Confiesa que se lo pensó y que quería seguir en la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, donde ha estado estos últimos años de adjunto con Jesús Maeztu. Pero Jaime Bretón (Jerez de la Frontera, 1966) reconoce que dentro del Partido Popular era «la persona que tenía más papeletas» para asumir la no siempre fácil figura del Comisionado para el Polígono Sur en sustitución de María del Mar González. Recién aterrizado en las dependencias de la avenida de la Paz y tras darse la primera vuelta por este barrio, el ex concejal del Ayuntamiento de Sevilla y ex delegado del distrito Sur ha empezado con fuerzas y mantiene una frenética agenda de encuentros con representantes de las tres administraciones (Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento), así como con entidades y colectivos que trabajan por normalizar estas seis barriadas castigadas por la exclusión social. Entre sus proyectos más inmediatos están la seguridad, las viviendas y la limpieza para tratar de frenar «una problemática muy compleja» que necesita «no solo de recursos sino de emplear bien los recursos».

¿Qué le llevó a dar el paso y asumir el reto de ponerse al frente del Comisionado para el Polígono Sur?

El Gobierno de la Junta de Andalucía, que es quien elige el comisionado, me pidió que aceptara porque consideraban que dentro del Partido Popular era la persona que tenía más papeletas al reunir el perfil para este cargo, por mi trayectoria política de haber sido concejal del Ayuntamiento, y además concejal en el distrito y de conocer la zona; y también fundamentalmente por llevar 14 años en el Defensor del Pueblo como adjunto, doce con Chamizo y dos con Jesús Maeztu. Es cierto que llevaban desde febrero insistiéndome y que se materializó en julio. Confieso que yo quería seguir en el Defensor porque es un trabajo que me gusta y en el que me siento cómodo. Tras la renovación de Maeztu en el Defensor y tratar el tema de los adjuntos, las dudas eran si era más útil allí o en el Comisionado. Al final me lo pidieron porque aquí necesitaban un perfil muy específico. Para mí ha sido un halago que me hayan encargado esta tarea y que por parte de las tres administraciones (Estado, Junta y Ayuntamiento) tenga la máxima colaboración posible, que hace falta para emprender el recorrido que tenemos que hacer entre todos en el Polígono Sur.

Desde que fue delegado del distrito Sur hace tres décadas, ¿ha seguido manteniendo contacto con el Polígono Sur?, ¿qué cambios ha notado a su llegada?

Sí, he tenido un seguimiento. No solo como espectador, que me interesa todo lo que concierne a mi ciudad, sino también a través de la Oficina del Defensor del Pueblo, que muchos de los problemas que allí llegan son muy comunes a los que hay en el Polígono Sur y en barrios similares de Andalucía. ¿Cambios? Sí, he notado con respecto a finales de los años ochenta o noventa. ¿En qué sentido? Creo que aquí se han hecho cosas. No comparto esa visión que tienen algunos en la ciudad de que aquí la administración gasta, gasta y gasta, y no se nota. No, no. Se han hecho equipamientos muy importantes para el barrio: este edificio donde estamos [por la sede del Comisionado], la Factoría Cultural, el Centro de Participación Activa de Mayores, se terminó El Esqueleto que prácticamente era un proyecto. Entidades privadas también han hecho un esfuerzo aquí: la residencia Flora Tristán, Don Bosco, el centro de salud Las Letanías... Creo que sí se ha avanzado y se han hecho cosas. Recuerdo que en aquellos tiempos había servicios municipales, como Tussam, Lipasam o Correos, que no se prestaban en el Polígono Sur.

¿Y qué queda por hacer?

