La Carretera Carmona y sus aledaños, en los últimos años, se han convertido en una de las zonas con mayor valoración por los sevillanos y las inmobiliarias. Tanto el precio del alquiler como el de la venta no han sufrido grandes variaciones en esta era del coronavirus. La cercanía con el Centro de la ciudad y las buenas conexiones con Santa Justa y el aeropuerto hacen que buena parte de la Carretera de Carmona, avenida de Miraflores, El Fontanal y Arroyo se revaloricen como la espuma, pero no todo va a ser positivo.
En las últimas semanas, en esta zona de Sevilla se ha vivido un repunte con fuerza del vandalismo.
Muchos jóvenes se dan cita en la plaza Pianista José Romero para hacer botellona. Este hecho se repite con fuerza todos los fines de semana, pero entre semana, los jóvenes siguen reuniéndose en pandillas numerosas sin mantener la distancia de seguridad ni portar mascarillas.
En el parque de la Rosaleda, frente al gimnasio Viding, ocurre lo mismo.
Hace unas semanas, algunos vecinos se encontraron con varios contenedores ardiendo por la zona. El pirómano no sólo se quedó en esta parte de la ciudad y prosiguió con su caminar hacia el Centro.
Asaltos en el centro de salud
Hace unos días, un vecino de la zona grabó a un grupo de jóvenes que tienen la costumbre y diversión de escalar por la tapia del centro de salud Ronda Histórica para llegar a la azotea. Estos chavales, que se juegan la vida al subirse, pues la altura es considerable, se dedican, entre otras cosas, a coger las piedras que cubren el tejado y tirárselas a los viandantes.
Un vecino cuenta a El Correo de Andalucía que llamó a la Policía para denunciar que estos chavales estaban en lo alto del tejado. Los agentes, que llegaron tras más de media hora, hicieron una inspección ocular rápida. Tanto es así, que el vecino que llamó tuvo que bajar para explicarle a los Policías cómo habían escalado al tejado del ambulatorio, cosa que los agentes descartaron al decir «que eso era imposible» hasta que vieron el vídeo que se adjunta en la noticia.
La patrulla subió al primer nivel, hizo una inspección ocular y no encontró a nadie, pero la realidad es que el grupo de jóvenes estaban escondidos en el Centro de Salud, que cierra por las noches excepto la parte anexa de Urgencias.
Los vecinos piden que se refuerce la presencia policial por las tardes y las noches de los fines de semana en los parques de la zona para impedir la proliferación de botellones y reuniones de jóvenes sin mascarilla.