El rap más cañero de Torreblanca

El músico RABEM protagoniza un vídeo en el que reclama el fin de la marginación que sufre el barrio

20 jun 2017 / 08:00 h - Actualizado: 20 jun 2017 / 20:24 h.
"Barrios","Este - Alcosa - Torreblanca","Vandalismo"
  • RABEM posa en Torreblanca, barrio al que ha dedicado rimas para denunciar la falta de seguridad. / El Correo
    RABEM posa en Torreblanca, barrio al que ha dedicado rimas para denunciar la falta de seguridad. / El Correo
  • Uno de los fotogramas del vídeo, que el domingo tenía 2.500 visitas. / Youtube
    Uno de los fotogramas del vídeo, que el domingo tenía 2.500 visitas. / Youtube

Es una descarga de cuatro minutos largos, pero reciben ración más que suficiente el alcalde, Juan Espadas (PSOE), el subdelegado del Gobierno, Ricardo Gil-Toresano, y la concejal del distrito, Adela Castaño. El rapero RABEM ha puesto su talento al servicio de la asociación Torreblanca Unida para defender que su barrio no es menos que cualquier otro de Sevilla y reclamar políticas sociales y presencia policial ante el aumento de los actos vandálicos y los robos en un barrio que, explica tanto el músico como los integrantes de la asociación, parece que se ha convertido en el vertedero social donde los poderes de Sevilla arrojan todos los problemas que no saben resolver.

«Estamos ya cansados de aguantar la misma historia, el abandono del barrio y de todas sus medidas, que brillan por su ausencia», arranca esta pieza musical, dura como una plaza de cemento, como las imágenes que se suceden de viviendas minúsculas compactadas de manera imposible en los bloques, imágenes de delitos con violencia, de calles de barrio marginado. Incluso nuestro compañero de El Correo TV Rafa Reyes aparece en un plano, cubriendo los problemas de inseguridad del barrio.

«Violencia en las calles del barrio, que aumentan por la ausencia [de policías]. Cuando se tiñen de oscuro el peligro nos sentencia», sigue la canción, lanzada el jueves y que el domingo ya había sumado casi 2.500 visitas.

«Nos tratan como a perros y nos ponen el bozal, esto no interesa en el medio nacional», sigue desgranando, como si fueran consignas, el dolor de quienes viven en el barrio más al este de Sevilla y las condiciones de vida que allí parecen normales, pero que no aguantaría nadie en cualquier otra barriada o en el Centro, explican el propio RABEM y miembros de Torreblanca Unida (Sergio González, David Ríos, Daniel Marín, Javier Calzón).

«Señor Espadas, ¿tienes dudas? Torreblanca es de Sevilla. Así que cuida tu ciudad como cuidas tu familia (...) Basta ya de promesas incumplidas. (...) Hacemos sacrificios, para que luego no nos tenga en cuenta, volviendo al inicio», versifica para cargar contra la falta de política y de resultados del alcalde. «Entonces bien... ¿Qué mierda es esa de la mala fama del barrio, señor [Gil-] Toresano, cuando llevamos toda la vida marginados», sigue la letra para recordarle su cuota de responsabilidad al jefe de la Policía Nacional en la provincia. Sigue la letra, «la mala fama no se crea por denunciar. Se crea cuando existen problemas sin solucionar». Pero esta frase, aclaran el artista y los jovencísimos dirigentes de Torreblanca Unida, alude más a quienes dentro del barrio los intentan acallar. «Nos dicen que somos nosotros los que al denunciar», sigue Marín, «ponemos en el punto de mira al barrio. Que lo que pasa en Torreblanca no es para tanto y que no vendrá gente a los comercios. Pero es que a Torreblanca nadie viene a comprar otra cosa que no sea droga, el absentismo escolar ha llegado al 60 por ciento en uno de los colegios, este viernes robaron 10 aires acondicionados en otros tantos negocios y cuando la Policía nos dice que las denuncias bajan... ¿Cómo vas a denunciar a un vecino violento por que tiene la música alta? Los agentes se van y comienzan tus problemas. El vídeo no lo menciona, pero los chavales de Torreblanca Unida y RABEM –un rapero de 24 años al que el DNI identifica como Iván González, que estudia en el instituto Néstor Almendros de Tomares y que se dedica desde el 2007 a la música– al final señalan al tráfico de drogas detrás de los problemas de convivencia.

«La pobreza hace estragos y vivir es un suplicio», sigue la letra. «Robo, intimidación, acoso, discriminación, asaltos a negocios y también manipulación. Saldremos a la calle a manifestarnos: exigimos respeto. Seguiremos luchando hasta que escuchen».