Queda por hacer el barrio. Es decir, en determinadas zonas del Polígono no hay comercios, ni siquiera una tienda de chino que hay en todos lados; no hay supermercado, no hay una ferretería... Lo que cada uno tenemos en nuestros barrios, aquí no existe. Y eso al final es lo que hace una ciudad. No sólo lo hacen este tipo de equipamientos que hemos enumerado antes, sino también lo que son los comercios pequeños o medianos de una ciudad. Y ahí queda mucho por hacer. Las administraciones tienen que hacer un esfuerzo por poner equipamientos en los solares vacíos. Muchas veces miramos a la Cartuja cada vez que queremos poner algo y no aquí al Polígono Sur. Esta semana he tenido una conversación con el viceconsejero de Fomento, Jaime Raynaud, que es gran conocedor de la zona y que lo ha visitado por sus años de concejal, por sus años de candidato a la Alcaldía de Sevilla, por su profesión que ha sido decano del Colegio de Aparejadores durante muchísimos años. Y compartía conmigo esta misma inquietud.

Sin embargo, la visión que se tiene desde fuera es que hasta ahora no se ha hecho un esfuerzo suficiente...

Repito, creo que se han hecho cosas. Por ejemplo, en los años 80 y 90 aquí había un 40% de absentismo. Ahora está en torno al 18%. ¿Está por encima de la media de Sevilla? Sí, pero bueno ha bajado y se hace un esfuerzo. En mi época no había entidades que vinieran y colaboraran en el Polígono Sur. Aquí estaban las asociaciones de vecinos pero no entidades, como por ejemplo, la Fundación Atenea, que hace una gran labor en temas de adiciones; la asociación Akherdi de Mujeres Gitanas; Entre Amigos, con temas educativos, ocio, cultura y escuelas de verano... Aquí no estaba la residencia Flora Tristán de la Universidad Pablo de Olavide, que no solo sirve y presta un servicio de acogida a los alumnos, sino que beca a alumnos y a cambio tiene que hacer proyectos sociales en el barrio; Don Bosco, una potencia en inserción laboral y de formación... Eso no había y lo hay. Para mí, lo fácil sería decir: está todo por hacer pero no sería justo con mis antecesores. Y sobre todo, con las administraciones porque al final lo que aquí se haga o se deje de hacer, no lo hace el comisionado. El comisionado media, intermedia, impulsa, asesora... pero son las administraciones las que tienen que hacer. Es decir, yo no tengo presupuesto.

Ha habido algunos avances pero lamentablemente las estadísticas de ‘barrio más pobre de España’ no mejora, ¿qué falla en el Polígono Sur?

Desde mi punto de vista falla un tema que es capital como es la seguridad. La seguridad da convivencia y libertad. Entonces hay determinadas zonas, bloques o plazoletas donde no puede haber impunidad. Y en algunos aspectos las hay. Con eso hay que acabar. Luego está la regularización de las viviendas. Llevamos siete años en los que no se sabe quién vive en cada vivienda. Esto es el parque público de vivienda más grande de España, donde la mayoría son de titularidad de la Junta de Andalucía. Ya le he trasladado al viceconsejero de Fomento que hay que regularizar y hacer una normativa porque es muy importante que la administración sepa quien vive en cada piso. Y, en tercer lugar, creo que hay que hacer un gran esfuerzo en la limpieza. Igual que la seguridad da convivencia y libertad; la limpieza da dignidad. Se hace pero hay que redoblar esfuerzos.

¿Sigue siendo útil el plan integral?

El plan integral es como el PGOU en un Ayuntamiento. Es una hoja de ruta pero no es inamovible. Se tiene que ir adaptando a los años y a los procesos. Sí, sigue siendo útil pero como el PGOU llega un momento que algunos temas se cumplen, otros se quedan desfasados... Hay que ir incorporando ideas y proyectos. ¿Habría que hacer uno nuevo? Bueno, daría igual nuevo o al que está ir incorporando ideas según las necesidades y las circunstancias.

¿Qué propone a corto plazo para derribar la barreras físicas del Polígono Sur?

