El 29 de septiembre se celebra la fiesta litúrgica de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. La Iglesia de Santa Cruz, cuyo párroco es el canónigo de la Catedral de Sevilla Eduardo Martín Clemens, alberga la mejor escultura barroca de San Miguel existente en Sevilla. Es una imagen milagrosa que corona todo el templo y símbolo de protección de la Iglesia católica contra las asechanzas del mal. La vinculación de este sacerdote diocesano con el arcángel guerrero le viene casi desde su nacimiento hace 69 años en Morón de la Frontera, ya que fue bautizado en la parroquia de San Miguel, templo conocido popularmente como la "Catedral de la Sierra Sur". La soberbia, resalta, es el gran pecado que nos afecta a todos y del cual desde siempre ha estado contaminada la humanidad que intenta ser como Dios. Por ello debemos fomentar la protección a los ángeles para sentirnos redimidos por Cristo.
P- Don Eduardo, ¿San Miguel es el máximo patrón de la Iglesia romana, simbolizando el Triunfo de la Fe?.
R- El patrón de la Iglesia universal es San José. La Iglesia siempre ha acudido a San Miguel en los momentos de las grandes dificultades y lo tiene también como patrón, sobre todo en la Iglesia copta lo veneran muchísimo.
P- San Miguel es considerado el primero de los arcángeles, príncipe de los ángeles y de los ejércitos celestiales. Tengo entendido que es el arcángel más venerado en el cristianismo y además es, después de la Virgen María, el gran intercesor ante Dios.
R- Sí, la Virgen es la gran intercesora ante Dios. Yo le doy mucha importancia a esto porque hay que acudir primero a la Santísima Virgen y luego a San Miguel. En muchos lugares ambas devociones están muy unidas y se sitúa al arcángel junto a la Virgen Inmaculada.
P- Se dice que fue el arcángel guerrero el que, tras las súplicas del Papa Gregorio Magno, se apareció en Roma y detuvo la epidemia de peste que asolaba la ciudad en el año 590. Italia tiene a San Miguel como patrón y protector y la Polizia di Stato se ha encomendado al arcángel para vencer al virus. ¿En España también debemos pedir su ayuda para combatir la actual pandemia?
R- Sí, especialmente en estos momentos tan fuertes de pandemia que estamos viviendo.
P- En la Iglesia de Santa Cruz se encuentra, en opinión del catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso, la mejor talla barroca del siglo XVIII de San Miguel existente en Sevilla. Cuando usted fue nombrado párroco en 2011 la imagen se encontraba situada en la antesala de la Sacristía, pero en enero de 2012 la ubicaron en el centro del pilar izquierdo apoyada sobre una ménsula a un metro por encima del techo de púlpito. El traslado fue complicado, ¿su objetivo fue preservar mejor a San Miguel y que tuviera un sitio destacado en la iglesia?
R- Efectivamente, la portentosa imagen del arcángel se encontraba en la antesala de la sacristía, aunque en sus orígenes coronaba el antiguo retablo barroco de esta iglesia. Al estar en un sitio de paso la gente por devoción tocaba constantemente la talla de San Miguel y se iba deteriorando. Así que, por recomendación de los entendidos en arte, se decidió trasladarla y colocarla en alto, en la zona púlpito, ya que según me indicaron en Bellas Artes es una escultura para contemplarla desde la distancia. Además, los devotos entendían que en el nuevo sitio el arcángel los protegía al salir del templo porque, después de la oración y la eucaristía, los fieles entran en la vida cotidiana, pero ven desde lo alto la imagen del arcángel que es como si les dijera "os sigo protegiendo fuera". El traslado sí fue muy laborioso, debido al tamaño (1,60 centímetros aproximadamente) y el peso (más de 1.000 kilos). Su ubicación actual permite contemplar toda la expresión y el movimiento de la imagen, ya que está hecha para verse desde abajo.
Diego G. Peralías
P- Según me ha comentado usted en alguna ocasión, el San Miguel de Santa Cruz tiene gran devoción y además es muy milagroso. Acuden a rezarle devotos no sólo de Sevilla, sino de otras partes de Andalucía. Es una imagen donde destaca la visión espectacular del arcángel con su fuerza, dinamismo y poder sometiendo al dragón.
R- Sí hay bastante devoción y sobre todo viene gente del Aljarafe, quizás porque anteriormente tuvieron alguna vinculación con el barrio de Santa Cruz. En el mes de septiembre se acercan más personas a ver la escultura y entregamos desde la parroquia unos folletos informativos y estampitas para la devoción del protector.
P- El arcángel San Miguel es el gran defensor y protector de la Iglesia, el que lucha incesantemente contra los demonios. ¿Es también el brazo ejecutor de la justicia divina y el guardián de las almas en el Juicio Final?
