«Espadas practica el quietismo político»

Critica que el alcalde «se conforme con una declaración de intenciones» en el Metro y presume del desbloqueo de la conexión con San Pablo

24 may 2018 / 07:07 h - Actualizado: 24 may 2018 / 11:28 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","Ciudadanos","Balance de tres años de mandato","Javier Millán"
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Supo encontrar su lugar en el Ayuntamiento en un momento en el que el alcalde, Juan Espadas, comenzó a perder los apoyos de los partidos (IU y PS) que lo habían aupado a la Alcaldía. Desde entonces presume de haber hecho que se bajen los impuestos, «una medida que va en contra del ADN socialista», de poner en marcha la línea este o desbloquear el museo Bellver. Algo que le hace «sacar pecho» como «oposición útil» aunque, explica el portavoz de Ciudadanos, siguen pesando más los incumplimientos de un regidor «experto en anuncios que no se concretan».

—¿Qué balance hace del mandato de Espadas?

—Son tres años de continuidad respecto al anterior mandato, del bipartidismo decadente que significa parálisis para la ciudad de Sevilla.

—¿Eso en qué se traduce?

—No ha habido avances, no ha habido transformación ni salto cualitativo. Los grandes temas siguen parados, la suciedad ha aumentado, los barrios están abandonados, los parques y jardines son manifiestamente mejorables y del estado de la arboleda ya ni vamos a hablar. Lo que sí ha habido es mucha palabrería. La política del abrazafarolas ha sido continuada por la política del bienqueda. Y eso no significa eficacia ni seriedad. El gobierno de Espadas aplica el quietismo político. El para no equivocarme no hago nada. Y eso provoca daños en la ciudad porque no avanza.

—¿Entonces no ha cambiado nada la ciudad en tres años?

—Es muy significativo que la mayor obra del mandato sea la reurbanización del Greco, que acomete Emasesa. Eso dice mucho de lo poco que aporta el gobierno socialista. No hay una apuesta definida, ni un proyecto de ciudad.

—Pero se avanza en un plan estratégico...

—El plan estratégico que ahora está viendo la luz es algo que impulsó Ciudadanos en el pleno a través de una moción acompañado por una dotación presupuestaria exigida también por Ciudadanos. ¿Qué significa esto? Que el gobierno socialista va a acabar el mandato y no tenía una definición concreta del plan para la ciudad.

—Por lo que dice su partido ha tenido un papel clave, ¿qué cosas ha aportado Ciudadanos a la ciudad?

—Desde nuestro grupo de tres concejales hemos conseguido algo muy importante como bajarle el IBI a los sevillanos, que tiene una consecuencia directa en los bolsillos de los ciudadanos para consumir o invertir. También hemos puesto en marcha cosas en materia de movilidad, como la línea este. En cultura, el museo Bellver va a ser una realidad en fechas próximas gracias a nosotros y se está acometiendo la rehabilitación del Pabellón Real. Además, después del verano habrá tarjeta gratuita de Tussam para los niños menores de 12 años algo que implica ayudar a las familias, apostar por el transporte público, por la sostenibilidad y por menos atascos.

—¿Cuál es el truco para que sus propuestas se cumplan?

—Partimos de una premisa previa y es que nosotros llevamos tres años trabajando centrados en la ciudad y en sus problemas. Hay otros grupos que están ocupados en sus rencillas internas. Por eso nosotros somos la oposición útil y responsable. Además, lo que planteamos siempre está muy estudiado y es muy sensato. No somos locos que lanzamos propuestas irrealizables. Y evidentemente apoyar un presupuesto te da una cierta autoridad moral a la hora de exigir. Todo eso implica que podamos sacar pecho por algunas cuestiones pero siguen pudiendo más los incumplimientos.

—¿Cuáles han sido los incumplimientos?

—Sobre todo en los acuerdos referentes a políticas sociales. Se ha incumplido los compromisos en materia de vivienda, un programa pactado para impulsar el alquiler de viviendas a familias, porque no olvidemos que Sevilla tiene que ganar población a través de una serie de medidas que hagan la ciudad más atractiva. Y otra, adaptar los parques a niños con diversidad funcional, tan simple como que en cada distrito hubiera un parque con los columpios adaptados. Ni uno han sido capaces de poner en marcha.

