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Alfonso Sánchez, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. / M.G.
No lleva ni un año al frente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), pero la experiencia la atesora desde hace más de 30 años, cuando poco después de ingresar en la Guardia Civil, siendo un joven de 19 años, fue víctima de un atentado con coche bomba perpetrado por el comando Madrid, con Iñaki de Juana Chaos al frente. Además de Antonio hubo otros 15 agentes heridos. Ni él ni los 4.600 socios de la AVT olvidan. Y demandan, sobre todo, cariño a sus familias.
—¿Qué supone para una asociación como la suya una fecha como la del 11-M?
—Es una fecha muy significativa, más si cabe cuando está institucionalizada como el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. Con ello, se refuerza que todas las víctimas son iguales. Así lo defendemos en la AVT, donde tenemos a personas que han sido atacadas por ETA, el Grapo, la extrema derecha,... hasta del primer atentado yihadista, en abril de 1985, en el restaurante El Descanso. No olvidemos que se eligió el 11-M porque fue el mayor atentado cometido en Europa, con 192 muertos y más de 2.000 heridos. El 11-M supuso un antes y un después, al igual que el asesinato de Miguel Ángel Blanco lo fue en la lucha contra la banda terrorista ETA.
—¿Cree en el fin de ETA?
—ETA lleva seis años sin matar, pero sigue matando conciencias. Su sombra es alargada. En la banda se produjo un sálvese quién pueda, con la división de ETA militar y político-militar. Ahora están en el Congreso, el Senado o el Parlamento. Han cambiado los collares, pero los perros son los mismos.
ETA está ahí. Hay 350 presos en las cárceles de Francia y España, que están con el tercer grado y les importan poco las víctimas. Sólo quieren blanquear su historia, pero nosotros no olvidamos.
—El 11-M es un día, pero ¿cómo sobrelleva el resto del año las personas que han sido víctimas del terror?
—Se nos verá en fotos e imágenes durante 11-M y en días previos. Pero nuestro trabajo es durante todo el año. La asociación tiene un equipo de 12 profesionales que ofrece ayuda jurídica y psicológica a 4.600 víctimas asociadas, además de organizar encuentros los fines de semana o campamentos de verano para los hijos.
—Como víctima de atentado que es, ese día no se olvida...
—Nunca. Han pasado 31 años de aquel coche bomba en la plaza de la República Argentina de Madrid. Y, después de lo sufrido, uno de sus autores, de Juana Chaos, está en la calle regentando una licorería financiada por el gobierno bolivariano. Hay muchos etarras como él que se fueron a otros países como refugiados, perdone la expresión, y que desde la AVT buscamos que regresen. En su día pedimos las extradiciones porque ese trámite rompe con la prescripción de los delitos cometidos. Así, se juzgarán a personas como Ángel Tellería Uriarte, reclamado por España por su participación en atentados de ETA, y que llevaba desde los años 80 en México.
—En los últimos tiempos, han criticado la poca cercanía del Gobierno central con la AVT, ¿se ha producido algún cambio con la llegada del Juan Ignacio Zoido al Ministerio del Interior?
—La llegada de Zoido ha sido muy positiva. Después de un tiempo sin reuniones, ya hemos tenido una reunión con la directora general de Apoyo a Víctimas de Terrorismo y otros cuatro encuentros con el ministro, que nos ha trasladado todo su compromiso. El cambio se vio desde el minuto cero, cuando relevó tanto al número de 2 de Interior incorporando a José Antonio Nieto como a los directores generales de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Y se ha tirado al ruedo y ha sido honrado al hablar claro de los informes policiales del 11-M.
—Además, Zoido se dedica en redes sociales a recordar el aniversario de cada víctima de atentado en España.
—Y yo lo retuiteo. Más que venganza, las víctimas buscamos cariño. Zoido se ha quitado complejos políticos históricos y lo está haciendo.
—Sevilla también ha sufrido el terror, ¿qué papel le otorga a la ciudad en la defensa de las víctimas del terrorismo?
—Un papel relevante. El comando Andalucía hizo mucho daño allí, acabando con la vida de gente muy querida. Todas las instituciones, empezando por el Ayuntamiento, siempre han estado con las víctimas. Estuve en Sevilla cuando se produjeron los atentados de Bataclán. Al día siguiente me sumé a la concentración en Plaza Nueva y no faltó nadie. Estaba Susana Díaz, Javier Arenas, Juan Espadas y también Juan Ignacio Zoido, que por aquel entonces era portavoz en la oposición. Sevilla es una ciudad ejemplar con las víctimas del terrorismo.