Joyas que pasan ‘desapercibidas’ del Museo de Bellas Artes de Sevilla
El Museo de Bellas Artes de Sevilla es uno de los más importantes y destacados de toda España, con una excelente colección de obras de arte que abarcan diferentes periodos de la Historia y donde hacer una visita al mismo es viajar al pasado por los cuadros que pueden pasar desapercibidos pero que resultan impactantes dentro del museo con particularidades que les hacen ser muy especiales
Entre los cuadros más famosos del museo tenemos –en una opinión subjetiva, en función de gustos-, a “San Antonio con el Niño y San Félix de Cantalicio con el Niño” de Murillo, de 1666, en el que el pintor muestra aquí su habilidad para crear atmósferas místicas y espirituales de una maravillosa armonía.
Otro de los cuadros más destacados del museo es el “Martirio de San Andrés” de Juan de Roelas, de principios del siglo XVII (1606). Esta obra se representa el momento en que el santo es crucificado en forma de X, uno de los castigos más crueles que se conocen. Roelas es conocido por sus composición es conocido y por su realismo y su habilidad para representar el sufrimiento humano, y en este cuadro podemos ver cómo el santo es martirizado, con una gran expresividad de los rostros y el dramatismo de la escena son impresionantes.
Otro de los cuadros más impresionantes del museo es el “San Jerónimo” de Zurbarán. Se trata de una obra del siglo XVII que representa al santo sosteniendo un libro en sus manos, con indumentaria religiosa. Zurbarán es conocido por su habilidad para representar los objetos con gran precisión, y en este cuadro podemos ver tanto la expresión del santo y el tenebrismo de la escena o como juega con la poca iluminación de la escena que es también muy impresionante.
Centrándonos en los cuadros más destacados del Museo de Bellas Artes de Sevilla, podemos mencionar, por ejemplo, “La Inmaculada” –“La Colosal” de Murillo. Este cuadro representa a la Inmaculada Concepción, un tema muy popular en la pintura barroca española, y Murillo lo aborda con gran maestría. La figura de la Virgen está rodeada de una luz celestial que la hace destacar, mientras que las nubes y los ángeles que la rodean están pintados con gran delicadeza y detalle.

Otro cuadro impresionante es “La Virgen de la Servilleta” de Murillo es mi preferida por la leyenda que contiene. Representa a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos, un ejemplo de la habilidad del artista para crear escenas religiosas con gran realismo y detalle, y destaca por su uso de la luz y el color. Dicen que la hizo en “un momento” para un lego que le pidió una imagen a la que rezar por las noches. Una maravilla.
También podemos mencionar “La Asunción de la Virgen” de Juan de Valdés Leal, una obra del siglo XVI es muy compleja compositivamente. Una clara diagonal que parte de la zona inferior derecha, en la que tres ángeles que se encuentran sobre el sepulcro muestran el sudario y el cinturón, llega hasta la cabeza de la Virgen. Una escena que despierta muchas emociones que el artista logra capturar con gran habilidad. Además, la técnica de Valdés Leal para representar los detalles de la ropa y los objetos es impresionante.
“San Francisco de Borja” de Alonso Cano que es un retrato del santo jesuita donde el autor muestra su habilidad para crear retratos de gran realismo y profundidad psicológica, destacando la expresión del santo y su mirada profunda y penetrante. La técnica es impresionante y logra crear una atmósfera de gran intensidad y solemnidad en la obra.
El Museo de Bellas Artes de Sevilla cuenta con una impresionante colección de obras de arte, muchas de las cuales son verdaderas joyas de la pintura española.
Los cuadros mencionados anteriormente son solo algunos ejemplos de la riqueza artística que se puede encontrar en este museo, y cada uno de ellos es digno de ser contemplado con detenimiento para apreciar la habilidad y el talento de los artistas que los crearon.