Emprendimiento para la Gavidia

El colectivo Entre Adoquines acomete la búsqueda de financiación para su proyecto para la antigua comisaría, que incluye un espacio sociocultural y una zona lúdica, y que detalla planta por planta

10 jul 2017 / 21:48 h - Actualizado: 11 jul 2017 / 20:25 h.
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  • Recreación del edificio de la antigua comisaría de la Gavidia y su entorno según el proyecto de Entre Adoquines. / El Correo
    Recreación del edificio de la antigua comisaría de la Gavidia y su entorno según el proyecto de Entre Adoquines. / El Correo
  • Distribución de los espacios de cada planta del inmueble y su inserción en el entorno que plantea el colectivo Entre Adoquines. / El Correo
    Distribución de los espacios de cada planta del inmueble y su inserción en el entorno que plantea el colectivo Entre Adoquines. / El Correo
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Si hace tres días, el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, demandaba proyectos para el edificio de la antigua comisaría de la Gavidia, el colectivo de arquitectos Entre Adoquines ha detallado su propuesta. Su base: la creación «de un centro de investigación y emprendimiento junto a un espacio sociocultural y una zona lúdica que aprovecharía las magníficas vistas de las que dispone la azotea del edificio».

No es la única propuesta. El propio Espadas afirmó que han llegado al Ayuntamiento iniciativas empresariales interesadas en poner un hotel o relacionadas con equipamientos sociodeportivos, culturales o con usos de coworking, entre otros, además de una que vincula la acción de la Gavidia con una inversión de rehabilitación en San Hermenegildo. El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Javier Millán, valoró esta diversidad como «una confesión pública de que no tiene proyecto alguno para la ciudad».

El colectivo Entre Adoquines, que realizó un workshop sobre el tema ya en diciembre del año pasado, aclara que la mayor parte del inmueble se dedicaría en su propuesta al «centro de investigación y emprendimiento». Se ubicaría alrededor del patio de acceso al garaje y estaría gestionado por el Ayuntamiento y las universidades públicas de la Ciudad: la de Sevilla y la Pablo de Olavide, que han apoyado el proyecto por escrito.

Entre Adoquines apuesta por la llegada de empresas jóvenes asociadas precisamente a las universidades, «tanto de diseño, fabricación digital, bellas artes, investigación como de ingeniería, comunicación, etcétera; y que entre ellas surjan sinergias y puedan crear proyectos conjuntos».

El espacio ocuparía un área de más de 1.500 metros cuadrados, y funcionaría como «un espacio polivalente y mixto –situado en la planta baja– que pueda cubrir las necesidades de un entorno que se encuentra saturado de comercio y restauración», en palabras del colectivo. Y por aquí se explican buena parte de las diferencias con otros de los proyectos de los que habla Espadas. «Se trataría de un espacio polivalente para la ciudad en una ubicación inigualable», resume Entre Adoquines.

En la azotea superior, el proyecto incluye crear un «espacio-mirador y disfrutar del Skyline del Centro histórico», bar incluido. En la última planta del edificio se ubicaría un bar-restaurante. «Estos espacios lúdicos entran dentro del 20 por ciento destinado a uso lucrativo del edificio», aclaran.

Además, la rehabilitación del edificio, necesariamente respetuosa con numerosos aspectos del edificio por su calificación de BIC, «llevaría a cabo un cambio de sentido del edificio y del sistema de rehabilitación de esta ciudad». El proyecto pretende que el edificio consuma lo menos posible. ¿Cómo? Con una mejora en los aislamientos, en la protección solar, en la eliminación de puentes térmicos y la introducción de sistemas de refrigeración mediante geotermia. Además, mediante captadores solares, conseguiría que el edificio fuera autosuficiente energéticamente «y produjera una excedencia que pueda pasar al entorno».

Entre Adoquines explica en su página de Facebook que están en fase de captación de financiación, de apoyo económico para su proyecto. Justo lo que demandó el alcalde, que pidió para las propuestas «un estudio de viabilidad económica y un plan de financiación, porque no estamos en el punto de las ideas ocurrentes sin más».

La solución debe llegar en menos de dos años

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se ha propuesto solucionar el futuro del inmueble que ocupó la antigua comisaría de la Gavidia antes de que finalice su mandato. Es decir: en dos años como mucho. «Tenemos que tomar una decisión sobre el uso definitivo del inmueble, hacer una modificación urbanística ligada a ese uso que la corporación decida y, de manera inmediata, dar la posibilidad de estudiar la viabilidad económica de esos proyectos y que el pleno del Ayuntamiento pueda decidir en los próximos meses su uso final, de manera paralela a la gestión con el Ministerio y a la publicación que falta por parte de la Junta de la calificación», resumió Espadas, quien destacó que «la ciudad se merece, de una vez por todas, que se solucione la situación».