El sector turístico pide que prime la seguridad a los itinerarios clásicos

Comercios, hosteleros y hoteleros piden al Consistorio una «solución inmediata» a la Madrugá

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
17 abr 2015 / 10:00 h - Actualizado: 17 abr 2015 / 19:04 h.
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  • El Silencio en la Madrugá. / Inma Flores
    El Silencio en la Madrugá. / Inma Flores

15 días después y a las puertas de la Feria de Abril, siguen escuchándose voces que exigen «una solución inmediata» a los problemas de seguridad de la Semana Santa, en especial los vividos la pasada Madrugá con las estampidas de público que arrollaron a los nazarenos del Silencio y con los jóvenes haciendo botellón en la calle al paso de las cofradías. Si el miércoles era el alcalde Juan Ignacio Zoido el que reconocía abiertamente que «hay que coger el toro por los cuernos» y trabajar «desde ya», ahora son los comerciantes, hoteleros, hosteleros y otros representantes de la sociedad civil los que piden «medidas radicales» en las que «prime la seguridad por encima de todo», tanto en los recorridos como en los horarios de los desfiles procesionales «al margen de consideraciones absurdas por parte de algunas hermandades».

Todos lo tienen claro: hay que actuar «ya» y comenzar a trabajar en «una organización firme y seria» de los días santos. «Es el momento de no echar en el olvido lo que nuevamente acabamos de vislumbrar en la última Madrugá. Hay que intervenir ante el grave riesgo que se está creando en la calle con las masificaciones de público en un Casco Antiguo reducidísimo», resume José Joaquín Gallardo, decano del Colegio de Abogados de Sevilla. Este letrado y cofrade pone además el acento en «la degradación de la vida y de las costumbres cívicas», como otros detonantes de esta situación que supone una amenaza para la fiesta y que desde el año 2000, con las famosas carreritas, «no deja de enviarnos avisos».

Reconocida la carencia y «preocupados por todo lo que pueda deteriorar la imagen de la Semana Santa, un recurso de gran valor para toda la ciudad» –según advierten los hoteleros sevillanos (AHS)–; plantean que «toca pensar en el nuevo modelo que se quiere». En palabras del gerente de AHS, Santiago Padilla, «el Ayuntamiento es el ente perfecto, dada su visión de conjunto», para coordinar entre todos este golpe de timón que para algunos debe estar «antes del verano».

Mientras que los comerciantes de Alcentro hacen hincapié en «reforzar la seguridad en el centro y controlar más las Setas» para evitar peleas como la que desencadenaron las carreritas en la Madrugá, Aprocom y el propio decano del Colegio de Abogados apuntan más fino y abogan por que «prime la seguridad» en los recorridos por encima de los itinerarios más clásicos. «Hay que tomárselo en serio y dejar al lado las pretensiones absurdas de esta calle sí o no. Cualquier cofradía discurre con brillantez por nuestras calles y a cualquier hora. Son absolutamente intercambiables los puestos y el orden. Lo importante es que se discurra sin provocar situaciones de riesgo y sin ver a nazarenos al montón», afirma Gallardo, para quien «no cabe más pasteleo ni pañitos calientes» para una solución que obligatoriamente han de acordar «Ayuntamiento, Consejo y cofradías».

Para Tomás González de Aprocom la actuación municipal ha de venir acompañada además de otro requisito indispensable: «exigir un compromiso firme a las hermandades de mantener el orden» en sus respectivas estaciones de penitencia, pues «luego cuando ocurren cosas, lo lamentamos todos».

La patronal de hosteleros insiste, por su parte, en atajar el problema del botellón, «en Semana Santa y todo el año». Su presidente, Pedro Sánchez-Cuerda, recuerda que hay una ley (la Ley Antibotellón) «que hay que cumplir hasta en la Madrugá» porque «perjudica al centro, con ruidos, suciedad y luego la mayoría de los sacrificados somos nosotros». Sánchez-Cuerda dice que «hay que insistir en la seguridad» y subraya el sacrificio que hacen los bares en Semana Santa: «Hacemos un esfuerzo importante para la seguridad, retirando veladores». Pero también hay propuestas. El portavoz de Alcentro, Enrique Arias, esboza algunas medidas, como «instalar cámaras» o «hacer un bando especial de prohibición expresa del botellón en Semana Santa».