R- Realmente es el gran defensor y protector de la Iglesia. San Miguel es el antídoto de Satanás. Así como al demonio le pierde el orgullo, la soberbia, y quiere ser como Dios, negándose a dar culto y reverenciar a Cristo en su humanidad, San Miguel es el gran defensor que marca la distancia entre lo que es el Creador y la criatura, especialmente cuando ésta está llena de soberbia y engreída por tantas cosas que el mundo oferta y que son falsas o al menos engañosas. De hecho diría que es el protector de todos los engaños, de la apariencia, de crear dioses artificiales. Todo el que intenta crear un Dios artificial está pecando como aquellos primeros ángeles caídos que se rebelaron ante el Creador. Por eso es el guardián de la misericordia divina, la justicia es misericordia en Dios y sobre todo en el Juicio Final, cuando veamos a Dios cara a cara, será también el arcángel San Miguel nuestro gran defensor.
P- El Papa León XIII, después de una visión que tuvo en 1888 donde percibió la actividad de los espíritus malignos en contra de la Iglesia, compuso una oración dedicada a San Miguel y decretó que fuera recitada al final de la misa para ayudar a protegerla. Tradición que continuó en el siglo XX, aunque en la década de los 60 se convirtió en opcional. Actualmente su rezo se ha suprimido prácticamente en la mayoría de las celebraciones litúrgicas. ¿Cree necesaria recuperar esta costumbre?
R- Es muy difícil saber con veracidad histórica qué relación tiene la experiencia personal que tuvo el Papa León XIII con San Miguel Arcángel. Sí cuentan los que estaban cercanos al Santo Padre la conexión que había y parece ser que tuvo una visión en la que se manifestaba el peligro de Satanás, queriendo atacar a la Iglesia. Tiene eso un gran actualidad hoy en día también. Por eso yo recuerdo de niño aquella oración que se rezaba todos los días al final de la ceremonia eucarística. No estaría mal, al terminar la Eucaristía, poder rezarla con los fieles o particularmente. Se suprimió la oración cuando la reforma litúrgica en casi todas las celebraciones. Sin embargo, hay cosas que se eliminaron y hoy vuelven a tener una gran actualidad. La oración de San Miguel debería ser, si no obligatoria, doctores tiene la Iglesia, sí recomendada por todos los sacerdotes porque es como un clamor, una petición al arcángel que tanto supo de todo esto, de la ambición que tiene el ser humano hoy en día, del endiosamiento que nos está llevando a la perdición por una soberbia y vanidad camufladas que tanto daño están haciendo a la sociedad actual y al interior de la Iglesia. Más que nunca esa oración tiene vigencia en estos tiempos.
P- San Gabriel es el segundo arcángel más importante que cita tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento en su misión de nuncio o enviado, el mensajero de Dios (Nuntius), el anunciador de María. También es conocido como “la fuerza de Dios”. ¿Es el Embajador del Cielo en la Tierra?
R- San Gabriel es el nuncio de Dios para los grandes acontecimientos de la salvación. Es el mensajero y también le tengo muchísima devoción. Tiene un papel muy importante, sobre todo cuando María pronuncia ese sí grandioso y es el vehículo por el cual entra Cristo, la divinidad, en la humanidad. San Gabriel tuvo el honor, la gran suerte, de comunicárselo a la Virgen. Este arcángel hace de mediador entre el deseo, el sueño de Dios desde toda la eternidad, y el anuncio a una doncella de Nazaret. También es el mensajero de otros momentos clave, por eso es el Embajador del Cielo en la Tierra.
P- San Rafael, citado en el Libro de Tobías, es el tercer arcángel canónico que representa la Medicina de Dios (Medicina Dei), el Curator. Va ataviado con el hábito de peregrino, portando el báculo y el pez, con cuya hiel curó la ceguera del padre de Tobías. Es el patrón de la ciudad de Córdoba y al que se le reza para que sane todo tipo de males. En estos tiempos que corren San Rafael debe estar también muy solicitado por los seres humanos.
R- Para entender a San Rafael hay que acercarse al Libro de Tobías y leerlo, es de una belleza inigualable. Se le conoce como la Medicina de Dios, y la relación del joven Tobías y el arcángel refleja lo que es el deseo curativo que Dios tiene ante toda dolencia humana y cómo se sirve de métodos y medios naturales para logar el gran milagro. No solamente en Córdoba, sino en muchos lugares los padres, a la hora de bautizar a sus hijos, eligen el nombre de Rafael y le rezan. Es una devoción muy vinculada con la Iglesia sobre todo en el siglo XIX tuvo mucha fuerza y se le pedía ante las desgracias familiares. Antiguamente las familias lo tenían también como patrono y hoy, que hay tanta desestructuración familiar, no estaría mal que volviéramos al conocimiento de las Santas Escrituras, volver a la Biblia es fundamental para conocer los designios de Dios. Y así nos toparemos con San Rafael como enviado para sanar y curar toda dolencia. Recomiendo la lectura del Libro de Tobías para entender la presencia de la realidad de este arcángel en medio de la humanidad y sobre todo en medio de las familias.