—Teniendo en cuenta que Espadas gobierna en minoría, ¿la oposición tiene herramienta de fiscalización, para hacer cumplir lo aprobado?

—La administración local es presidencialista. El gobierno tiene en sus manos muchas más herramientas que la oposición. Por eso es muy importante la investidura y por eso hay que pasarle factura a los dos grupos que le dieron el bastón de mando. El medidor fundamental es la opinión pública. Cualquiera de la calle cuando le preguntamos qué es lo que ha hecho el gobierno socialista nos contesta que al menos no ha habido escándalos, que no se ha equivocado mucho... Pero eso es muy triste. No hacer nada también tiene un coste para la ciudad.

—Póngame un ejemplo.

—El caso de la invasión de las plagas de cotorras. Esto viene de un año atrás. El gobierno llegó a adjudicar un contrato pero tuvo miedo, se achantó. Algo muy propio de Espadas que es el trato timorato. Temió que personas vinculadas a Podemos se le echaran encima y anuló el contrato. Tenemos informes contundentes de expertos del CSIC, unas resoluciones de la Junta que obligan al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto, somos noticia internacional... y el gobierno no hace nada. Qué quiere decir, que no hacer nada también tiene sus consecuencias. Espadas va a pasar a la historia por ser el responsable de que una especie autóctona, como es el murciélago, desaparezca a manos de las cotorras por la falta de valentía del alcalde.

—¿Pero existe ese diálogo del que presumía el alcalde?

—Si Espadas tiene una habilidad es la palabrería pero no se traduce en hechos concretos. Esto no va de encantadores de serpientes. Esto va de hechos y de eficacia. Y de resultados. El tiempo de las palabras ya se ha terminado.

—Hablemos de los grandes proyectos de ciudad, ¿qué le parecen los avances?

—Creemos que el gobierno es experto en anuncios y en puestas en escena. Alguien puede pensar que tenemos la Gavidia desbloqueada o que en Altadis ya sabemos qué hacer por una foto o un titular. Pero nada de eso es cierto. De Gavidia lo último es que se le ha ofrecido un terreno en una zona verde, y lógicamente el Estado quiere un plan especial, que implica meses de tramitación. Es decir que estamos como estábamos. ¿Qué significa esto? Que la Gavidia no se puede vender porque no es del Ayuntamiento. Altadis, se ha firmado una declaración de intenciones para proteger la capilla y el cubo pero seguimos sin saber qué se va a hacer. Todo es pura apariencia.

—¿Y el Metro?

—El PSOE y el PP le deben a la ciudad un proyecto con presupuesto contante y sonante.

—Pero se está avanzando en la línea 3...

—Es increíble que pase el tiempo y que el gobierno socialista se vaya a conformar con que se acabe el mandato y lo que se haya firmado es un papelito de declaración de intenciones. Nosotros desde la oposición logramos una cuantía concreta para el aeropuerto y los señores de la vieja política ni Metro ni Gavidia ni Altadis ni nada de nada.

—Estarán de enhorabuena por lograr presupuesto para la conexión con San Pablo...

—Es un ejemplo muy claro de la política útil que practica Ciudadanos, ahora desde la oposición y también la haremos desde el gobierno. Una de las primeras medidas que planteamos e incluso hubo quien se mofó. Ciudadanos ha demostrado que desde la oposición ha hecho una apuesta firme por la conexión del aeropuerto con la ciudad porque Sevilla está viviendo un momento bueno pero no está preparada porque los visitantes llegan al aeropuerto y no se encuentran con una conexión de calidad.

—Hablando de movilidad, ¿qué otras cosas cree necesario mejorar?

—La conexión entre los barrios, red de bolsas de parking que permita el acceso al centro en transporte público, hay que poner en marcha de verdad la línea BTR a Sevilla Este, que pactada y ahí se quedó por parte del gobierno socialista. Y cuando ciudadanos gobierne, la tarjeta de la tercera edad será gratuita para todos sin distinción por renta igual que la de menores.

