la provincia y eso estamos haciendo desde que asumo la presidencia.

—Ahora que se ve ese ritmo, ¿nota lo despistados que podían estar con esta división interna tan pública?

—El PP no ha dejado de funcionar en ningún momento, ni en sede parlamentaria ni en los ayuntamientos. No nos hemos despistado, si bien cuando uno está en un fin de ciclo no está preparando nuevos proyectos. Es un periodo de transición. Ahora que hay nuevo proyecto se nota un nuevo impulso y una actividad in crecendo con una fecha clara que es 2019.

—De esta batalla interna y tan pública con Juan Bueno, ¿se arrepiente de algo?

—No tengo sentimiento de arrepentimiento. Hemos tenido un debate interno profundo, no solo de personas sino de proyectos, iniciativas y formas de dirigir un partido. Hemos sido profundamente responsables, terminando además en un proceso interno democrático de la mejor forma posible y, gracias a un acuerdo, nos hemos complementado las dos candidaturas. Sentir arrepentimiento sería ilógico.

—Sorprendió que al final se arreglara todo con la integración. ¿Cómo va ese proceso de cicatrizar las heridas?

—Vamos a buen ritmo. Todo el mundo tiene su sitio y está trabajando con ganas y coherencia. Luego las personas tienen sus tiempos y habrá algunos con una adaptación inmediata y otros a los que les cueste más tiempo.

—Habla de nuevo proyecto, ¿cómo es el nuevo PP y sus objetivos en una plaza nada fácil como esta provincia?

—Uno pasa por recuperar la Alcaldía de Sevilla. Las últimas tres elecciones las ganó el PP, aunque no gobernamos en 2007 y 2015. No hemos dejado de ser la fuerza mayoritaria. Tenemos 12 concejales frente a 11 del gobierno débil de Espadas.

Después tenemos otra prioridad que nos obsesiona, que es la de tener concejales y estructura en todos los municipios sevillanos. Hay 27 ayuntamientos donde no hay representación y existe necesidad de implantar al PP en el territorio y, a partir de ahí, aumentar las Alcaldías.

—Siempre ha tenido un escollo en la Sierra Sur, ¿cómo ganar en pueblos en los que hay listas con cuneros, es decir, ediles de otros territorios?

—La palabra imposible no es aplicable en política, más cuando tenemos una Alcaldía como Herrera en plena Sierra Sur. Si ganamos allí en dos ocasiones, podemos gobernar en otros municipios de la comarca. No me resigno. Es verdad que hay dificultades en la Sierra Norte y la Sierra Sur a la hora de tener esas estructuras fuertes, pero tenemos implantación en Osuna o Estepa donde hemos llegado a gobernar en coalición. El PP tiene que salvar ese obstáculo con la sociedad y transmitir nuestros proyectos de otra manera.

—¿En qué se ha acertado en Herrera para que pueda servir de espejo para Martín de la Jara, El Saucejo, Gilena,...?

No hay dos municipios iguales. Herrera puede ser un espejo en el que mirarnos pero después son las personas, los equipos, los proyectos y hasta las circunstancias específicas de cada pueblo. Todo no depende de un partido. El buen hacer de un gobierno como el de Herrera es el que permite entrar en minoría y luego alcanzar una mayoría. Eso queremos proyectar en la Sierra Sur, donde tenemos a personas muy válidas.

—Siempre se habla del Aljarafe, ¿pero qué ha pasado para que ahora Los Alcores sea el feudo fuerte del PP?

—Hay una gran proyección de políticos en Ayuntamientos muy complicQados. Juan Ávila en Carmona, Ricardo Sánchez en Mairena del Alcor o, incluso fuera de Los Alcores, la vecina Lora del Río con Antonio Enamorado son ejemplos de gobiernos en minoría y una gestión excelente. Son nuevas formas de hacer política, alcaldes con algo en común, que es que son de la calle y muy de sus vecinos. Eso es lo que vamos a exportar al resto de municipios de la provincia porque es el modelo de referencia..

