La historia aflora a la luz. Los trabajos de restauración de la glorieta de Bécquer, uno de los enclaves más emblemáticos del parque de María Luisa, han puesto al descubierto dos cofres enterrados en su día bajo este parterre para perpetua memoria de la inauguración del monumento, que tuvo lugar el 9 de diciembre de 1911, así como también de una restauración acometida a principios de los años noventa. Los primeros movimientos de tierra han sacado a la luz estas dos urnas: la primera de ellas, a modo de primera piedra del monumento, contiene monedas del rey Alfonso XIII, que reinaba en España en el momento de su inauguración, mientras que el segundo cofre, destinado a dejar constancia de una restauración acometida en el mismo en los años noventa, alberga monedas con la efigie del rey Juan Carlos, actual monarca emérito.
Proyectado en 1910 por el escultor Lorenzo Coullaut Valera, a iniciativa de los hermanos Álvarez Quintero, sus principales financieros, el monumento al poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer fue inaugurado el 9 de diciembre de 1911. De forma circular, la glorieta de Bécquer es una de las más famosas del parque por su particular belleza. En el centro de la glorieta y rodeando un impresionante árbol que cubre y da sombra al recinto se encuentra el monumento, que se compone de un busto en alto pedestal del poeta, basado en el retrato realizado por su hermano Valeriano, y tres figuras femeninas sedentes en un banco, realizadas de una sola pieza de mármol, mostrándose como el amor ilusionado, el amor poseído y el amor perdido, y que representan la rima El amor que pasa, compuesta por Bécquer. Además hay dos figuras en bronce que representan el amor herido (figura yacente), mientras que la otra es de un joven Cupido o amorcillo como el amor que hiere.
Los trabajos de restauración, iniciados en agosto, se prolongarán durante tres mes, por lo que su inauguración está prevista para principios de noviembre. Las tareas contemplan el desmontaje de la barandilla que rodea el conjunto así como el traslado y desmontaje de todas las esculturas para su reparación, limpieza y homogeneización del color.
Las figuras del conjunto dedicado a la memoria del poeta sufren «diversos desperfectos», fruto del ensanchamiento del árbol, algo que ha provocado «inestabilidad» en alguna de las piezas.