—Hablaba antes del turismo, ¿lo ven ustedes un problema?

—Es una grandísima oportunidad para la ciudad de Sevilla pero tiene que estar bien gestionado y planificado. Y el gobierno de Espadas ni gestiona ni planifica. Es un lastre para el avance del turismo porque ha disuelto el Consorcio de Turismo y no lo ha sustituido por un ente gestor, y porque no hay un plan estratégico, algo tan básico como unos objetivos concretos. Tenemos que aspirar al turismo de calidad basado en la cultura y el patrimonio pero tenemos que gestionarlo bien.

—Pero usted mismo dice que se vive un momento bueno...

—El turismo nos llega sin que el gobierno haya hecho nada. Por el encanto de la ciudad y porque vienen favorecidos por circunstancias ajenas.

—¿Cómo se controla el turismo low cost?

—Lo más básico es hacer cumplir las ordenanzas no hay más. Lo que hay que hacer es dirigir el tiro hacia donde queremos que crezca el turismo. Pero lo que no puede ser es hablar de turismo de calidad y se caigan los árboles en el Alcázar o esas colas.

—Ya que hablamos de árboles caídos, ¿qué valoración hacen del contrato de Parques y Jardines?

—Sobre el papel nos parece estupendo. Más inversión y más recursos humanos pero lo que tiene que haber es mayor control y evaluación. Desde luego lo que sí es verdad es que el estado del arbolado es muy deficiente y como responsable público me he contenido en muchas ocasiones porque no quiero alarmar. Pero se está jugando con la suerte y la integridad de las personas.

—¿Qué les dicen los vecinos?

—Nos transmiten sensación de orfandad. Están muy defraudados. En los barrios es donde más percibimos la necesidad y ganas de cambio que tiene la gente.

—¿Salva algo de estos tres años de mandato?

—Valoro que hayan sido capaces de asumir una bajada de impuestos, propuesta por nosotros y contraria a su ADN.

—Con esa rebaja fiscal hubo polémica con el PP sobre cuánto bajaba cada uno...

—Hay que partir de realidades. Este año ha bajado un 3 por ciento por el acuerdo alcanzado por Ciudadanos y para 2019 habíamos pactado otro 3 por ciento. Luego un 6 por ciento menos en dos años. Ahí no cabe duda. Que otro grupo ha querido luego superponer su acuerdo extrapresupuestario al nuestro... No voy a entrar en polémicas. Los ciudadanos quieren que estemos pendientes de sus problemas y de dar soluciones.

«Acertamos al no entrar en el gobierno. Ahora estamos listos para gobernar»

Ciudadanos ha estado facilitando en los últimos años la aprobación de los presupuestos y ordenanzas fiscales algo que su portavoz cree que tendrá consecuencias (positivas) de cara a 2019. «Va a premiarse la nueva política. Que implica una combinación de utilidad, responsabilidad y contundencia y exigencia. Si ha habido un grupo que ha sido expeditivo con el gobierno municipal ha sido ciudadanos. Otros ni siquiera se mete en esos fregaos por qué porque practican política de cara a la galería». Aunque avisa de que «aún queda mucho» para las próximas municipales, Javier Millán asegura que la calle les transmite «mucha esperanza en que vamos a ser el revulsivo que necesita la ciudad». Un cambio que está convencido de que se dará a nivel estatal, «pues Ciudadanos es la alternativa creíble y limpia» y cree «que Sevilla va a estar en sintonía con el cambio a nivel nacional y andaluz. No sé los datos que alcanzaremos pero estoy convencido de que el bipartidismo decadente va a perder las elecciones». Desde luego, el portavoz de la formación naranja dice estar «ilusionado por estar en el gobierno. No porque estemos obsesionados con cargos, sino porque creemos que es una inmensa oportunidad para transformar la realidad y que Sevilla crezca y funcione». Eso sí, no se arrepiente de no haber entrado en el gobierno local hace tres años. Muy al contrario, considera que acertaron «plenamente». «Hemos aprendido mucho y ahora estamos preparados para gobernar. Además no somos cómplices de este gobierno socialista del bienqueda que no se traduce en nada».