Juan Espadas, el alcalde «antigatos»

15 sep 2021 / 13:03 h - Actualizado: 15 sep 2021 / 13:04 h.
"El rincón de nuestras mascotas"
  • Juan Espadas, el alcalde «antigatos»

Hace un mes, desde las páginas de este mismo diario, me hacía eco de la situación de la colonia feral (gatos asilvestrados) en la Jefatura de Blas Infante. Fueron los mismos agentes de la Policía Nacional, amantes de los felinos, quienes ponían de manifiesto la pretensión de “los superiores” de eliminar la colonia de estos animales argumentando suciedad y que “entraban en las dependencias municipales”.

Dicen que una verdad a medias es la peor de las mentiras y es lo que le ha sucedido a los implicados en esta trama “antigatos” que hoy me atrevo a denunciar. De aquellos argumentos sólo se sacaban dos conclusiones:

1º.- Más suciedad y “más mierda” que ocasiona el improvisado y contaminante “depósito de coches” que tiene la Jefatura es imposible que ocasionen los gatos. (Me pregunto si hay una licencia para tal acumulación de chapa oxidada y de elementos peligrosos para la salud. Habrá que investigarlo).

2º.- Que los gatos entran en las dependencias es MENTIRA, entró un gato bajo unas circunstancias muy determinadas y, como los agentes o el personal de limpieza afirman “aquí los gatos ni suelen entrar ni molestan”. Obviamente: alguien miente.

Con tales argumentos me atreví a pedir permiso a la Policía, por conducto oficial vía llamada telefónica, donde un agente encargado de estas cuestiones, con un desagrado equivalente a sus ganas de atender el teléfono a las 14:00 h., me informó que “ese asunto estaba restringido y todo permiso quedaba desautorizado”.

Igualmente no se autorizó la visita de las instalaciones a otros compañeros de medios de comunicación interesados en este mismo tema y de saber las circunstancias que rodean este asunto. Lo más normal era convocar a los medios que lo requerían y visitar todos juntos las instalaciones pero no, lo mejor era “dejar correr el asunto y actuar contra la colonia”.

Pasó un mes, todo parecía en calma hasta que Zoosanitario se ha personado en las instalaciones para redactar un informe en cuanto a la situación de los gatos y dejar dos trampas para coger a dos gatos que aun no están esterilizados. (Imagino que los técnicos de zoosanitario saben que estas trampas no saben distinguir entre gato esterilizado y gato no esterilizado).

Pero aún más sorprendente es lo que les voy a contar ahora... Los agentes preguntaron a los técnicos y estos argumentaron: “Venimos por que el alcalde está muy interesado en quitar los gatos de aquí”. ¿El alcalde? Vaya la cosa se complica..., ahora que se va a ir se va a cubrir de gloria. Ya quedó demostrado que su amor a los naranjos de la ciudad no era muy sobrado y ahora se gana el apelativo de Juan Espadas, el “alcalde antigatos”.

Una puntualización: sabiendo que fue el argumento que dieron -teniendo de testigos a afectivos de la Policía Nacional- me sorprendería que Espadas tuviese algo que ver con esto, más bien parece un argumento de esos de “déjame trabajar en paz” de Parques y Jardines que es famoso por su mal hacer, sólo hay que echar un vistazo a hemeroteca o al parque de los Príncipes.

Posteriormente desde la Policía Nacional, desde la Secretaria General, se emitió una nota de difusión, a fecha 14 de septiembre de 2021 bajo el asunto: COLONIA DE GATOS EN CUARTEL en la que se podía leer: “Con motivo del desplazamiento de la colonia de gatos existente en el edificio oficial sitio en la Avenida de Blas Infante 12 se comunica a los efectos oportunos:

El deber de facilitar, no impedir, no dificultar el trabajo y la labor de los funcionarios adscritos al Centro Municipal Zoosanitario de Sevilla, que llevarán a cabo su metido” firmado por el Secretario General.

En ningún momento ningún agente impidió esa labor y hay que decir que se produjo un hecho de maltrato animal: se pusieron dos jaulas para capturar “selectivamente” –como explique anteriormente- a los ejemplares no esterilizados cayendo una gata esterilizada en la misma que tuvieron mojándose todo el día y que la explicación –ante la llamada consternada de un agente a Zoosanitario- era que ya estaban todos de recogida y que tendría que mojarse. Afortunadamente la gata quedó liberada. ¿Cómo se llama a eso? Dejar a un animal indefenso mojándose toda la noche en un gesto inhumano. Estimado alcalde: ¿Cómo se llama a eso? ¿Está usted conforme? Al parecer es lo que ha auspiciado o están usando su nombre. Ya sabes mi teléfono.

Pero hay más: los técnicos de zoosanitario informaron que los gatos habían molestado a los vecinos del edificio Urbis y el instituto cercano. En una labor de información me acerco al edificio Urbis y me informan que allí hay gatos pero no que no saben si son o no son de la Jefatura, que lo dudan por la carretera y que del Tardón hay gatos que se cuelan allí y no tienen por qué ser de las instalaciones policiales. En el instituto me vienen a calcar la explicación. Aquí parece que alguien no hace bien su trabajo o que ponen muchas excusas con falsos argumentos para respaldar la salida de los animales de allí pese a la oposición de los policías nacionales contrarios, totalmente, a ello.

Pero hay más: en la colonia feral hay un ejemplar que fue abandonado por un policía nacional despreocupado del mismo (que tiene nombres y apellidos), un comisario contrario a la presencia de los animales allí –con pocos argumentos a su favor- y, otro añadido: todos los gastos que ocasionan los animales son abonados por los policías sin ayuda de nadie. ¿A quién molesta estos animales? Miren ustedes arriba en la jerarquía de la Jefatura –podría dar nombres- y encontrarán a los responsables que en lugar de perseguir a los “malos” de la ciudad se encargan de perseguir a los gatos.

Cuando se supo que la gata se había liberado se amenazó con la llegada de los expertos en la tortura animal e ir “con los lazos”... Más dolor y más sufrimiento.

¿Qué va a pasar con la colonia feral? No habrá gatos y llegarán las ratas, más grandes que los felinos, será un esperpento ver ratas como leones en el “cementerio” de coches improvisado de allí y llamarán a zoosanitario para hacer lo que mejor saben hacer...

Bochornoso espectáculo el que han dado con un tema que no merecía ni la crueldad ni el maltrato animal –recalco lo de maltrato animal-, ni las mentiras ni las medias verdades. Ya puestos, si quieren, hablamos de los terrenos donde está la Jefatura y otros argumentos vacíos. Bochornoso.