—Ese perfil de candidato se busca también en la capital, ¿cómo se le quedó el cuerpo cuando se habló de Javier Arenas como alcaldable? ¿Lo incluiría como las que definió como opciones exóticas?

—(Se ríe abiertamente). No, no... Javier Arenas, que es un referente dentro del partido a nivel nacional y patrimonio del PP de Sevilla, está dedicado a otros menesteres. El escenario de Arenas es completamente distinto al que le han querido ubicar. No sería una candidatura exótica per se, pero para nada entraría en su cabeza optar a la Alcaldía de Sevilla. Hace un magnífico papel en el PP nacional.

—Entonces, cuando dice no a las candidaturas exóticas, ¿a qué se refería? Para descartar nombres de la terna...

—No tendremos un candidato extravagante ni nada así.

—Beltrán Pérez, que ahora es el nuevo portavoz local, está bien posicionado ¿se ajusta a lo que se busca? ¿cómo lo ve como candidato?

—Beltrán Pérez tiene la tarea encomendada de dirigir el grupo municipal en una injusta oposición pese a ganar las elecciones. A día de hoy no hay otra decisión tomada. Se hará a final de año y en sintonía entre el grupo municipal y la dirección provincial.

—¿Teme que abrir ese melón suponga otra crisis interna?

Estoy orgullosa del comportamiento de los concejales del Ayuntamiento de Sevilla. Están funcionando bien y lo harán mejor. No creo que en Sevilla vaya a existir batalla, ni siquiera de guante blanco, en torno al candidato. Vamos a estar todos de acuerdo en que el que se elija va a ser lo mejor para Sevilla y para el PP. Y estaremos todos a una.

—¿Es difícil ejercer un papel de oposición cuando su partido gobierna en España? Hay muchas tareas pendientes en Sevilla: SE-40, N-IV, ...

—Una de las primeras tareas que realicé fue viajar a Madrid y, entre otras personas, hablé con el ministro de Fomento para reclamar infraestructuras. Uno tiene que pedir con responsabilidad, sabiendo que es lo que se pide, pero nunca con la boca chica. Todo dirigente político, si no pelea por lo que necesitan sus vecinos no está cumpliendo. No vamos a tener complejos en plantear demandas al Gobierno central siempre que creamos justas. Ahora se están acometiendo infraestructuras que no son fáciles como la SE-40 o el desdoble de la N-IV. Todo eso está presupuestado y son obras que se desarrollarán en varios años. Pese a las dificultades, no ha existido desprecio por parte del Estado. Además, se han dado buenas noticias como que se harán los túneles de Coria. No se ha metido nada en un cajón y el PP de Sevilla estará pendiente para que eso no ocurra.

—¿Cree que veremos algún día un acuerdo con el Metro entre la Junta y el Estado?

—Es un tema que hay que abordar lo antes posible y sería de nuestro agrado que hubiera un entendimiento entre las administraciones. No parece que la presidenta de la Junta tenga ganas de llegar a ese entendimiento con el Gobierno de Rajoy. Más bien se lamenta continuamente de que no se le trata de forma justa cuando en Andalucía hay muchos problemas que le compete exclusivamente al Gobierno andaluz. De infraestructuras pero también de Sanidad y Educación. Más de medio centenar de caracolas, el problema de la climatización en los colegios, la delicada situación de los profesionales sanitarios,... Lo deseable sería un diálogo para algo de justicia para Sevilla como el Metro pero tenemos pocas esperanzas.

—Espadas piensa lo mismo, pero mirando al Estado. Entiendo que su valoración del alcalde no será buena.

—Han pasado dos años donde ha terminado de ejecutar muchos proyectos de Juan Ignacio Zoido pero sin poner nada encima de la mesa para el crecimiento de la ciudad. Es un gobierno gris e inerte. Quedan dos años que no pintan demasiado bien si siguen anclados en esa negación de la realidad, que es que el PP tuvo más votos y ediles. Para colmo, han perdido el apoyo de la izquierda radical. Si persiste en su error serán cuatro años en blanco para Sevilla.