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El pleno aprueba el documento final en el que se incorporan las enmiendas de los grupos. / Jesús Barrera
La junta de portavoces que se celebró ayer dejó una conclusión. El texto registrado por el PP, ese presupuesto alternativo o enmienda a la totalidad, no se puede votar en la comisión de Hacienda –prevista para el martes–, donde se decidirán qué propuestas se incorporarán en el proyecto de las cuentas de gasto de este 2018 antes de que pasen por el pleno.
Así lo aseguraron tanto el secretario como el interventor municipal en dicha reunión, que argumentan que la legislación no contempla esta posibilidad pues según la ley de bases del régimen local solo el gobierno municipal tiene potestad de presentar presupuestos que luego se puede enmendar por la oposición. Aún así, se abre un plazo para que el PP encuentre una fórmula en la que pueda encajarse este documento dentro de las posibilidades que admitan ambas figuras municipales.
El PP, por su parte, niega la mayor y asegura que no les consta que exista «ningún informe» ni del interventor ni del secretario que diga que el presupuesto presentado como enmienda a la totalidad no sea legal. Fuentes del partido apuntan a que tampoco hay reglamento que regule el procedimiento ni que diga que eso no se puede hacer. Para reforzar su postura, aportan ejemplos de otros ayuntamientos donde se han presentado documentos similares. Su portavoz, Beltrán Pérez, llegó a asegurar ayer que «hay quien quiere esconderse en una argucia legal para no admitir a trámite el presupuesto alternativo que presentó el PP». En su defensa, insistió en que se podría emplear el mismo «argumento político para desvirtuar todo el proceso de elaboración del presupuesto porque se basan en que no está reglado en ninguna normativa».
En este sentido, cabe recordar que el procedimiento que se sigue en el Ayuntamiento de Sevilla en los últimos años pasa por la presentación de enmiendas a un borrador que elabora el gobierno local y que posteriormente envía a los grupos de la oposición para su estudio. Una vez registradas las propuestas, se debaten en la comisión de Hacienda y se votan cuáles se incorporan en el documento final que se vota finalmente en pleno.
Si bien, todavía existe la opción de encontrar un encaje para el documento de los populares, que reiteran que no existe una fórmula clara ni un acuerdo a seguir este año y que incluso elevaron una consulta al secretario el pasado día 10 –el día que acababa el plazo de presentación de enmiendas– y que aún no han obtenido respuesta. Eso sí, fuentes del partido, admiten que están dispuestos a ajustar alguna pequeña cuestión formal que pudiera surgir.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se mostró confiado en que habrá una solución y pidió al PP que «reoriente» su planteamiento con el objetivo de conseguir avanzar y tanto a los populares como al resto de formaciones «seriedad, respeto y altura de miras. Vamos a salir todos de esa situación».
El portavoz de Ciudadanos, Javier Millán, apuntó que tras la reunión queda «certificado» que el «presupuesto alternativo» promovido por el PP «no tiene base legal» y es una mera «extravagancia». Por eso, pidió al PP que «reconsidere» su posición. «Estoy convencido de que va a rectificar y habrá un acuerdo a 26 entre el PSOE, el PP y Ciudadanos para los nuevos presupuestos».
De hecho, toda esta polémica es una cuestión de formas más que de fondo. Pues la realidad es que las negociaciones presupuestarias siguen su curso. Tanto el regidor hispalense como el portavoz del PP insistieron en que el diálogo continua. «La negociación entre el PSOE y el PP está levantando mucha expectativa y esperanza entre los vecinos que ven como los dos grandes partidos, por primera vez en la historia de la democracia en el Ayuntamiento, son capaces de ponerse de acuerdo», afirmó Beltrán Pérez.
Participa Sevilla hizo un llamamiento al alcalde y pidió «no retrasar la aprobación de las cuentas a la primavera ante las urgencias que hay en la ciudad por el show del PP con su presupuesto alternativo que no sigue el procedimiento».