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Reciente inauguración de dos tramos de la SE-40 entre Coria y Almensilla. / Jesús Barrera
El inesperado anuncio de la ampliación del puente del Centenario hizo temer que otras obras, pensadas para descongestionar la SE-30, como la macroinfraestructura de los túneles de la SE-40 bajo el río Guadalquivir, iban a verse abocados a un parón que ya dura seis años. «La obra de ampliación del Centenario no es incompatible con la SE-40», manifestó el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano, que avanzó que, dentro de las intenciones de Fomento está retomar la obra de los túneles bajo el Guadalquivir en cuanto concluya el modificado del proyecto.
Pero, además de las intenciones, están los números. El representante del Gobierno central blandió un estudio de tráfico que muestra que el tráfico del puente del Centenario que sería susceptible de pasar por los túneles está estimado en un 20 por ciento. Un número importante pero que tampoco resuelve de un plumazo los atascos. Otra cosa es el tipo de vehículos. Dentro de ese porcentaje hay un número reseñable de camiones, cuyo paso por la SE-30 añade cierta peligrosidad.
Con el mensaje del Gobierno, se disipan los temores de un parón en seco de la obra de la SE-40. Y es que había dirigentes políticos que apuntaban a ese escenario. «El anuncio de fuegos artificiales del ministro Ábalos sirve para ocultar la voluntad de acabar con el paso del Guadalquivir a través de túneles de la SE-40», manifestó el portavoz del PP, Beltrán Pérez. Incluso el alcalde, Juan Espadas, sin hablar de paralización, señaló que la ampliación del Centenario sería «un balón de oxígeno» para la SE-40, con un largo periodo de ejecución.