Hay tres barreras físicas que quedan pendientes desde el origen de los tiempos: la orilla del tren, el muro de Hytasa (hay un proyecto privado de las naves de Hytasa, que se paralizó con la crisis y que sería importante reactivarlo) y la carretera de Su Eminencia. Con respecto, a esta última, he propuesto al alcalde [por Juan Espadas] que, aprovechando que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha hecho todos estos jardines [por el Parque del Guadaíra], pues unir estos jardines con el Polígonos Sur. De modo que esta carretera de Su Eminencia, que usan muchos sevillanos, pasarla por delante de Las Vegas, la peor zona, (calles Luis Ortiz Muñoz y Sebastián Santos) porque así normalizas esta zona. Sería importante que el Ayuntamiento hiciera un estudio sobre desviar el tráfico, porque eso te permite que ya el Ayuntamiento se comprometa a normalizar esta zona.

Hay otra cosa que son los pisos vacíos. Le he planteado al viceconsejero de Fomento que los edificios vacíos hay que tirarlos. Se han intentado varias opciones tras su rehabilitación: gente joven, mujeres víctimas de la violencia de género... pero no quieren venir. Y luego, la gente que tiene inquietudes, estudios universitarios o tiene trabajo, se va. Al final si los únicos que quieren venir son gente de la exclusión, mal camino llevamos. No podemos seguir metiendo aquí gente de la exclusión, porque entonces nunca terminamos. Mi opción es tirarlos.

¿A quién le interesa esta zona de exclusión social o ‘gueto’?

De la administración no le interesa a nadie, que se ha visto desbordada por las dimensiones del problema, que es muy complejo y necesita no sólo de recursos sino también de emplear bien los recursos. La crisis económica aquí ha pegado fuerte porque tenemos un problema de formación en el Polígono Sur. Sólo hay un 2% de personas que son universitarias y a mayor formación más posibilidades de inserción laboral se tiene. Si Sevilla quiere ser una de las grandes ciudades medianas, no se puede permiten tener una zona de exclusión social tan importante y con tanta población, como es el Polígono Sur en el futuro. Hay que hacer un esfuerzo en formación.

Con respecto a la controvertida comisaría de Policía Nacional en el Polígono Sur, ¿la hubiera preferido dentro o le parece mejor que esté fuera?

Lo lógico hubiera sido que estuviera dentro. Pero no solo por una cuestión de seguridad, porque de nada sirve una comisaría donde los policías están dentro haciendo papeleos; la seguridad te la dan los policías en la calle: un patrullero y con motos. Ahora bien, sí que favorece dentro por dos razones: dar uso a uno de los grandes solares que hay convertidos en basurero y donde Lipasam no da abasto a actuar cada semana; y, en segundo lugar, porque es un equipamiento más que contribuye a normalizar y que hace que mucha gente del entorno tenga que venirse a renovar el DNI.

Los conflictos entre clanes y el tráfico de droga que a diario saltan a la prensa tampoco ayudan a revertir la situación...

Evidentemente. Los clanes, las drogas, los pisos vendiendo y cultivado marihuana... Es una labor policial y judicial que hay que actuar y que no puede haber impunidad. Aquellos que quieren aprovecharse de la confusión, de la irregularidad de los pisos, que quieren fomentar eso, que les favorece muchísimo de exclusión para sus actividades ilícitas, la administración tiene la obligación de atajarlos, de perseguirlos y de ponerlo a disposición de la justicia.

Jaime Bretón Besnier (@jaimebretonbesn) es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, y Máster en Economía y Dirección de Empresas por el Instituto Internacional de San Telmo de Sevilla. En el ámbito político, fue concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla de 1987 a 1996, periodo durante el que ocupó el cargo de delegado del distrito Sur, lo que le permitió conocer de primera mano las dificultades de la zona. También fue segundo teniente de alcalde y delegado de Salud, Consumo y Fiestas Mayores. Bretón ocupó la presidencia de las empresas municipales de Mercasevilla y Emvisesa.

En el ámbito autonómico, trabajó en la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz como Adjunto al Defensor durante dos periodos, de 1996 a 2007 y de 2017 a 2019. En estas dos etapas fue además miembro del Consejo Audiovisual de Andalucía desde 2007 a 2011.