P- ¿Son importantes los arcángeles en la vida de la Iglesia?
R- Es muy importante que devolvamos actualidad a los arcángeles. Devolverles actualidad en la vida de la Iglesia. No son devociones ñoñas ni arcaicas. También quiero resaltar la importancia, junto a esta fiesta litúrgica que se celebra el 29 de septiembre, del Ángel de la Guarda. Yo insisto mucho en su devoción en los cursillos pre bautismales, en los bautizos y con las familias. Son devociones tradicionales que por lo que sea se están perdiendo; no se trata de criticar la historia, ni buscar culpables. Pero lo perdimos y se ha quedado el hueco vacío. Yo me pregunto: ¿quién va a ocupar el lugar de los ángeles y arcángeles si son enviados de Dios?. El fallo fue haberlo dejado en el olvido. De ahí la necesidad de devolverles actualidad.
P- En su condición de delegado de Misiones de la Archidiócesis de Sevilla, quería preguntarle que en Hispanoamérica existe mucha devoción a los arcángeles canónicos, especialmente a San Miguel, gracias a la labor evangelizadora de los religiosos españoles. Usted que ha sido misionero en Perú, ¿ha visitado el conjunto arcangélico de pinturas del siglo XVII que se conserva en el Convento de la Concepción de Lima?
R- Yo quedé impresionado cuando vi esta serie de arcángeles, pero lo que más me llamó la atención en América Latina -especialmente en Perú, Bolivia y Ecuador- fue que todo lo relacionado con las procesiones -al igual que aquí en Sevilla es la tradición que los nazarenos y los fieles vayan acompañando a la imagen cuando procesiona-, los fieles van con incensarios hechos con elementos rudimentarios y también hay demonios horribles danzando. Antes del paso de la Virgen o del Señor, aparecen los arcángeles, imágenes impresionantes, ataviados con los mejores vestidos y diciendo a los diablos "podéis hacer lo que os dé la gana fuera, pero a la Virgen ni la toquéis". En América entendí mucho sobre la virginidad a la Virgen María y su devoción, preservada por los arcángeles. Además, por muy esparcido que esté el mal en la humanidad, se tiene la certeza de que Dios siempre es mayor y nunca podrán quitar su puesto de centralidad. Allí esto se vive cotidianamente en la calle durante las procesiones, donde aparece en primer lugar la gente disfrazada de demonio y luego al final los arcángeles, antes del paso, van danzando venciendo al mal. Esto viene a simbolizar lo que decía San Juan Pablo II: el mal se vence con la abundancia del bien.
P- ¿La homilía que usted pronunciará con motivo de esta festividad en la Iglesia de Santa Cruz estará dedicada a los arcángeles? Si es así, ¿puede adelantarnos qué mensaje quiere transmitir a su feligresía y a los devotos de los arcángeles?
R- En un principio, desde que me levante por la mañana encomendaré a todos mis feligreses a San Miguel para que siga siendo nuestro protector. Encomendar no sólo a la Iglesia de Santa Cruz y a la de Sevilla, sino a toda la Iglesia universal. También me gustaría comunicar cómo deberíamos tender a ser ángeles para esta humanidad caída, esta humanidad que tiene retos y desafíos en medio de problemas y tragedias, en estos momentos tan tristes de la historia que nos ha tocado vivir. Y sobre todo el gran pecado de los siglos XX-XXI, que es que hemos desplazado a Dios en la vida cotidiana y, como decían los filósofos existencialistas, no hemos dejado nada en su lugar. Es que Dios es insustituible, nada puede ocupar el lugar del Creador. Los arcángeles, con una misión u otra, siempre lo han sabido y lo han ejercido. No somos ángeles, ni somos espíritus, somos humanos, demasiado humanos, hombres y mujeres pecadores, pero redimidos. Por eso podemos anhelar y esperar que el ángel que llevamos todos dentro, en diálogo con el Ángel de la Guarda, se acerque a estos tres arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael, intercedan por nosotros antes Dios y nos traigan la humildad que necesitamos tanto en la Iglesia y en la sociedad, los presbíteros, los fieles, los devotos y los que no pisan una iglesia. Esa gran virtud que es la humildad y de la que carece tanto nuestra sociedad, que seamos sanadores y samaritanos de todos y sobre todo que evitemos, como nos diría el Papa San Juan XXIII, ser profetas de calamidades y seamos, como San Gabriel, portadores de buenas noticias. Por eso fue un acierto que en la reforma litúrgica unieran a los tres arcángeles para celebrar su festividad en un sólo día, el 29 de septiembre.